Qué es el hombre

¿Qué es el hombre?

INTRODUCCIÓN

Esta es una de las mayores incógnitas que se han presentado a lo largo de la historia, cabe destacar que es una etapa por la que todo ser humano llega o al menos debería de llegar a pasar en algún momento de su vida, es un aspecto vital en la formación propia ya que saber qué es el hombre es fundamental para poder llegar al famoso “camino de la verdad”.

Con el pasar del tiempo, se han dado diversos intentos de definir este concepto pero el hombre es tan complejo por sí solo que no basta una sola respuesta. Después de muchos intentos se ha llegado a la conclusión de que cada persona es responsable de responderse a sí misma qué, cómo y por qué de su ser. Es aquí donde entra la incertidumbre, los cuestionamientos propios, la tan conocida expresión griega Epimeleia heautou “inquietud de sí mismo”.

Para poder llegar a conocerse realmente, es necesario empezar por lo más básico; tener dudas de todo, cuestionarse por qué pasan las cosas, qué las causa, cuál es su finalidad, etc. Al haber pasado esta primera etapa viene lo siguiente, el gnothi seauton, el “conócete a ti mismo”, es aquí donde uno como sujeto debe identificar, definir, entender y comprender sus metas, sus fortalezas, sus debilidades, su aprendizaje, y demás aspectos tanto positivos como negativos. Al pasar por esto, comúnmente se puede llegar a sentir confusión dadas tantas combinaciones de pensamientos pero se finaliza con una idea más clara, se empieza a resolver el enigma y a responder la pregunta ¿qué es el hombre?

DESARROLLO

Como es sabido, en la década de los 80’s, Foucault tomó como base a los grandes filósofos griegos para tratar de explicar a sus alumnos del Collegè de France la descripción del hombre, o más bien dicho, un indicio de lo que se necesita saber para poder encontrase y entenderse a sí mismo. Tuvo en cuenta los preceptos délficos; aquellos se acercan a un concepto más claro de lo que conlleva la razón, pero en quien más se basó fue en Sócrates, ya que consideró que él tenía una idea más profunda de los conceptos del ser y llegar a ser.

Para lograr entender nuestra finalidad como hombre en este mundo es inevitable pasar por un momento donde lleguemos a cuestionarnos demasiados aspectos, en el cuál hasta pueden surgir dudas de nuestra propia existencia, como ya se había mencionado, aquí tiene lugar la Epimeleia heautou “inquietud de sí mismo”. Para comprender de mejor manera lo que significa este aforismo griego se debe identificar lo que, como sujetos pensantes, nos trae ciertas inconformidades o disgustos por muy pequeñas o insignificantes que parezcan, por ejemplo, aquello que no nos gusta de nuestra personalidad, con lo que no estamos de acuerdo dentro de nuestros trabajos (porque aquí no solo estamos involucrados individualmente, también lo está la sociedad), dentro de la escuela, nuestras dudas sobre lo que queremos realizar en un futuro, los sueños que tenemos, etc.

Cabe destacar que con esta etapa, se inicia el proceso del conocimiento propio ya que se adentra en los pensamientos más profundos que tal vez nunca se habían tenido.

Lo que sigue, después de ya haber identificado todas o la gran mayoría de inquietudes que se tengan, es el gnothi seauton, el “conócete a ti mismo”, un concepto que al principio te mete en otra incertidumbre porque muchos creen ya conocerse completamente, pero luego se dan cuenta que uno mismo nunca deja de crecer y de tener cambios, ya sean para bien o para mal, y es casi imposible conocer cada uno de los aspectos que nos identifica del resto.

¿Qué se desea dar a entender con la frase de conocerse a sí mismo?

No es tan sencillo pero tampoco es tan complicado de entender, se refiere a la idea de comprender la conducta humana, la moral y el pensamiento, porque comprenderse a uno mismo es también comprender a los demás y viceversa. En sí, el objetivo es conocer aquello que nos está sucediendo y las sensaciones que esto nos provoca, lo cual nos permitiría tener pleno control emocional, regular la manifestación de las emociones y modificar un estado de ánimo y cómo se exterioriza, aumentando, de este modo, nuestra capacidad de motivación propia y hacia los demás. Como complemento se considera el precepto de meden agan “nada en exceso” que se trata de un aviso que propone el equilibrio frente a las conductas, una invitación a la moderación, un freno ante la ambición desmedida que en muchas ocasiones nos hace incurrir en riesgos desproporcionados. Esto nos sugiere tomar el camino medio, lo que implica una visión equilibrada de la vida, tratando de no llegar a los extremos de lo moralmente correcto e incorrecto.

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