¿QUÉ ES EL HOMBRE?

¿QUÉ ES EL HOMBRE?

El tratar de definir qué es el hombre, nos remitirá a la necesidad de preguntar por la esencia del hombre, que éste se caracteriza por  la conciencia y comprensión de sí propio, conllevando  necesariamente un método filosófico que permita entender la totalidad originaria del hombre. Sin embargo,  al preguntarnos sobre su esencia nuevas preguntas surgirán. Por eso, es preciso determinar que nunca de forma definitiva comprenderemos el todo  de una manera certera. Sin embargo, autores como Emerich Coret en su obra ¿Qué es el hombre? Esquema de una antropología filosófica, han realizado su aportes, manifestando que para la antropología filosófica, la esencia es aquello que hace que una cosa sea lo que es; en el hombre su esencia está definida como ser un ser auto-consciente, que busca el autodesarrollo y su autorrealización; lo que define al hombre es su libertad.

Así la pregunta ¿qué es el ser humano? alude a una noción que tiene relación con el “ser”, siendo una pregunta más metafísica. Por su parte, la pregunta ¿qué es el ser? Es más amplia y deja una respuesta más abierta. En cambio, la  interrogante ¿qué es el ser humano?, es más acotada, ya que, el “humano” es una especificidad del ser. Todo posee ser y hay una realidad que no se puede ignorar, que son los seres. Somos seres, con espacio corporales y temporales, que percibimos sensorialmente la realidad.

Por ello, el hombre se entiende como un ser corpóreo, dimensional y espiritual; expresa su corporeidad porque ocupa un lugar en el espacio y en el tiempo, porque se vincula con la naturaleza y con los otros seres, con ellos se comunica, dialoga y desde su ser físico, muestra cansancio y fatiga; mientras que de su ser espiritual expresa su vitalidad, en su dimensión espiritual es donde el cuerpo se anima.

En su obra Emeritch enfatiza que antes de seguir con la idea de entender sus orígenes y tratar de describir al hombre a partir del desarrollo de su evolución, es necesario comprender qué es el hombre antes de saber cómo ha llegado a ser lo que es. Por eso, se hace la distinción entre hombre y animal, ya que el hombre posee ciertas capacidades, sus conocimientos y su capacidad de razonar.

En ese sentido, e  animal vive, siente y no comprende. La respuesta que brinda  es instintiva. No hará gesto de rechazo. El animal no se puede ensimismar, no se puede pensar a sí mismo para luego hacer una propia acción, a diferencia del hombre que si puede ensimismarse.

El animal sabe cómo tiene que operar y nunca se traicionará a sí mismo, a diferencia del hombre. El animal carece de deseo. El perro si tiene memoria, por ejemplo, si esconde un hueso sabe dónde está. Pero esta memoria no se aplica en otras situaciones, no aprende nada, no es que ocupe la memoria para aprender algo, ya que carece de inteligencia racional reflexiva.

En cambio el hombre  vive, siente y comprende, y dado esto último, sumado al lenguaje conceptual puede definir la realidad. El hombre puede explicar la realidad a un otro. El hombre es un animal que realiza gestos, y esto es un fenómeno.  El llorar es un fenómeno corporal, asociado a un motivo de nivel espiritual, porque tiene un motivo reflexivo. La gran mayoría de las respuestas son racionales. El niño a los 6 meses puede distinguir entre los barrotes de su cuna y los dedos de su pie, y estos últimos los entiende referido a parte de él. El hombre posee ideas, puede conceptualizar y tiene deseos. El hombre se piensa a sí mismo, para hoy y para mañana y también para pasado mañana. El hombre es el único animal de prometer algo en un momento que desconocemos. El despliegue existencial está todo por hacerse, a diferencia que en el animal ya está todo hecho su despliegue. El “ser persona”, aunque existan ciertas operaciones que no las puedas realizar, sigue funcionando como persona, porque es una condición del hombre, aunque tenga X problema y nunca haya aprendido a desarrollar X funcionalidad, no lo disminuye como ser humano.

Por consiguiente,  la relación hombre y mundo, se descubre más bien  en medio de las cosas y los hombres y se define al hombre desde un punto de vista dinámico, ya que la reflexión de los fenómenos externos e internos en los que se expresa el hombre lleva necesariamente a la pregunta de su esencia que es la base posible de los fenómenos analizados. Así se busca definir al hombre, es decir, lograr su constitución ontológica, que muestra la cuestión transcendental de la realización humana que se centra mediante la historia en la temática cuerpo-alma, en que es resuelto desde el concepto de totalidad personal, donde el principio metafísico es el alma que fundamenta la totalidad de la vida corporal y espiritual.

De esta manera,  la esencia solo se logra y  desarrolla en la propia conciencia con la puesta en marcha de la libertad, en la realización de las opciones humanas, en el camino espiritual ético, en las realizaciones históricas culturales. La esencia es el principio de autodesarrollo del hombre, a la realización personal, el individuo en la comunidad y en la sociedad, hombre e historia son los  pasos que nos permiten el ascenso hasta terminar en lo transcendente.

Bibliografía:

Emerich Coreth ( 1919-2006)

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