Schelling-Del Pricipio Del Idealismo Trascendental

Schelling dice que todo saber es coincidencia del objeto con el sujeto. De esa forma, la naturaleza es descrita como todo lo que contiene lo objetivo del saber mientras que al Yo le pertenece todo lo subjetivo, lo consciente y lo representable y a la naturaleza lo representable y lo inconsciente. Como por el saber todo objeto y sujeto están unidos se empieza a preguntar cuáles de estos dos factores es prioritario para comprender la identidad. Con la exposición de lo objetivo como prioridad presenta a lo subjetivo como no contenido en el objeto. Así, excluye la subjetividad del concepto de naturaleza ya que no puede representarse por sí misma. Por eso para llegar al saber, que es unión del objeto con el sujeto y siendo la naturaleza lo objetivo, hay que llegar a una naturaleza que sea representada, que alcance a lo inteligente. Es la base de una teoría de la naturaleza, que se comprenda por leyes naturales, que en realidad serían leyes del pensamiento. De esa forma, la teoría de una ciencia de la naturaleza acabaría en una inteligencia donde el objetivo es convertirse en objeto único, que sería en realidad la razón en sentido último, considerando que es una tendencia a hacer inteligente a la naturaleza. Ahora bien, para Schelling la tarea fundamental de la filosofía trascendental es explicar cómo puede existir una reciprocidad entre el mundo objetivo y el subjetivo o lo que es igual entre el objeto y la representación. Para eso Schelling habla de una armonía preestablecida entre el mundo real y el ideal, que sólo puede ser pensable en caso de que no sólo se manifieste en el mundo objetivo, sino también en el subjetivo. Para conseguir esta armonía Schelling compara la actividad consciente de la conciencia con la actividad productiva inconsciente de la naturaleza, con lo que la armonía queda explicada desde el punto de vista de la actividad productiva. Los productos de dicha actividad son de naturaleza consciente e inconsciente. Así, la naturaleza aparece con sus productos de doble forma, es decir, de manera que son producidos conscientemente y por otra parte son sin conciencia. En sí misma la naturaleza parece tener un fin propio, es decir, teleológica y por otra parte no puede ser explicada de este modo ya que al no ser consciente de su actividad tampoco tiene un fin en sí misma.

Desde este punto de vista la naturaleza es fundamental para explicar la filosofía trascendental, ya que al ser parte de ella consciente, es la inteligencia la que, al ser absoluta y única, da lugar tanto a la materia como a la forma, con lo que es lo absolutamente orgánico. A partir de este concepto donde la inteligencia se configura como orgánica, Schelling interpreta a la naturaleza configurada como un organismo similar al organismo individual más fino e inmediato de la autoconciencia. Ahora bien, para que esta naturaleza se configure como orgánica, como inteligencia que es que necesita intuirse se tiene que comprender como un proceso productivo de causa y efecto, que se plasma en sucesión de representaciones. Este tipo de sucesiones de representaciones es la organización, que en realidad es la sucesión encerrada en límites y representada como fija, según Schelling. Esta organización no es más que la imagen reducida del universo, con lo que la inteligencia a lo que aspira con la sucesión en realidad es la organización del universo propio y de la naturaleza. De esta forma, la inteligencia se intuye a partir de esta sucesión de representaciones, con lo que la organización es un principio interno del objeto y como actividad consciente y organizada se intuye como organismo vivo. Al ser ella misma productora por su actividad consciente y producto limitado por su actividad inconsciente,

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