Seminario de Investigación “La cultura escolar: identidad”.
Enviado por Koralita Rosas Torres • 25 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 5.529 Palabras (23 Páginas) • 122 Visitas
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL[pic 1]
UNIDAD 21
Maestría en Educación, Campo Formación Docente
Generación XXI
Seminario de Investigación
Cuarto Semestre
Ensayo:
“La cultura escolar: identidad”.
Presenta:
María del Coral Rosas Torres
Docente del Seminario:
Mtra. Luz Divina Trujillo
Mexicali, Baja California a octubre del 2015
Índice
1. Introducción. | |
2. Problemática. | |
3. Planteamientos investigados e ideas del concepto | |
3. A manera de cierre. | |
4. Fuentes de consulta. |
1. Introducción
El presente escrito, tiene la finalidad de ampliar la mirada que se tiene a los procesos identitarios por los que pasa y vive cada sujeto, en particular
Se percibe a la identidad contemporánea como una interrogación sobre uno mismo, es un mundo tan golpeado por la globalización, es importante observa los procesos por los que transitan la sociedad.
2. Problemática
Cuando se habla de identidad se suele remitirse a rasgos abstractos como la lengua, tradiciones hasta conductas que resaltan y suelen estereotiparse de un conjunto de personas que comparten entre si modos de vida, sin embargo, hoy en día la sociedad se encuentra sumergida en una hibridación de costumbres y tradiciones en la cuales es difícil diferenciar las características que diferencian a ciertos grupos de otros.
La Planetarización que viven las ciudades y los países, ha difuminado las fronteras o los rasgos que delimitaban los grupos, lo cual plateado desde la idea de un bienestar común para los seres humanos no suena descabellado, sin embargo, esta planetarización ha borrado los límites de lo auténtico, las historias de lucha y progreso de cada nación, se tiende a la copia de estándares económicos, políticos y sociales de grandes ciudades cosmopolitas que tienen en común una gran actividad económica con un capital humano calificado según sus necesidades mercantilistas, gran flujo de información que no alcanza en ocasiones a ser procesada, una gran participación política en los temas de economía y sociales; esta situación ha hecho que las pequeñas ciudades con sus comunidades e ideas compartidas difuminen sus costumbres y adopten otras establecidas por la globalización.
La identidad da a los seres humanos conciencia colectiva, solo esa conciencia podrá hacer que los pueblos superen las barreras para el desarrollo potencial de las personas, la noción de identidad se ha borrado y con ello se han pluralizado las acciones de agresividad, falta de conciencia y responsabilidad. Se observa seres menos comprometidos con su comunidad, preocupados por cuestiones efímeras como la moda y la obtención de bienes, acríticos ante los sucesos que marcan la historia del país.
Las políticas públicas se han dirigido al incremento de la competencia en la ciencia y la tecnología, y aunque estás generan un progreso económico, no hacen más humano a los seres humanos, las relaciones entre sujetos está falta de una ética que humanice, puesto que se observan sumergidas en relaciones meramente mercantiles de compra-venta, de competencia, no se reconocen los valores y herencia cultural dada de manera inicial por la familia.
Se considera que es en la etapa adolescente en la que los seres humanos conforman su identidad a raíz de que se conocen y se reflejan en sus otros, definen sus gustos, ideales, costumbres y valores a compartir para una vida plena y en dirección al progreso social, sin embargo estos mismos jóvenes años después no se reconocen en su contexto social dado, transitan en una sociedad sin límites y sin filtro de lo permisivo en su entorno.
Los seres humanos de hoy en día parecen transitar sin identidad, sumergidos en roles, sobre los cuales se ponen la capa social que necesitan para sobrepasar las exigencias sociopolíticas, es interesante ver como estos jóvenes, la mayoría de las veces, no exigen la colectividad o la preocupación por el otro, pero si exigen una inclusión de tipo estatus social, alienados las exigencias de un rol y sin necesidad de sentir un cambio, deshumanizados, acríticos, falto de creatividad.
La globalización ha difuminado los valores compartidos de la herencia cultural; las personas están desorientados, en crisis de identificarse frente al otro, volátiles, manipulables, ignorantes de lo que son, no creen en nada porque no saben en que creer, viven a prisa en una sociedad de consumo, están al pendiente de las exigencias del mercado, se suman al auge de las competencias de estar sobre el otro y no en su compañía en lo que se refiere a lo educativo, las competencias lo han orillado a la individualidad, a desarrollar habilidades propias para subsistir mecánicamente en un mercado.
Para efectos del presente escrito, el adulto joven es el sujeto que transita en la realidad problemática descrita anteriormente, navega en una sociedad posmoderna determinado por la globalización, el libre mercado, dominado por los medios de comunicación, bombardeado por información hegemónica que lo ha delimitado en su razonamiento, discontinuo de su tiempo, parece vivir en una realidad que corre diferente a la terrenal, lo anterior puede leerse desde el punto que los adultos jóvenes no se preocupan por los combates y luchas sociales que se desenvuelven a su alrededor, se muestran ajenos a su realidad, por lo cual están ausentes de la historia de su comunidad, viven en la incertidumbre porque no se proyectan más allá de cuestiones económicas, y cuando lo hace no toman en cuenta los efectos nocivos a sus otros.
Lo anterior muestra un problema que se agudiza día con día, sin un sentir identitario es navegar en una sociedad sin saber quién se es, como se es, y a donde se pertenece, no se tiene idea del presente de lo que se vive, no se proyecta hacia un futuro porque no se tiene sentido del presente y esta falta de sentido es por el desconocimiento del pasado, ya no hay esperanza de progreso porque la adquisición de conocimiento se ha limitado a pensar de manera pragmática, se ha buscado el placer inmediato efímero, se vive en el desencanto y la indiferencia por lo cual el adulto joven actual no es autónomo, no modifica su conducta por que la considere necesaria para su permanencia y progreso del grupo colectivo, sino por las pautas que le marque la globalización y sus imágenes de los aceptable en el mundo del mercado.
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