Seminario “Límites y perspectivas de la noción de comunidad: Alteridades y semejanzas”
Enviado por Julio Garcia Perez • 2 de Mayo de 2018 • Ensayo • 1.936 Palabras (8 Páginas) • 101 Visitas
Seminario “Límites y perspectivas de la noción de comunidad: Alteridades y
semejanzas”
Julio Eduardo García Pérez
Música y Comunidad: El Metal como género musical
La noción de comunidad es un concepto polisémico, ha tenido múltiples
interpretaciones a lo largo de la historia y se ha abordado de diferentes maneras.
Rousseau plantea que la sociedad se crea por un contrato social (Honneth, 1999),
es decir, es una sociedad contractual en donde desde que llegamos a este mundo
estamos sujetos a contratos que determinaran la forma de vincularlos. Tönnies
diferencia el término de comunidad a partir de que ésta no es una sociedad, va
más allá de los contratos establecidos en ella (Honneth, 1999). Locke, Kant o
Hegel piensan este término como una forma de relaciones que no están
determinadas por un contrato social sino por vínculos establecidos entre ellos
(Honneth, 1999), Durkheim nos habla de relaciones que transcienden la política
(Honneth, 1999) y es entonces que después de la Segunda Guerra Mundial el
término se ha abordado desde tres perspectivas distintas que comparten un eje: lo
común. La comunidad constituida desde esos sujetos que tienen una causa en
común, los que tienen una procedencia en común o aquellos que comparten
perspectivas históricas y biológicas en común (Honneth, 1999). Es decir, el
término se aborda entonces desde aquello que hace a los sujetos tener algo en
común.
En este muy breve y superficial resumen es desde el que partiré para dar cuenta
de un fenómeno social en el que quizá podamos ver un esbozo de comunidad en
la actualidad. La música y su papel en la construcción de las comunidades que
dan cuenta de sí mismos a partir de sus géneros; por ejemplo se habla de los
metaleros, los rockeros, los reggaetoneros, etc.; como grupos de sujetos que no
tienen algún tipo de vinculación contractual y que lo único que se podría decir que
los une, es el gusto por un género musical en común. En orden de poder
desarrollar el término de comunidad en un fenómeno, se hablará específicamente
de los nombrados metaleros, sujetos vinculados a un género musical en
específico, el Metal; estereotipados por una forma particular de vestimenta, como
chamarras de piel, estoperoles, cabello largo, chalecos y pantalones de mezclilla,
perforaciones, tatuajes y demás marcas con las que se las he encasillado. Es a
partir de ellos que reflexionaré sobre los metaleros con la mirada polisémica del
concepto de comunidad.
Si partimos de las concepciones de comunidad descritas más arriba podemos
afirmar que en la música no se encuentra ningún contrato de por medio que
vincule las relaciones que los sujetos tendrán dentro de ella. Si bien se podría
hablar de que en algún concierto de música, al momento de comprar el boleto de
entrada se genera un contrato, no determina la forma en que dentro del concierto
se vincularan los sujetos o de que a partir de ello van a construir una comunidad
que los pueda definir como sujetos y dar cuenta de sí mismo a partir de ello. Esto
es, hablar de un nosotros que los nombre como un sujeto colectivo. Entonces ¿a
partir de un género musical puede construirse la comunidad de los metaleros? Si
partimos de los conceptos de la comunidad como eso que construye vinculo sólo
por ser del orden de lo común podemos dar cuenta que ninguna noción de
comunidad parece aproximarse a una explicación de la comunidad metalera. No
parece existir una causa en común para superarse, pues la experiencia que le
producirá a cada una el genere parece meramente individualista; no tienen una
procedencia en común pues los metaleros se encuentran en todo el mundo con
historias de vida distintas en contextos totalmente diferentes; lo común de una
perspectiva histórica o biológica se queda al corto al incluir la pluralidad de los
sujetos que se nombran como metaleros, pues hay una multiplicidad de contextos
que conviven quizá en un solo espacio. Sólo tienen en común la práctica de
escuchar un género musical en específico ¿Es suficiente para que con ello puedan
construir una identidad colectiva?
La construcción de la identidad del nosotros (Innerarity, 1986) se produce al
mismo tiempo que ellos, que la diferencia con los otros. Esto quizá podría verse en
la forma de vestir tan particular con la que son estereotipados, es en su vestimenta
donde intentan dar cuenta de la diferenciación que existe con los otros; ellos, los
que no escuchan Metal. Se podría decir que se diferencian a partir de cómo se
visten, de cómo y lo que marcan en su cuerpo, es a partir de su corporalidad con
los otros que construyen su diferencia; los tatuajes, el cabello largo, las
perforaciones como marcas visibles con las que se diferenciaran y con la que
construirán juntos una identidad colectiva (aquí faltaría una reflexión en torno a
cómo el mercado se ha apropiado de estos estereotipos para venderles ropa
específicamente diseñada para ese grupo, como en la modernidad se vende esta
identidad a los sujetos. Tomando en cuenta, claro, que la identidad y la comunidad
no es lo mismo). Pero no todos los metaleros se visten o hacen evidente el gusto
que tienen por este género en su ropa o estas formas con las que se marcan.
Habrá quien decida no hacerlo. Parecería que esta diferenciación por medio de la
vestimenta no alcanza para construir la comunidad metalera. Quizá la
diferenciación por medio de la categoría daría la pauta para pensarlas como
comunidad al excluir a todos los demás géneros que no sean considerados como
Metal y construir una categoría en donde sólo se permita la inclusión de aquello
que cumple con ciertas características para ser nombrado como “Metal”; sin
embargo, esto solamente parece aplicar a la música, no a los sujetos, pues se
trata no sobre lo que debe ser o escuchar el metalero para ser considerado como
tal, sino de las formas de la música en la que serán categorizadas en un género
musical
Otra forma de aproximarnos a una posibilidad es la proxemia desarrollada por
Mafessoli (2004) como ese espacio de proximidad con el otro, de acercamiento,
de presencia. En este sentido, podríamos construir la comunidad
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