Viaje A La Semilla
Enviado por mary0432 • 22 de Mayo de 2013 • 728 Palabras (3 Páginas) • 652 Visitas
Parte I: demolición de la casa.
-¿Qué quieres, viejo?
Cayó la pregunta.
Habían descendido las tejas.
Haciéndolas rodar.
Una Ceres con la nariz rota y el peplo desvaído.
Los peces grises del estanque.
Iban rebajando la altura secular de la casa.
Dieron las cinco.
La Ceres apretaba los labios.
Cuando cayó la noche.
Parte II: “desdemolición” de la casa.
La casa creció.
La Ceres fue menos gris.
Hubo más peces en la fuente.
Don Marcial, el Marqués de Capellanías, yacía en su lecho de muerte.
Parte III: Don Marcial se “desmuere”
Don Marcial pulsó un teclado invisible y abrió los ojos.
El Padre Anastasio.
Era el amanecer. El reloj del comedor acababa de dar las seis de la tarde.
Parte IV: Don Marcial “desenviuda”
Fue entonces cuando la Marquesa volvió, una tarde, de su paseo a las orillas del Almendares.
Al crepúsculo, una tinaja llena de agua se rompió en el baño de la Marquesa. Luego las lluvias de mayo rebosaron el estanque.
El piano regresó al clavicordio.
Blanquearon las ojeras de la Ceres.
Más fogoso Marcial...
Borrábanse patas de gallina, ceños y papadas, y las carnes tornaban a su dureza.
Parte V: Marcial se “descasa” (ya no dice Don).
(...) advirtieron que se conocían apenas.
Después de un amanecer alargado por un abrazo deslucido, aliviados de desconciertos y cerrada la herida, ambos regresaron a la ciudad. La Marquesa trocó su vestido de viaje por un traje de novia, y, como era costumbre, los esposos fueron a la iglesia para recobrar su libertad.
La ceres fue sustituida por una Venus italiana.
Parte VI: Marcial alcanza la minoría de edad
(...) Marcial tuvo la sensación extraña de que los relojes de la casa daban las cinco, luego las cuatro y media, luego las cuatro, luego las tres y media... Era como la percepción remota de otras posibilidades.
Y hubo un gran sarao, en el salón de música, el día en que alcanzó la minoría de edad. Estaba alegre, al pensar que su firma había dejado de tener un valor legal.
(...) Marcial pegó tres bastonazos en el piso, (...)
Parte VII: Marcial se “deseduca”
Don Abundio (...) se sentaba gravemente a la cabecera de la cama de Marcial, dejando caer al suelo su bastón de ácana.
El mundo de las ideas se iba despoblando.
Parte VIII: Marcial se “desvive” en niño
· Una mañana en que leía un libro licencioso, Marcial tuvo ganas, súbitamente, de jugar con los soldados de plomo (...)
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