Resumen del diálogo de ION o del Poema

DIÁLOGO DE ION O DE LA POESÍA

Este diálogo entre Ion y Sócrates refleja algunos aspectos del entorno de la antigua Grecia que son importantes de recalcar, teniendo en cuenta las diferencias históricas existentes entre dicho pasado y el mundo actual.

         El diálogo inicia con un reconocimiento que le hace Sócrates a Ion, que es rapsoda, interprete de un poeta, en este caso de Homero. Ion va llegando a Atenas después de ganar un concurso y habla con Sócrates, entonces Sócrates lo interpela para que hable sobre qué es lo que hace él y porqué él dice que Homero es el mejor poeta y el resto no, entonces toda eta conversación se hace en torno a esta discusión; Sobre cuál es la función del rapsoda y porqué y cuál es su conocimiento, etcétera.

El cuestionamiento que va haciendo Sócrates por el método de la mayéutica de lo que piensa ser realmente Ion. Este le va haciendo a Ion, una inversión de ideas o nuevas luces de lo que él piensa que es su arte y finalmente la conclusión a la que llega es que, el artista, el rapsoda, y por añadidura el poeta y otros artistas como los actores, filósofos, etcétera, no son realmente poseedores de un método propio ni de una herramienta que les sea realmente propia, ni como producto de su voluntad creativa, sino que estos artistas no son más que una especie de aparatos de reflejo de la trasmisión divina, es decir, todo lo que el rapsoda pretende ser, el poeta y el artista en general, son solo momentos de un rebate místico de creación, de lo que ellos pueden hacer.

A continuación, Sócrates pregunta a Ion sobre si es capaz de hablar sólo de Homero o también de Arquiloco de Hesiodo. Ion responde que sólo puede hablar de Homero, Sócrates por su parte le cuestiona el hecho de que tengan la capacidad de interpretar a Homero y no a los demás, ante lo cual Ion asevera que desconoce la causa de semejante hecho, ya que cuando alguien habla con él sobre otros poetas, él no se concentra y es incapaz de contribuir al diálogo.

Sócrates le responde que ello se debe que la capacidad de hablar sobre Homero no se debe a una técnica o ciencia, porque si se tuviera en posesión de una técnica o ciencia se estaría en la incapacidad de interpretar a los otros poetas, toda ves que la poética es un todo.

Sócrates considera que aquello que permite a Ion proclamar tantos y bellos poemas sobre Homero, se debe a una fuerza divina, una predisposición divina, según la cual cada uno es capas de hacer bien aquello hacia lo que la musa se dirige. En igual forma, la musa inspira a los poetas, éstos comunican a otros su entusiasmo, y se forma una cadena de inspirados. No es por  el arte, sino por el entusiasmo y la inspiración, que los buenos poetas épicos componen sus bellos poemas. Cómo por ejemplo ocurre con los danzantes, quienes al son de ciertas melodías caen en cierto frenesí de delirio, por lo anterior, Sócrates confirma que todos estos poemas no son de factura humana ni hechos por los hombres, sino divinos y creados por los dioses, de ahí que los poetas sean intérpretes de los Dioses.

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