Sobre la poesía, el mito y la mentira política en República de Platón

Sobre la poesía, el mito y la mentira política en República de Platón

El Estado ideal para Platón no solo está basado en ideales y propósitos vacíos, pues todos los diálogos, en república, son para instruir sobre el cumplimiento de las leyes y la conformación del Estado ideal. Platón abarca cada punto necesario para dejar claro su punto y la idea de Estado que busca. No por ser de mayor o menor importancia se trata el tema de la Mentira Política (Mentira noble) desde el libro II (377d) que empieza a mencionar con un nombre ya dicho. Esto es, pues, necesario para el Estado Ideal, aunque es mentira, y ya la palabra sola tiende a verse como corrompida y dañina para un Estado, es necesaria, como el ejemplo que da Diego Sazo en su texto “Entre el ocultamiento y el engaño. El rol de la mentira política en la Republica de Platón” sobre aquel gobernante que ha perdido a sus hombre, preparados para luchar, no en guerra, sino por la marea y la lluvia que ha hundido el navío (pág. 36). Es solo un ejemplo de lo que Platón ya había expuesto en República, solo una manera diferente de dejar en claro la necesidad de esta mentira noble.

Es indispensable que solo sea utilizada, la mentira noble, por quienes sepan utilizarla, quienes sean aptos y no cualquier personaje que solo busque beneficio propio. Son los gobernantes quienes pueden utilizar esta mentira (389c), Platón (1988) describe a esta mentira como un remedio (389b) y es eso, un calmante para aquellos que no saben lo que sucede y se tranquilizan con una mentira noble. La mentira noble no solo tiene un importante papel en el gobernante, sino que también abarca grandes temas, pues Platón explica su participación en cada aspecto necesario.

Platón es tajante respecto a los poetas de su época, a los mitos que se han inventado y solo hacen temerosos a los niños y hombres libres (387b). Para Platón es necesario también cambiar aquellos mitos en los cuales los dioses son paganos y la muerte es el miedo de cada humano. Pero es necesaria la participación de los mitos y también de los poetas que los cuentan en el Estado ideal de Platón, claro teniendo en cuenta ciertas pautas o la manera como deben cambiar estos mitos homéricos o de otros tantos poetas (387c).

Hay una semejanza entre lo ya mencionado anteriormente: La mentira política (noble) y el mito y la poesía. Pues bien, a sabiendas de lo que Platón quería en ese Estado Ideal, es preciso aclarar cuán importante es la educación allí, pues los niños que sean instruidos en música y gimnasia serán los que lleguen a gobernar, pero esos mitos que Homero ha inventado no son con los cuales los niños deben ser instruidos, y es Platón el que da como un mito debe ser una mentira noble, pues ya no deben ser los dioses los mundanos, ni los héroes revolucionarios en contra de los errores de los dioses, todos esos mitos hesiódicos y homéricos deben ser dichos de manera que remedien a los niños y no que los hagan temerosos ni culpables por cualquier acto (390a). Pues bien, deben ser los mitos cambiados y dichos de manera que, aquellos que lo escuchen, se sientan apasionados y no con miedo a un dios pagano.  

Platón deja en claro que la mentira noble es buena para el pueblo, al dar su aprobación y no solo eso, sino que la usen aquellos a quienes ha nombrado como gobernantes de ese Estado Ideal. Es buena siempre y cuando esta mentira sea en pro del bien común. Bueno respecto a lo bueno para el Estado. Ahora bien, el mito es una mentira, pero Platón busca que sea un mentira política, pues los mitos son utilizados para explicarle al hombre de una manera sutil y que no haga un cambio drástico. ¿Y por qué es el mito necesario? Al tener, el hombre, un conocimiento limitado, es necesario decirle las cosas de manera que las entienda, para ello se utiliza el mito, Diego Sazo dice “De este modo, los gobernantes requieren de la mentira y el ocultamiento, a fin de evitar las penas y dolores que experimentarían los gobernados frente a las duras lógicas que presenta el escenario político” (2008, pág.23)   Concluyendo esta parte, el mito y la mentira política son el mismo, con las premisas anteriores puede concluirse que tanto el mito como la mentira noble son buenas en cuanto se sepan forjar, como menciona Platón, en República, en cuanto a los forjadores de mitos (377c).

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