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Resumen Tocqueville en filosofía política compilación leo Strauss


Enviado por   •  22 de Enero de 2024  •  Apuntes  •  5.932 Palabras (24 Páginas)  •  39 Visitas

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TOCQUEVILLE, La Democracia en América

         Tocqueville es uno de los analistas más sobresalientes del problema de la democracia. Fue el primer escritor de los tiempos modernos que emprendió una investigación global del modo en que el principio democrático -la igualdad- funciona como causa primera, formando o afectando todo aspecto de la vida dentro de la sociedad.

Para Tocqueville, el estudio de la política empieza con una investigación de las condiciones sociales. El estado social es la causa de que un régimen tenga propias características particulares a partir de la cual se realizan las leyes, de las costumbres y de las ideas que rigen la conducta de las naciones. El estado social forma opiniones, modifica pasiones y sentimientos, determina las metas que hay que buscar, el tipo de hombre que se admira, el lenguaje que se emplea y, en última instancia, el carácter de los hombres a los que reúne. Ese estado social que es el principio motor de los regímenes democráticos es una condición de igualdad, el hecho fundamental del cual se derivan los demás. Este es inevitable, un hecho providencial, expresión de la voluntad divina.

        Es una reflexión y advertencia sobre la marcha providencial de la historia, donde el triunfo inevitable de la condición democrática puede desembocar tanto en una condición de esclavitud, como en otra de libertad, lo cual es responsabilidad del hombre. Tocqueville pide una ''nueva ciencia de la política'' , adecuada a las condiciones nuevas ocasionadas por el triunfo de la igualdad.

        Tocqueville reconoce que aun con el advenimiento de la más extrema igualdad de condiciones, la desigualdad del intelecto seguirá siendo uno de los más irritantes recordatorios del Antiguo Régimen. Pero la pasión por la igualdad, acabará con la fuerza práctica de la afirmación clásica de que los sabios deben gobernar; los hombres de edades democráticas no tolerarán privilegios, cualesquiera que sean sus fundamentos. Si todos los hombres son iguales, ningún hombre tiene, por naturaleza, un derecho superior a disponer de otro.

        La naturaleza de la democracia aparece revelada en los Estados Unidos jacksonianos y su visita a los Estados Unidos es una confrontación con la democracia misma. Pues en el lenguaje de la Declaración de Independencia, ''todos los hombres fueron creados iguales'' que significa una progresiva disminución de las desigualdades del ''Antiguo Régimen''. Es ese estado de sociedad la igualdad en abstracto se manifiesta de hecho en igualdad de condiciones y oportunidades de educación, en una general nivelación de la riqueza, en la uniforme garantía de derechos políticos.

El CARÁCTER DEL REGIMEN

El rasgo característico de la sociedad democrática es su atomismo. Se derogan los códigos que naturalmente separaban y de las cuales dependían las tres clases.  Los vínculos sociales en una sociedad jerarquizada son fuertes, robustos e inmediatos. En democracia, eso no existe, todos están iguales, los vínculos se disuelven y aislados. En democracia es imposible la influencia intelectual, puesto que todos son iguales, no hay superioridad, y es celoso de recibir influencia. El acuña el término individualismo (Pascal) donde no hay motivo para vincularse. No tiene un mecanismo natural, debe buscar algo, pues no tiene motivo para unirse espontáneamente, pues tiende al aislamiento privado.

        En el Antiguo Régimen, la disparidad de riqueza y de bienestar material era aceptada como parte del programa natural de las cosas; además, la nobleza de la Europa feudal había logrado satisfacer su deseo de comodidad material de tal manera que la dejase libre de cultivar sus facultades superiores. Esta saludable paz del espíritu se había logrado por medio del efecto legitimador de un uso y una costumbre ya de larga data.

        La caída del sistema feudal y la diseminación de las doctrinas individualistas -como la filosofía cartesiana, que puso en entredicho las creencias tradicionales- supuso el termino de los tradicionales frenos y obligaciones -para con el país, para con los señores, para con la Iglesia-; entonces los hombres se esfuerzan por satisfacer sus deseos -inmediatamente sentidos, inmediatamente inteligibles- para mejorar sus condiciones de vida, que aparecen como la expresión legítima de los derechos naturales de todos los hombres.

        El individualismo, unido a la igualdad de condiciones, despierta una sed insaciable, una pasión por el bienestar y las comodidades materiales que conlleva una preocupación por el bien privado y la exclusión de toda consideración de los asuntos públicos, y una inevitable tendencia a la mediocridad. Este “problema de la democracia” hace que el hombre democrático sea demasiado propenso a aceptar o a escoger un blando despotismo que le da la seguridad en estas búsquedas y preferencias. Es necesario entonces, buscar, dentro de la democracia, un lugar para la libertad, la excelencia humana, el resurgimiento de la virtud pública y la posibilidad de la grandeza.

Virtudes de la democracia

        Tocqueville parece confiar en que el amor a las satisfacciones físicas se mantendrá dentro de unos límites modestos. El hombre democrático buscará las pequeñas comodidades de la vida: los medios de hacer menos ardua la existencia. Asimismo, considera que El brote súbito, dramático y violento contra la religión, la moral y la propiedad que estalló en 1789 es una reacción pasajera, tan sólo característica de un periodo revolucionario; pero que no se le debe considerar corno una inclinación permanente de las épocas democráticas. El amor del hombre democrático al bienestar también es compatible con la moral y el orden público y hasta se le puede combinar con ''una especie de moral religiosa''. De este modo, aunque la democracia pueda ir acompañada por el descuido de lo más elevado que hay en el hombre, al menos resolverá el problema de un modesto bienestar para la mayoría.

Peligros de la democracia

        A pesar de todo, hay otra faceta menos optimista en la busca del confort material. Se han abierto todos los caminos hacia la satisfacción del deseo de bienestar, pero se han abierto por igual a todos: la competencia es abrumadora. Por mucho que alguien tenga, los deseos de los hombres aumentan con aquello que los alimenta; jamás podrá haber bastante para todos. Este inesperado giro, de un decente materialismo a una búsqueda más o menos continua de comodidades materiales, es concomitante al surgimiento del espíritu comercial: el comercio es considerado el medio más fructífero de lograr la satisfacción del afán de bienestar.

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