Semillas Radiactivas

Semillas radioactivas

Cierto día de verano, el agricultor Óscar se percató de que algunas plantas de vid presentaban coloraciones negras imitando un tipo de putrefacción, pero no le prestó mucha atención ya que, pensaba que era simplemente la humedad. A las pocas horas, Óscar recibió una llamada de la distribuidora de su viñedo para informarle que todo el cargamento de uvas había llegado en muy malas condiciones y que tendrían que devolver los camiones al lugar de origen; todo esto causó en Oscar una gran preocupación, por lo que llamó a un laboratorio agrícola que se encargaba de supervisar el viñedo cada año.

Mientras Óscar llamaba al laboratorio, llegaban poco a poco los camiones cargados de cajas con uvas; cuando el último camión llegó, el chofer llamado Mauricio se dirigió hacia Óscar para decirle algo de suma importancia. Mauricio le dijo que tenía la queja de su esposa sobre la calidad que presentaban las uvas al adquirirlas y que a uno de sus hijos le había dado una infección por consumir esas uvas. Óscar quedó atónito al instante, así que corrió rápidamente a recibir al grupo de científicos que había llegado al viñedo.

Los científicos Édgar y Liliana hicieron un recorrido en varias secciones del viñedo y se percataron de que la enfermedad estaba en la mayoría de las plantas lo que provocaba que los frutos crecieran con la misma; después de examinar y tomar muestras, se dirigieron hacia Óscar para informarle que la enfermedad que presentaban las planta eran una llamada “putrefacción negra” que era una enfermedad muy grave de las uvas causada por el hongo Guignardia bidwellii. Y que las plantas de uvas son más susceptibles a esta enfermedad durante temporadas cálidas y húmedas. Le explicaron también que el hongo ataca a todas las áreas de la vid, pero particularmente daña la fruta, haciendo que las uvas se sequen y se vuelvan negras.

Liliana después de ver la condición del viñedo, se interesó en conseguir información sobre las personas que habían consumido esta fruta “enferma”, así que se dio a la tarea de entrevistar a los trabajadores del viñedo para averiguar si alguien tenía queja alguna sobre el producto o el agricultor (dueño del viñedo) Óscar. Uno de los trabajadores con los que tuvo la oportunidad de conseguir información sobre el caso fue uno de los choferes de los transportes de la distribuidora, Mauricio, que ya antes le había mencionado el problema con su familia a Óscar. Después de esta charla, Liliana se sintió muy decepcionada del agricultor Óscar por mantener su viñedo en malas condiciones y no haber llamado al laboratorio agrícola para que hiciera su revisión cada año.

Al llegar al laboratorio después de la inspección, Édgar le preguntó a Liliana qué información había conseguido sobre las condiciones del viñedo, a lo que Liliana contestó que era muy malas opiniones y experiencias. Édgar inmediatamente se propuso a analizar la planta de vid que había llevado de muestra, por lo que encontró que la enfermedad se encontraba desde las raíces, así que supuso al instante que la infección provenía de dos cosas: la tierra o las semillas que venían de otro cultivo. Liliana tuvo que regresar después de esto al viñedo para averiguar de dónde obtenía las semillas, fertilizantes u otros productos que usaba el señor Óscar en su viñedo, así que partió. Al llegar, encontró al agricultor Óscar dando órdenes para que los camiones volvieran a cargar el producto y lo trasladaran inmediatamente a la distribuidora sin importar las condiciones, ya que argumentaba que no perdería el dinero obtenido solamente por algunas uvas defectuosas. Liliana al escuchar esto, intervino entre el alboroto por la trasladación de las uvas y se dirigió hacia Óscar con mucho coraje haciéndole saber que su viñedo tenía un grave problema de plaga y enfermedad, y que si se le ocurría distribuir sus uvas sería el causante de muchas enfermedades a la población, incluyendo la muerte. El señor, en tono agresivo le dijo que sí le importaba la salud de las personas, pero que si no llevaba la carga a la distribuidora, perdería todo el dinero que ya había obtenido, y que prefería no perderlo y que la empresa se hiciera cargo de la decisión de vender la mercancía o desecharla.

Al escuchar que los argumentos de Óscar no mostraban verdadero interés en las

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