Primer Libro Del Leviatan
Enviado por pavelon • 12 de Mayo de 2013 • 2.696 Palabras (11 Páginas) • 442 Visitas
En un primer momento, Hobbes expone lo que él denomina El Hombre (Primer capítulo del Leviatán), pero, ¿para qué realizar un análisis de lo que es el hombre, desde un plano netamente materialista, previo a exponer lo que es El Estado (segundo capítulo)? Esto lo hace por lo siguiente: al proponerse Hobbes a desarrollar su teoría política basada en que el estado es un ente artificial, cuyo fin es el de proporcionar seguridad y paz a los asociados, y estos asociados, deciden pactar entre ellos, dando inicio a una sociedad civil para garantizar su seguridad y bienestar, y de esta forma salir del estado de naturaleza; al proponer esta teoría, Hobbes niega cualquier tipo de origen no antropológico del poder, así que debe de explicar quiénes son estos seres, que al mejor estilo de Demócrito, forman al hombre artificial, o, en otras palabras, se busca describir la manera como el hombre artificial es formado gracias al conjunto de hombre naturales, los cuales son algo más que simples autómatas, estos hombres, que deciden enajenar sus libertades, abandonar la condición de autogobernarse y sus posibilidades de desarrollarse plenamente sin ningún tipo de alienación, son seres que como diría Sartre, responden a los estímulos del prójimo, de aquel ser ajeno, que observa; pero en el caso de Hobbes, este “prójimo” sartreriano, no se limita a materializarse mediante la figura humanoide, ya que puede ser cualquier cosa que altere la realidad propia.
El Leviatán, ese hombre artificial, creado por la necesidad de seguridad del hombre, es creado a imagen y semejanza del hombre natural; a este monstruo bíblico, se le da forma humana, se le corona como rey, se le respeta como a un dios y se le teme como a un demonio.
Este es el fin del Estado según Hobbes, crear un ente coercitivo lo suficientemente poderoso como para reprimir y sembrar temor, pero este temor no comprende ninguna representación de odio, mediante el cual los ciudadanos se vean en la obligación de obedecer las leyes y de aceptar sumisamente lo que el soberano disponga, cediendo sus libertades individuales en pos del beneficio de la comunidad política.
Pero este Leviatán, es un ser caprichoso, soberbio y altivo, un ser que busca su beneficio sobre todas las cosas, cuyo fin es su bienestar, esto es, el bienestar de la comunidad; no le importa que para esto sea necesario la censura o la represión, es más, el Leviatán solo permite que sea dicho, enseñado, promulgado y afirmado, lo que él desea que sea dicho, enseñado, promulgado o afirmado.
De esto se logra inferir lo siguiente: Hobbes, en su afán de buscar un orden, de cimentar el poder en las manos de los simples mortales y de fundamentar el absolutismo como la única forma de mantener el orden, creó, más que un dios, a un “súper hombre natural”, el Leviatán, más que un dios o un demonio, podría ser un ciclope, un ser sin una mentalidad superior, cuyo único fin es la supervivencia. Pero, ¿acaso los dioses no son también egoístas, vanidosos y soberbios? En un primer momento de la biblia, Dios prohíbe a Adán y a Eva que consuma el fruto del árbol de la sabiduría. Entonces, este Leviatán, ciclope o dios, es exactamente igual al hombre, egoísta por naturaleza, que desea, que tiene pasiones y utiliza su razón para ser.
El Leviatán, denominado por algunos autores, como ese hombre grande, moreno y peludo, es igual al hombre cuando se encuentra en estado de naturaleza, y por esto mismo es que representa la única forma de que el hombre pueda abandonar este estado de caos, de inseguridad, de auto conservación, de desconfianza y competencia exagerada. Este monstruo, análogo al hombre en estado de naturaleza, es el único capaz de volver dócil al hombre para que acepte enajenar su libertad, para poder, de esta forma, entregarse a un soberano que le garantice la paz. De esta forma se logra apreciar el meollo de una de las posibles cuestiones hobbesianas: La única solución para salir del estado de naturaleza y dar inicio a la sociedad civil, es creando un ente abstracto con las características del hombre en su estado natural pre político, así, el humanoide natural, será ya hombre, y el dios, no es más que un animal con razón.
Se da una inversión en los papeles, una reinterpretación del ideario hobbesiano creará a ese dios o demonio, como un hombre pre estatal; el Estado, esta cimentado bajo preceptos pre estatales, ya que el hombre natural, solo se podrá entregar a un ser ya conocido, a él mismo antes de ser comunidad, se entrega a su reflejo maximizado por la unión de la comunidad, no es simplemente su reflejo, es el reflejo de la sociedad; el hombre artificial, no está conformado por millares de hombres civilizados, ya adeptos a la sociedad y a las normas, este hombre está formado por hombres egoístas y ególatras, y por esto posee estas características, el hombre cuando accede a pactar, es cuando da inicio a la sociedad civil, se mueve por su razón, por su temor a la muerte, ya cuando el Leviatán posee vida propia es el preciso instante de la génesis de la sociedad civil o comunidad política, ya, este hombre civilizado es la materia del Leviatán, pero su esencia es el hombre natural. Es por esto que el Leviatán posee todos los dotes del hombre natural, con sus virtudes y defectos. Solo un ser así, puede generar el temor y respeto necesario para que el hombre acepte cohabitar con sus semejantes bajo el paradigma de la armonía.
Pero, ¿Qué pasará cuando el ciudadano ose probar un poco del fruto del árbol que les fue prohibido en el Edén a Adán y a Eva? En ese momento podrán acontecer dos posibilidades:
1. Que sea el fin del Estado, tal y como lo planteo Hobbes. Que el hombre descubra que hay verdades más allá de lo que el soberano le impone, de lo que este ser supremo le dictamina. Así que el hombre decidirá romper el pacto, sobrellevando sobre sus hombros el peso de sus acciones, y dando inicio a un estado parecido al de naturaleza, pero no igual a este, ya que el hombre ya ha conocido lo que es la sociedad civil, en la cual podía ser libre siempre y cuando no violentase la ley, esto es siempre y cuando obedeciese al soberano (libertad a medias), pero donde no podía llevar a ultimo termino todos sus potenciales.
Así que podría ir a un estado pseudonatural, en cual fuese la confluencia del estado de naturaleza con el estado civil.
2. Que este hombre sea neutralizado, o en su defecto, eliminado de la sociedad, para que con sus ideas revolucionarias no altere el orden establecido por el soberano. Esta posibilidad, podría ser más considerada por Hobbes que la anterior.
El soberano, poseedor de ciertos dotes particulares (indivisible, inalienable, absoluto, supremo, intransferible) ha de ser ajeno al pacto; esto se da, para que el soberano pueda obrar de forma libre, y
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