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Se Venden Perritos


Enviado por   •  3 de Junio de 2014  •  1.247 Palabras (5 Páginas)  •  283 Visitas

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Se Venden Perritos... 

Un tendero estaba clavando sobre la puerta de su tienda un letrero que decía: "Se venden Perritos" Letreros como ese tiene una atracción especial para los niños pequeños y efectivamente, un niño apareció bajo el letrero del tendero.

-¿Cuánto van a costar los perritos?- pregunto

-Entre 30 y 50 dolares - respondió el tendero.

El niño metió la mano en su bolsillo y saco un poco de cambio, - tengo 2 dolares y 37 centavos dijo - ¿puedo verlos, por favor? El tendero sonrió y silbo, y de la caseta de los perros salió Dama, que corrió por el pasillo de la tienda seguida de cinco

pequeñitas, diminutas bolas de pelo. Un cachorro se estaba demorando considerablemente. El niño inmediatamente distinguió al perrito rezagado y cojo.

-¿Que le pasa a ese perrito?- pregunto

El tendero le explico que el veterinario había examinado al cachorro y había descubierto que le faltaba una cavidad de la cadera, cojearía por siempre. Estaría lisiado toda su vida. El niño se entusiasmo.

-Ese es el perrito que quiero comprar.

-NO, tu no quieres comprar ese perrito. Si realmente lo quieres, te lo voy a regalar- dijo el tendero.

El niño se enfado mucho.. Miro al tendero directo a los ojos, y moviendo el dedo replico:

-No quiero que me lo regale. Ese perrito vale exactamente tanto como los otros perros y voy a pagar su precio completo. De hecho, ahorita le voy a dar $2.37 dolares y luego 50 centavos al mes hasta terminar de pagarlo.

El tendero replico: --Realmente no quieres comprar este perrito.

Nunca va a poder correr, brincar ni jugar contigo como los otros cachorritos.

Al oír esto, el niño se agacho y se enrollo la pierna del pantalón para mostrar una pierna izquierda gravemente torcida, lisiada, sostenida por un gran aparato ortopédico de metal. Miro al tendero y suavemente le respondió.

- Bueno, pues yo tampoco corro tan bien que digamos, y ¡el cachorrito va a necesitar a alguien que lo entienda!

El hombre estaba ahora mordiéndose los labios, y sus ojos se llenaron de lágrimas... sonrió y dijo: "Hijo, solo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tu".

En la vida no importa quien eres, sino que alguien te acepte, te aprecie y te ame tal cual eres.

Con Que Ojos Miramos… 

Dos hombres, ambos seriamente enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno de ellos se le permitía sentarse en su cama por una hora cada tarde para ayudar a drenar los fluidos de sus pulmones. Su cama estaba junto a la única ventana del cuarto. El otro hombre debía permanecer todo el tiempo en su cama tendido sobre su espalda. Los hombres hablaban por horas y horas. Hablaban acerca de sus esposas y familias, de sus hogares, sus trabajos, su servicio militar, de cuando ellos han estado de vacaciones.

Y cada tarde en la cama cercana a la ventana podía sentarse, se pasaba el tiempo describiéndole a su compañero de cuarto las cosas que él podía ver desde allí. El hombre en la otra cama, comenzaba a vivir, en esos pequeños espacios de una hora, como si su mundo se agrandara y reviviera por toda la actividad y el color del mundo exterior. Se divisaba desde la ventana un hermoso lago, cisnes, personas, nadando y niños jugando con sus pequeños barcos de papel. Jóvenes enamorados caminaban abrazados entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes y viejos árboles adornaban el paisaje y una ligera de horizonte en la ciudad podía divisarse a la distancia.

Como el hombre de la ventana describía todo esto con exquisitez de detalle, el hombre de la otra cama podía cerrar sus ojos e imaginar tan pintorescas escenas. Una cálida tarde de verano, el hombre de la ventana le describió un desfile que pasaba por ahí. A pesar de que el otro hombre no podía

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