Satisfacción E Insatisfacción En Profesores Desde La Sociedad Post Moderna

Satisfacción e insatisfacción en Profesores: algunos principios de reflexión en la sociedad post moderna

Mónica Uribe Tamblay. Profesora de Filosofía

Los profesores se encuentran en una sociedad post moderna, la cual se caracteriza por el mercado del consumo, sobre lo productivo; tendencia a resultados; complejidad social; cambios tecnológicos, poder de los medios de comunicación e individualismo. El profesor se ve inmerso por exigencias de dos lados, la del mercado medida por los resultados y la del cambio social-organizacional. Ambos lados tienen fortaleza y debilidades.

Las debilidades son la incertidumbre de las postmodernidad, el no tener una referencia universal de inspiración, un líder aparece, dice y desaparece con celeridad, los cambios se preceden unos a otros en procesos sin cierres, no existen las grandes teorías de la sociedad como sucedía en tiempos anteriores, solo se dispara una experiencia y otra.

“La complejidad de la realidad social, de las instituciones, sistemas y programas de intervención, así como la aceleración de importantes cambios tecnológicos que se están produciendo en forma constante y que significa importantes modificaciones en los instrumentos y los medios con los que se desarrolla la intervención humana, así como en el mismo escenario o marco de actuación provocan una generalizada sensación de vértigo, incertidumbre e impotencia en la vida cotidiana general y en el quehacer educativo en general” (Pérez Gómez, Ángel. La cultura escolar en la sociedad neoliberal) (Pág. 131)

La insatisfacción, en este ensayo, es un malestar observado a partir de este escenario, el cual se incorpora en el vivir existencial de las personas, a través de diferentes síntomas, stress, depresión y alteración de la salud especialmente en sectores sobreexigidos como es educación, autoestima disminuida y sentir la crítica social ante su quehacer. Es importante señalar, la sociedad post moderna no es mala en sí, señala el autor citado se requiere importantes modificaciones y marcos de actuación. Estas modificaciones son posibles en la medida se pueda encarar y definir las causas de esa insatisfacción y crear espacios propositivos para su solución.

El profesor y profesora vive la insatisfacción como un desencanto, donde su sí mismo no es considerado parte del currículum, si no, se parte de su entrega y servicio hacia los demás, olvidando este la necesidad de contar con espacio y tiempo para reformular, reflexionar en torno a su vivencia como educador, no solo en lo técnico sino en su autoconocerse para inspirarse hacia un quehacer ético y de buen servicio. Quiere decir este trabajo, el servidor requiere de un espacio especial para inspirarse en su servir.

Ahora en cuanto a su vida personal, la sensación de vértigo que menciona Ángel Pérez Gómez, es parte de esta insatisfacción, sus relaciones establecen redes de desconfianza ante el juicio de los demás. La incertidumbre genera un no saber con quién contar, en quien confiar, de manera tal, su vida al limitarse por estos aspectos, generan praxis en donde se proyectan tales sentimientos. Se repliega hacia un no querer-saber pues si sabe se compromete con una amenaza. Puede ser mal evaluado, puede ser juzgado/a, puede perder su referencia profesional. La insatisfacción es definida aquí como una inconformidad con el quehacer educativo y sus relaciones sociales inmediatas: aula, pares, directivos, apoderados/as y comunidad. Es la autopercepción profesional de no dar abasto en las innumerables demandas exigidas: cumplimiento de objetivos según programa y contenidos sin considerar el proceso de enseñanza-aprendizaje, su transversalidad; experticia en disciplina, ante un alumnado numeroso y a veces también disconforme; conducción de apoderadas y apoderados ausentes, agresivos y traspasados por la problemática social de la misma sociedad post moderna, por nombrar algunas.

Cabe señalar como fuente de insatisfacción la gran ausencia en el curriculum educacional: el profesor y profesora como persona integral.

El separar “mundo privado” y “mundo social” produce una dicotomía, cuyo efecto conlleva insatisfacción, entre las experiencias vividas y el deber ser un profesional de servicio. Muchas veces se dice, el profesional no debe llevar su casa al trabajo, y esto produce la lectura donde el profesor o profesora debe reprimir sus emociones. Es de común acuerdo el no dar a conocer la vida privada entre los estudiantes, el problema radica en negar la emocionalidad natural vivida entre el “mundo privado” y el “mundo social”. Lo emocional-profesional lo entendemos aquí como el desarrollo natural de expresar y dar presencia a cómo vive lo que hace, desde la prudencia y la responsabilidad.

“Dentro del modelos educativo de transferencia que aquí presentamos, el docente se concibe como un ser integral e integrado a su sociedad. Para Rivas Balboa (1995:222), todo modelo educativo debe satisfacer ciertas necesidades, entre la que destacamos “la necesidad de amar, ejercer la capacidad de ser bondadoso y de compartir emociones y sentimientos con sus alumnos y semejantes” y “la necesidad de emplear y desarrollar talento y potencial psicológico que se tiene dentro de un ambiente de aprendizaje y crecimiento intelectual permanente” (Fraca de Barrera, Lucía. Pedagogía Integradora en el Aula) (pág.18)

La vivencia es registrada por la historia personal construida del profesor y profesora, y al registrarse pasa a ser parte de las acciones, actitudes y formas con la cual se trabaja en el aula. Si se vive una experiencia dolorosa, en clases se proyectara parte de ese dolor, a través del cuerpo, la energía y el ánimo para enseñar. No todos los profesores tienen actitudes de resiliencia, capacidad de sobreponerse ante los hechos desestabilizadores. Sin embargo la resiliencia, es un ejemplo posible de aprender. ¿Dónde se aprende? Se aprende en el compartir experiencia, Rivas Balboa nos habla de “necesidad de amar” y para amar a otros es necesario experimentar el amor en sí mismo, misma. Ese espacio es el necesario de crear para que esta retroalimentación sea coherente (aula-docente). El currículum menciona

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