¿Qué se puede demostrar con la historia de Sócrates?

Nombre: Luz Valeria Flórez Hernández      CÓD.: 04 9a

¿Qué se puede demostrar con la historia de Sócrates?

Para introducirnos un poco en la historia del tema del cual se va a tratar, empieza en los años 400 antes de Cristo, como protagonista, SÓCRATES, un filósofo griego considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal.

Sócrates, nuestro protagonista, se encuentra en un tribunal, en un contexto en el cual se le tiene frente a muchas personas, jueces, y demás, listo para ser juzgado, por algo insulso, algo que en verdad no debería tener condena, por enseñar, y la historia se muestra como el habla, como se defiendo frente a esto, como el sabe que no es culpable, que no es corrupto, que tiene fundamento todo lo que el dice y explica, pero que en medio de esa sociedad, tan grande y tan desarrollada en aquella historia se viva por la ignorancia, y sea más importante lo material que la inteligencia y el alma, que es a lo que Sócrates quiere llegar.

Al comienzo de la historia, Sócrates habla sobre lo extraño que se siente, todos hablan de el, incluso el llega a pensar si en realidad es el con todo lo que aquellas personas atenienses hablan acerca de este, pero está seguro de que lo que él dice es cierto. Los demás, son oradores, y pueden hablar bonito, pueden convencer  a las personas con hablarles acerca de lo que a ellas les gustaría escuchar, algo que de verdad tuviera una magnitud de talento para llegar a convencer de cosas que en realidad no son ciertas, ya que lo que dicen no tiene un buen sentido. En cambio, Sócrates utiliza palabras que llegan a su boca, a su mente, en las que se encuentran en su contexto como ciertas. El orador, simplemente habla bien, convence con lo que dice.

A Sócrates le acusaban de no creer en los dioses, pero el sabía que si, así que opinaba que defenderse de quienes lo acusaban seria como enfrentarse con una sombra, ya que muchos decían, pero ninguno tenía la valentía de ponerse de pie y decírselo en su cara. Sócrates estudiaba las cosas que se encontraban en el cielo y debajo de la tierra. También era acusado de corromper a los jóvenes y a los hombres, ya que el les hablaba, les enseñaba, los educaba, pero en esa época de la historia, era algo absurdo enseñarle a pensar a los jóvenes, ya que en su época de madurez se encuentran atraídos por los placeres del cuerpo, y su mente esta fija en otras cosas, distintas a pensar, pero Sócrates los veía como algo mas allá que solo muchachos, sino como un futuro en realidad, el les enseñaba para que ellos no llevaran a Atenas como la iban llevando los gobernantes hasta el momento, el quería que ellos fuesen un cambio, ellos serian quienes cambiarían lo que estaba sucediendo, cambiarían la falta de ignorancia y no serian los soberbios sin alma que hasta ahora demuestran ser quienes mandan, sino que de verdad pensarían y serian aquellas personas que realmente deberían ser, personas con valores, inteligentes, y con alma.  A Sócrates le parecía algo hermoso que existieran hombres que educaran a otros hombres.

Saliendo un poco del tema, Carefonte, un habitante de Atenas acudió a un oráculo con ganas de descubrir si Sócrates realmente era sabio o no lo era, y por medio de este, el dios Apolo le dijo que no había nadie más sabio que Sócrates. Sócrates al enterarse se quedó muy sorprendido y al mismo tiempo en duda, ya que el quería saber si esto era cierto o no.

Sócrates intento hacer un tipo de investigación para descubrir si tal vez el dios tenía razón, y empezó a hablar con las personas más sabias que habían, con poetas, con músicos, y con todos a los que loes demás resaltaban por su sabiduría e inteligencia, pero se percato que ninguno con quienes converso o aquellos que se hacían llamar sabios lo eran, ya que al charlar con ellos, notaba la magnitud de su ignorancia y se daba poco a poco cuenta que el dios tenia la razón.

A Sócrates le acusaban de corromper a la juventud, ya que los muchachos al ver como Sócrates examinaba a los que se hacían llamar sabios, ellos también se daban cuenta de la ignorancia que estos supuestos sabios mantenían en su interior, y que en verdad no sabían nada. Sócrates decía que lo mejor para los jóvenes, es que sean lo mejor posible.

Sócrates sabía muy bien que el nos los corrompía, que aquellas personas allí presentes no tenían buenos fundamentos o bases en las cuales apoyarse para dar a conocer aquella deducción.

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