Reportes de lectura Séneca y Epicuro

Reporte de lectura

Luis Daniel Moreno Camacho

Historia de la filosofía Helenística, Romana y Patrística

23/05/2018

Si bien la filosofía de Epicuro se le debió al platonismo por su formación en Samos, ciudad de donde él nació y fundó su propia escuela de filosofía “el jardín”, no solo famosa por la enseñanza de la filosofía, sino también por el ejercicio de la amistad. Poseía una visión hedonista de la vida, la felicidad se reducía al placer y ausencia del dolor, puso la filosofía al servicio del hombre, al eliminar los temores y miedos de los hombres. Divide los miedos en cuatro, dolor, destino, dioses y muerte, proponiendo soluciones con argumentos filosóficos, pues dice cuándo estamos vivos no se tiene sensación de la muerte, y cuándo se muere no tenemos sensación alguna y por tanto no se siente, cuando el dolor corporal es intenso dura poco y cuándo dura más tiempo es de menor intensidad, en ambas sería soportable. Del destino nos dice que no podemos saber con certeza que nos sucederá y propone que, si los dioses existieran, no se deberían de preocupar del hombre.

La preocupación básica es la práctica, si bien todos los hombres buscan evitar el dolor y alcanzar el placer, Epicuro nos dice que se deben elegir acciones que nos brinden un placer mayor y más duradero, evitando la mayor cantidad posible de dolor, nos habla de prudencia como medio para el placer, donde la vida de la sabiduría es individual y solo debe de desarrollar una relación de amistad entre los demás. Define que el hombre requiere pocas necesidades para alcanzar la felicidad, pues no es más feliz quien más tiene, sino el que menos necesita, las ideas que propicia Epicuro es centrarse en este mundo.

La Epístola a Heródoto es un fragmento que inicia las bases para la comprensión atomista del universo (de Demócrito y Leucipo) que consistía en átomos moviéndose en un espacio vacío y así mismo la búsqueda de no temer a aquello que desafía la tranquilidad, solo se propone como objetivo la ataraxia. En su epístola nos propone: nada nace de lo que no es, nada se disuelve en lo que no es,  el universo ha sido siempre como es ahora y así se mantendrá siempre, el universo se compone de cuerpo y de vacío, los cuerpos son de dos clases, átomos y compuestos de átomos, el universo es infinito, los átomos son infinitos en número y el vacío infinito en extensión, los átomos de forma idéntica son infinitos en número, pero sus formas son indefinidas en número, pero no infinitas, el movimiento de los átomos es incesante, los átomos no tienen más que tres propiedades en común con las cosas sensibles: la forma, el volumen y el peso. Si se comprende por medio de los anteriores criterios, se disipará la ansiedad causa de la ignorancia, no debe ser un saber por saber, sino un saber encaminado a la felicidad.

Las Máximas Capitas, son fragmentos de un concepto ético de Epicuro, mediante la comprensión de la naturaleza y la amistad como vías para llevar acabo su propósito, que se enlaza con el placer, pero no es llevar una vida llena de placer si no de pensar en las consecuencias, “Ningún gozo es malo en sí mismo, pero los actos causantes de determinados gozos conllevan muchos más dolores que gozos”, (Máxima VII) así si se ingiere comida en cantidades que superan a la necesidad, se obtendrá un malestar, “El gozo que hay en la carne no crece indefinidamente una vez que es suprimido el dolor nacido de la falta de algo, sino que únicamente adquiere matices particulares. En cambio, el colmo de gozo del pensamiento lo origina el análisis de todas estas cuestiones y de las afines a éstas, que son las que procuran al pensamiento los mayores temores.” (Máxima XVIII) donde el placer deba de ser calculado por la razón, para saber así que es más conveniente. Con su filosofía combate el dolor del cuerpo y del alma “De todos los medios de los que se arma la sabiduría para alcanzar la dicha en la vida el más importante con mucho es el tesoro de la amistad” (Máxima XXVII). Alcanza el estado de sabio a través de su comprensión al vivir y practicar la amistad, pues en la Máxima XII dice “El justo no está sometido a turbación, en cambio el injusto rebosa de grandísima turbación.” El hombre sabio para Epicuro es justo.

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