Seminario Renacimiento

Una pregunta que surge desde el inicio de los estudios es sobre la inclusión de saberes concernientes con la filosofía. Es evidente que una primera y superficial mirada no profundice nada al respecto, pero en la medida que los estudios van avanzando, no sólo se encuentra puntos importantes como referente a la epistemología, se necesita de los presupuestos del conocimiento; del pensamiento racional ya que en el fondo no es más que un proceso de racionalización del capital para lograr el bien común dentro de un marco de justicia. En efecto la filosofía hunde sus raíces en el gobierno que es promulgado por la voluntad de pueblo que entrega parte de sí misma a un ente mayor llamado Estado para que legisle, ejecute unas leyes y se encargue de preservar la paz interna y con otras comunidades. Pero mientras el poder este en mano de una élite que se autodefine como representantes divinos sin darle cabida al pueblo.

Por consiguiente este ensayo, de la modernidad, estará centrado en John Locke como un exponente de la democracia liberal. Filósofo e involucrado con los problemas de su tiempo, refutó la teoría pesimista sobre la naturaleza humana y la legitimización del poder divino de los reyes. En un segundo momento se desarrollará de forma sintética la visión tridua del gobierno y de algunas sugerencias para que se dé un verdadero desarrollo. Cabe anotar que este trabajo es fruto de reflexiones personales, pero para no caer en la mera especulación, se hará citación del material suministrado para sustentar lo expuesto. Por último a manera de conclusión, me atreveré a dar unas pautas con base en lo expuesto con el objetivo de educar para construir una verdadera sociedad democrática.

Ese es el verdadero humus, suelo que se requiere para que la filosofía pueda realizar su misión de la mejor manera posible.

La doctrina política de John Locke se encuentra contextualizada dentro de unas situaciones concretas, es decir que no fue fruto del azar o de una mera especulación. Como ya se hizo saber en la introducción, este pensador inclinado por la filosofía y las letras, no pudo dejar conocer su visión política la cual tenía como objetivo en un primer momento refutar la tesis de la época que legitimaba el derecho divino de los reyes. Esta concepción se fundamentó en cierta forma en presupuestos pesimistas acerca de la naturaleza del hombre como la de Thomas Hobbes que propugna que el hombre es lobo del mismo hombre y como la de Nicolás Maquiavelo que justifica la violencia con el objetivo de mantener el orden social ya que los hombres se mueve en medio de relaciones egoístas e incapaces de buscar un bien común por sí solos.

Por ende, se necesita una instancia superior para mantener el orden y que sea expresión de un gobierno que dirija las voluntades de las personas. No obstante, Locke coloca unas bases ideológicas partiendo del individuo para luego llegar a la conformación de la sociedad y por último al Estado como tal.

Lo primero que se debe tener en cuenta es la visión optimista de la naturaleza humana. Para Locke el ser humano no vive porque sí en guerra, él es un ser racional y su conducta no es el resultado de los instintos y de las baja pasiones, sino de la razón. De hecho reafirma que el hombre en su estado natural vivía gozando de libertad, de igualdad; no existían unas leyes coactivas. Pero como resultado de un tránsito hacia la sociabilidad que es al final de cuenta la que origina el poder político, los hombres deben renunciar, por consentimiento propio a algunas libertades, por decirlo así, aunque todos sean libres, iguales e independientes. La pregunta sería ¿con qué objetivo se hace esto? De acuerdo al pensamiento de Locke, las personas al convenir unirse en sociedad, alguien debe proveerle seguridad y tranquilidad y permitirles gozar de los bienes que con el esfuerzo de su trabaja han logrado adquirir. Esto quiere decir que el gobierno como tal ha sido creado por el pueblo, que lo mantiene para asegurar su propio bienestar. Como se puede observar el absolutismo y la forma de gobierno legitimada en el derecho divino de los reyes, se encuentra ante una visión política fundamentada en el pueblo; se invierte entonces la pirámide política del momento. Además se debe subrayar que la creación

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