Politica Cultural Museo Cementerio

En 1806, el síndico procurador de la Villa de Medellín solicita ante el cabildo, licencia para construir el primer cementerio; la propuesta fue aceptada y en 1809 se bendice el primer cementerio llamado de San Benito.

El proceso de crecimiento de la Villa obligaba hacia 1827 a cuestionar el traslado de este cementerio localizado en el centro de la ciudad a un lugar más distante y en 1828 se bendijo el nuevo cementerio, el de San Lorenzo; el espacio que ocupó adoptó el nombre de “Puerto de la Eternidad”.

Hacia 1842 se construye en la Villa el primer cementerio de la burguesía donde las familias antioqueñas encontraron el lugar perfecto para representarse a través de obras escultóricas y arquitectónicas que pretendían imitar las construidas en los países civilizados.

El Cementerio de San Pedro fue bendecido en 1845 y su capilla en 1847 y por mucho tiempo fue reconocido como el cementerio nuevo o de particulares. Este inmueble representó uno de las principales proyectos que reuniría las diferentes expresiones artísticas y arquitectónicas del momento, creando un contenedor de nuestra memoria tangible e intangible en las distintas manifestaciones de arte funerario que, hoy, reflejan el desarrollo de una ciudad y de una cultura.

Este cementerio está localizado en la comuna Nororiental de la ciudad de Medellín; alrededor de este escenario, si bien se ubicaron talleres de escultura, piedra y ventas de flores; también se integraron al entorno inmediato aquellas funciones que nadie quería cercanas a la ciudad; se consideró la zona de tolerancia más representativa de Medellín, Lovaina, hoy transformada en el barrio San Pedro, donde aún se conserva una problemática social que es necesario atender de inmediato. El Cementerio de San Pedro ocupa el 70% de este territorio y fue el que condicionó su creación; por estas razones el proyecto de recuperación de este espacio plantea la recuperación de un nuevo norte de la ciudad, a través de un proceso planificado de desarrollo.

Fue así como La Fundación Cementerio de San Pedro, basándose en la historia de este lugar, presentó un proyecto ante el Ministerio de Cultura conceptualizado desde el arte, la arquitectura y la historia de personajes que permitieron el desarrollo social, político y económico de un Departamento. Personajes como Pedro Justo Berrío, Coriolano Amador, Carlos E. Restrepo, Jorge Isaacs y representaciones artísticas de Bernardo Vieco y Marco Tobón Mejía, entre otros, hicieron posible visibilizar el Cementerio de San Pedro como un referente de ciudad y un espejo de identidad, permitiendo la protección y conservación de este lugar, asegurando su existencia con el paso del tiempo como un escenario cultural.

En 1998 el Cementerio de San Pedro fue reconocido por la Red de Museos de Antioquia, como otro museo de la ciudad, bajo la categoría ´Museo in Situ´. Posteriormente, el 29 de octubre de 1999, el Ministerio de Cultura, lo declara Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional. Partiendo de estas declaratorias, la Fundación Cementerio de San Pedro asume bajo su administración el Museo Cementerio de San Pedro que llevaría nuevas connotaciones ideológicas y culturales frente a la muerte y sus rituales.

Despojar la muerte del carácter doloroso, violento y trágico que le asignamos

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