Reporte De Lectura De Hipias Mayor
Enviado por Jocelyn909 • 28 de Septiembre de 2014 • 1.926 Palabras (8 Páginas) • 819 Visitas
REPORTE DE LECTURA
HIPIAS MAYOR.
El libro comienza con el encuentro de Sócrates y el sofista Hipias en la cuidad de Atenas. Sócrates comienza a dialogar con Hipias acerca de la situación por la cual se encuentra de regreso en dicha cuidad, Hipias le explica que esta en Atenas por cuestiones de política y educación. Sócrates escribe de una manera un tanto sarcástica la alabanza sobre el hecho de que Hipias y otros sofistas cobren por sus enseñanzas, lo interroga acerca de en qué ciudades ha conseguido más ganancias, le menciona la evolución de la relación entre la vida pública y la privada de los sabios ya que antes solo se dedicaban a dar grandes discursos y ahora transmiten su sabiduría a través de enseñanzas privadas. Le pregunta a Hipias si es que él se cree superior a los sabios del pasado a lo que Hipias responde que no del todo, que prefiere alabar a los muertos para evitar su furia y también evitar la envidia de los vivos. Menciona a la cuidad de Lacedemonia en donde está prohibido por las leyes que un extranjero enseñe a los jóvenes, es aquí cuando comienza la primera discusión o debate, Sócrates le pregunta a Hipias si es que los padres de los jóvenes pueden darles la misma enseñanza que Hipias les podría dar, Hipias naturalmente lo niega pero el menciona que son las leyes y que en Lacedemonia no es correcto cambiar las leyes ni es adecuado educar a sus hijos en contra de las costumbres. Con respecto a esto Sócrates pretende crear confusión acerca de las leyes y costumbres de los lacedemonios, poniendo en tela de juicio la ley de no permitir que un extranjero eduque a sus hijos, le pregunta a Hipias si es que las leyes perjudican o dan beneficio a las personas a lo que Hipias responde que a veces las leyes causan más perjuicio que beneficio, menciona que a veces las personas no se dan cuenta de esto porque son personas que no conocen o no saben que a veces las lees no alcanzan lo justo para ellos pero que las personas que se dan cuenta consideran que es más propio de la ley producir un beneficio que un daño. Sócrates logra que Hipias se contradiga mencionando que lo más beneficioso para los hijos de los lacedemonios seria que obtengan una educación impartida por Hipias sin importar lo que sus leyes consideren más beneficioso para los lacedemonios. Después de que Sócrates le preguntara a Hipias sobre qué temas les habla a los lacedemonios y sobre qué es lo que hace en la cuidad de Atenas, le plantea la cuestión fundamental: ¿qué es lo bello? Sócrates le plantea esta cuestión y todas las demás que le hará a lo largo del libro usando como medio a un supuesto hombre con el que un día sostuvo una conversación, con quien mientras conversaba le hizo la misma pregunta y el supuestamente había quedado atónito. Le pide a Hipias que le aclare esta duda, que le diga que es lo bello en sí mismo, le menciona que le hará objeciones poniéndose en el papel del hombre y que espera poder exponerle la respuesta a esta pregunta sin que el hombre logre refutarla. Sócrates le aclara a Hipias que no le está preguntando que es bello si no que es lo bello, le menciona que si existen diferencias entre estas dos cosas.
Hipias le responde que lo bello es una doncella bella pero Sócrates le refuta esta respuesta diciéndole que una yegua también es bella o hasta una olla podría ser bella para las personas que los escuchan hablar, dice entonces que lo que Hipias piensa es que las cosas bellas solamente son bellas porque existe lo bello en ello. Termina por cuestionar la respuesta de Hipias a tal grado que le dice que una doncella bella es menos bella que una diosa, le dice que a comparación de una diosa la doncella más bella parecerá fea. Le menciona que si el hombre le hubiera preguntado desde un principio que es lo bello pero a la misma vez feo la respuesta sobre la doncella hubiera sido la correcta, pero que en este caso la cuestión acerca de saber que es lo bello seguía sin respuesta.
A continuación Hipias le responde que en todo caso lo bello seria todo lo que se le añade a las demás cosas para que sean bellas. Hipias menciona como ejemplo el oro pero Sócrates le refuta este ejemplo preguntándole acerca de un gran artista, le menciona que sus esculturas no están hechas de oro si no de marfil y entonces Hipias responde que el marfil también es bello, pero Sócrates vuelve a interrogar su respuesta diciéndole que los ojos de esta escultura estaban hechos de mármol y le pregunta a Hipias si es que el mármol también es lo bello a lo que Hipias responde que lo es, pero solamente cuando su uso es adecuado. Hipias concluye que lo adecuado a cada cosa es lo que la hace bella. En este punto del libro regresa como ejemplo a la olla, le pregunta a Hipias que es más adecuado para poner a hervir legumbres en aquella olla, si una cuchara de oro o una de madera de higuera, por lógica Hipias responde que una cuchara de madera de higuera a lo que Sócrates dice que entonces la cuchara de madera de higuera es más bella ya que es la más adecuada.
Hipias responde entonces que lo que Sócrates trata de identificar como bello, fundado ahora en todo lo mencionado antes, es algo que perezca bello en todas partes y que no sea feo para nadie en ningún lugar. La siguiente respuesta de Hipias para definir qué es lo bello fue decir que lo más bello es ser rico, tener
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