Sabiduria para ser feliz

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Felicidad y verdad; ¿sirve el conocimiento intelectual para alcanzar la felicidad?

Desde tiempos remotos se ha intentado dar una definición al concepto de felicidad, una    utopía inalcanzable para muchos.  Creemos conocer lo que es la felicidad, pero resulta muy difícil llegar a alguna definición universal para esto, dado que la felicidad es distinta para cada uno de nosotros, lo que me hace feliz a mí no necesariamente hace feliz a otro.    Según los filósofos griegos el conocimiento es un pilar fundamental   para poder alcanzar la felicidad, dado que responde a los instintos naturales del ser humano.  Como bien sabemos el conocimiento corresponde a la principal característica que diferencia la naturaleza humana, aquella capacidad de poder pensar y lograr descubrir para qué existimos, por lo que el conocimiento se hace necesario para poder alcanzar la felicidad.

El hombre está constantemente planteándose preguntas respecto a todo aquello que vemos y que no conocemos, tales como ¿Para qué existimos?   ¿Por qué suceden las cosas?   ¿Cómo suceden las cosas?, etc.    Llegar a dar con una respuesta a estas preguntas para ciertas personas equivale a poder alcanzar la felicidad, se sabe que el concepto de felicidad es subjetivo y depende de cada uno.    Pero según Aristóteles la felicidad es el “bien supremo, aquel al cual todas nuestras acciones son un medio para llegar a este bien final”.   Por otra parte, el conocimiento es aquel que trasmite sabiduría y esta constantemente brindándonos de información, permitiendo que se llegue a la capacidad de reflexión y a obtener una visión más crítica de la vida, nos ayuda a comprender más el mundo, el porqué de las cosas, nos da poder sobre nosotros mismos y todo aquello que nos rodea, fortalece nuestra condición humana sensibilizándonos y dándonos más humanidad con los demás, como seres sociales velamos por el bien común mediante nuestros actos voluntarios, por ende  se hace meramente  importante el desarrollo de la sensibilidad y  tener la capacidad de poseer un punto de vista crítico, para poder discernir respecto a lo que es bueno y malo tanto para uno mismo como para los demás.

 Sin embargo, hay una contraparte que cree que adquirir conocimiento permite abrir muchas puertas que dan paso a problemáticas más grandes en donde se hace cada vez más difícil llegar a dar soluciones, por lo que implicaría entrar en una incertidumbre tan grande en donde cada vez haya más preguntas sin solución provocando la frustración de quien anhela poseer más conocimiento.    Además, una vez que se van adquiriendo más conocimientos implicaría dolor y sufrimiento porque permite que se conozcan  todas aquellas cosas negativas de la vida; como las injusticas presentes en el mundo, las guerras y las fuerte  enfermedades, se tiende a creer que al ignorar ciertos conocimientos negativos, se puede ser feliz, pero la verdad es que aquello que no se conoce no deja de existir y no se puede llegar a un estado de felicidad si se esta  viviendo con una falsa idea respecto de la vida, una ilusión limitada de todo aquello que prefiero ignorar porque me provoca infelicidad.    Es necesario tener conocimiento respecto a las cosas buenas y malas, porque nos hace más sabios respecto de las cosas, nos permite entender de mejor manera el mundo en el que vivimos, comprendemos que hay cosas positivas como negativas, y se valora de mejor manera los momentos de felicidad que vivimos.

Según Aristóteles, cada actividad humana realizada debe tender a un bien final y que cada uno de estos bienes tienden a un fin último, este fin último considerado como bien supremo corresponde a la felicidad.  Para Aristóteles los bienes se dividen en tres tipos: bienes externos, bienes del cuerpo y bienes del alma.  Muchas veces para alcanzar la felicidad se recurre a la satisfacción de los bienes externos, como el dinero, la fama y la posesión de bienes materiales que nos dan una imagen de poder y respeto frente a los demás.     Pero una vez que se logran alcanzar estos bienes materiales solo se puede obtener una aproximación de la felicidad y la cual no es duradera, solo momentánea.    Existe una idea errónea respecto a donde buscar la felicidad, se debe entender que el hombre no es feliz por naturaleza si no que debe encontrar el camino a la felicidad, como se mencionó anteriormente la felicidad se suele buscar en los bienes externos, aquellos que no contribuyen a la obtención de la felicidad y se gasta tiempo en intentar satisfacer aquello que no nos sirve.

 En cambio, si buscamos satisfacer los bienes del alma, como la sabiduría y el intelecto, se contribuye a la obtención del bien supremo del hombre en medida que el hombre se proyecta mediante su inteligencia y sus conocimientos, aquellos con los cuales se puede obtener un mayor beneficio.    Puesto que la felicidad tiene que ver con el alma, una relación personal entre esta y el hombre, la cual debe ser alimentada mediante el conocimiento y la sabiduría estos nos permiten formarnos como personas y aumentan nuestra capacidad de reflexión dando una mayor opción a encontrar soluciones a las preguntas que nos planteamos.  

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