Resumen Los Pachucos

Es cierto que apenas nacemos nos sentimos solos*, buscamos la necesidad de sentir el calor, la protección, la seguridad, el amor que sentíamos de nuestra madre al estar en su interior. O simplemente que estábamos resguardados por alguien más y no pasábamos a estar completamente solos, no nos encontrábamos expuestos al exterior de la sociedad y del entorno en donde ya solo dependemos de nosotros mismos como personas, las decisiones que tomemos a partir de hoy y más adelante, las acciones que realzamos nos afectara solo a nosotros, cando solo hacíamos más que disfrutar de lo que nos ofrecía el vientre de nuestra madre. Pero las cosas cambian y el ciclo de la vida no se detiene ni marcha al revés para nadie. Es difícil recordar los días de estancia en el vientre, pero todos pasamos por esa etapa de la vida y nuestros sentidos al empezar a despertarse hace que no le tomemos importancia olvidándolo pero en nuestro interior se queda marcado el placer de esos días que salen al exterior en nuestra etapa adulta. Así pensamos pues en tener una seguridad y estabilidad, buscamos trabajo y nos sumergimos en el para olvidar el hecho de que nos encontramos solos, o por el contrario en la etapa de la niñez nos dedicamos solamente a estar ocupados en el juego, en cada uno de estos aspectos buscamos la necesidad de estar en contacto con otras personas, ya sea con compañeros de trabajo o con compañeros de juego. Pero cuando no nos invade el hecho de buscar compañía quedamos suspendidos en la etapa de la adolescencia, una etapa que puedo catalogar como reflexiva e intuitiva al entorno del adolescente. Despertar a la historia significa adquirir conciencia de nuestra singularidad momento de reposo reflexivo antes de entregarnos al hacer* puedo decir que despertamos cuando se nos presentan o nosotros mismos formulamos miles de cuestionamientos sobre diferentes aspectos de la vida y las respuestas que podemos dar no serán siempre las correctas, otras serán cambiantes, corregidas con el paso del tiempo y muy pocas se quedaran fijas pero lo importante es que esos cuestionamientos no serán los mismos que formemos en los próximos cincuenta años, ignoramos esas futuras trasformaciones, mismas que se verán reflejadas en las líneas o formas que compondrán el rostros de las personas adultas mayores, esos rostros serán las máscaras mismas de la sabiduría, la significación histórica. Las épocas viejas nunca desaparecen de nuestra vida, porque son nuestra historia porque de ellas aprendemos para no repetir los mismos errores, y así perfeccionar.

Me he dado cuenta, a mis pocos dieciocho años de edad, al ver en la sociedad que solamente algunas personas logran despertar a la vida y se entregan al hacer, como anteriormente lo comente, otras simplemente quieren pasar desadvertidas, escondidas del medio que los rodea. Las primeras logran la mayoría de las cosas que se proponen, las segundas solo se quedan esperando recibir lo que les dejan las primeras. Las primeras tienen la iniciativa por crear cosas nuevas, obrar sobre algo y se sumergen dentro de sus acciones, entregan todo su ser a ser los primeros, ser exitosos constituyen la única clase activa por ende modela al país a su semejanza, mientras que los segundos solo se quedan contemplando los cambios. El sentimiento de inferioridad influye en nuestra predilección por el análisis y que la escases de nuestras creaciones se explica no tanto por un crecimiento de las facultades críticas a expensas de las creadoras, como por una instintiva desconfianza acerca de nuestras capacidades*. Claro está que cualquier mexicano puede crear, nos distinguen nuestras creaciones pero tenemos el miedo a crear y ser criticados, los mexicanos no somos por naturaleza críticos como lo puede pensar cualquier extranjero que llega a nuestro país, más que eso es que pasamos por una etapa reflexiva.

Los mexicanos nos sentimos mexicanos cuando salimos de nuestro país, hasta que nos encontramos fuera de nuestra tierra, nuestra cultura, nuestros semejantes es cuando entendemos y comprendemos más lo que significa ser mexicano. México es un país afortunado al tener miles de culturas, lenguas, razas, costumbres, tradiciones, nociones morales que nos distinguen de los demás países y nos hacen sentir orgullosos de la tierra a la que pertenecemos. Los pachucos, grupo de jóvenes que residen en estados unidos, personas que están llena de vida y siempre quieren expresarse, defienden su libertad de ser, no ser semejantes a los norteamericanos que los rodean

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