Resencion el camino de las lagrimas
Enviado por omc1895 • 13 de Enero de 2018 • Ensayo • 3.297 Palabras (14 Páginas) • 519 Visitas
Recensión sobre el libro “El camino de las lágrimas”
Duelo al proceso que experimentan las personas tras sufrir una pérdida. El mayor ellos es el fallecimiento de una persona, sin embargo existen duelos por divorcios, vejez, cambios de casa, e incluso pérdidas materiales. En el camino de las lágrimas lo que se busca es guiar al lector a través de este proceso, que aunque doloroso, es necesario y todos en algún momento lo atravesaremos, pero nos permite encontrar una fortaleza en cada uno de nosotros que tal vez era desconocida hasta ese momento. El duelo es temido y repudiado dentro de las sociedades siendo esto totalmente erróneo.
En este libro, Jorge Bucay busca quitarnos los tabúes que tenemos contra el duelo, con el objetivo de permitirnos atravesar por él de la mejor manera posible, dándonos cuenta que las pérdidas ocurren todo el tiempo a lo largo de nuestras vidas, y cabe en nosotros decidir la manera en que pasaremos por ellas.
Capítulo 1: EMPEZAR EL CAMINO
Jorge Bucay empieza el libro enfatizando que hay varios caminos en la vida, varios creemos que se pueden esquivar y otros que son imprescindibles que recorrer y aprender de ellos. El primero es el camino de la autodependencia, el cual nos lleva a un encuentro con nosotros mismos. E segundo el camino del encuentro, en éste nos menciona que es donde encontramos a la pareja o el amor. El tercero, el camino de las lágrimas, es donde tenemos pérdidas y duelos. El objetivo de éste camino es la elaboración del duelo que deriva de labor y el duelo como tal, que deriva del dolor. Menciona que las pérdidas son inevitables, y nos las encontraremos a lo largo de la vida, ya sea de familiares o parejas. Los duelos duelen y no se puede evitar que no duelan; no habla de premios de consolación, éstos compensan pero no evita, aplaca pero no cancela, anima a seguir pero no anula el dolor. Nos hace saber que perder a alguien no es necesariamente que se vayan de nuestras vidas, sino que la persona cambie (como sucede con el paso de los años). El autor dice que hay un ciclo durante la pérdida, llamado ciclo del contacto, que es la reacción de nosotros ante situaciones. el punto cero es el inicio o retirada, donde uno se encuentra aislado de lo que todavía no ha pasado o al margen de algo que está pasando. Seguido por la percepción, como mis sentidos me informan las cosas. De ahí sigue la emoción, que son mis reacciones ante los sentidos. La movilización de energía es como la energía de mis emociones se transforman en acción, que es la que sigue. Seguido por el contacto, que es donde se establece una relación con el estímulo de afuera. Por último es la despedida, que viene después de haber estado en contacto durante un tiempo, y ya sea por agotamiento del ciclo o resolución de la emoción, se lleva a cabo una despedida o retirada.
Capítulo 2: LAS PÉRDIDAS SON NECESARIAS
Éste capítulo se trata de todas las sensaciones que nos pudieron haber causado las pérdidas, como impotencia, desolación, enojo, vacío, angustia o nostalgia; pero el autor nos dice hace falta sufrir y conectarse con el vacío para poder crecer y autorrealizarnos. La pérdida, ya sea grande o pequeña nos va a llevar a la elaboración de un duelo. La pérdida nos duele cuando alguien, la vida o las circunstancias te quitan las cosas que no pensaste en perder. En sí, madurar es aprender a soltar y viceversa. El duelo también se puede experimentar porque nunca fue, ósea porque se tuvo una ilusión, sueño o fantasía a los cuales nos aferramos pero nos duele aceptar la realidad. El proceso de interiorización es parte del proceso de aceptación y elaboración y dejar vivir el sufrimiento, más que nada aceptarlo como nuestro para poder superarlo.
Capítulo 3: TRISTEZA Y DOLOR, DOS COMPAÑEROS SALUDABLES
En éste capítulo, Jorge Bucay no habla del significado del duelo, que es una batalla; en este caso es la lucha conmigo mismo con lo que era y con lo que es. Pasado y presente. Como la parte de mí que acepta la pérdida y la que quiere retener. El duelo no necesariamente perder a alguien que muere, sino puede ser voluntario, como mudarse, dejar a alguien o por los hechos ineludibles como el paso del tiempo. Nos habla del duelo normal y el patológico. El normal es el proceso que conlleva la superación de la perdida, con sentimientos de solor, tristeza, negación, sufrimiento y finalmente la superación. El patológico se queda en las fases de dolor y no llega a la fase de superación. El objetivo de éste capítulo es entender que el duelo es algo natural, por el cual todas las personas pasaremos en algún momento de la vida y poder asumirlo como lo que es.
Capítulo 4: QUÉ ES EL DUELO
En este capítulo vemos la definición del duelo como tal, nos hace saber que es un proceso normal al padecer una perdida y que poco a poco nos vamos adaptando a este nuevo estado, que podremos decir que este duelo se ha superado una vez que podamos recordar lo perdido sin sentir dolor y que sigamos con nuestra vida con normalidad, nos muestra algunos de los síntomas que podemos experimentar al pasar por estas fases, de los cuales algunos son: nauseas, opresión en la garganta o la sensación de un nudo en el estómago, que perdamos las ganas de comer o no podamos dormir, que nos falte el aire, temblores, dolores de espalda, palpitaciones, entre otros muchos.
Además, nos muestra algunas de las conductas normales por las cuales pasaremos: llorar, suspirar, evitar a la gente alrededor y querer estar solo, que podemos dormir poco o al revés, en exceso, buscar al ser que perdimos o tener pesadillas, etc.
Para poder sobrepasar este duelo, vienen algunas recomendaciones que nos ayudaran a sobrepasar estas fases: la primera es saber que estar mal, está bien, permitirnos sentir el duelo, que evitarlo es mucho peor que expresarlo, que es normal que no estemos interesados en nuestros trabajos, tareas, incluso amistades. Abrir el corazón y no reprimir nuestras emociones, no hacernos el fuerte cuando realmente nos sentimos muy frágiles, que recorrer este camino cuesta tiempo y se debe tomar con calma que se debe vivir un día a la vez, que debemos ser amables con nosotros mismos, ser pacientes, que lo peor que se debe hacer es no quererse así mismo, que no debemos descuidarnos a nosotros y sobre todo nuestra salud, debemos agradecer las pequeñas cosas que nos ofrece la vida, valorar a nuestras familias, amistades y personas buenas que nos rodean, que si necesitamos ayuda debemos pedirla. Hablar de esta experiencia siempre resulta un aprendizaje para nosotros como personas en duelo.
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