Sofista
Enviado por mamazita • 21 de Julio de 2013 • Práctica o problema • 2.357 Palabras (10 Páginas) • 364 Visitas
¿Quién es el sofista?
Viejos debates para los nuevos tiempos • Filosofía
Han pasado ya 25 siglos desde que el viejo Sócrates se enfrentara a los sofistas, y sin embargo su enfrentamiento sigue tan vivo como entonces. Por azares del destino (especialmente azares platónicos) siempre hemos tendido a elogiar al bueno de Sócrates, en ese afán suyo encontrar verdades universales, a la vez que hemos despreciado abiertamente a los sofistas. A ellos poco les importaba la verdad, hemos aprendido desde el bachillerato, pero lo cierto es que la recepción de su pensamiento no ha sido todo lo justa que debiera. Para empezar se los mete a todos en el mismo saco (”los sofistas”, “los presocráticos”, nos gusta agrupar y simplificar las cosas) y además se les acusa de ser manipuladores. Platón los llamaba “imitadores de sabios” e “ilusionistas de discursos”. Olvidémonos, por un día, de la posible injusticia de este desprecio a la sofística, y preguntémonos algo tan sencillo como esto: ¿Existen sofistas actualmente? ¿Quiénes son, dónde están?
Para algunos, los sofistas del siglo XXI son los periodistas. Ellos manejan la información, la presentan a su manera, según sus propios intereses o según conveniencias externas. Serían, si aceptamos la comparación, los maestros de la manipulación en el siglo XXI, donde la información se consume a grandes velocidades, y la posibilidad de contrastarla está cada vez más obstaculizada. Para otros, el sofista es el político, el verdadero artista de escapar a las preguntas, de contestar sólo lo que quiere y cuando quiere, y todo un profesional de la palabra, de las expresiones a medias. Jugar con el lenguaje para presentar una realidad parcial forma parte de la vida cotidiana de cualquier político, sin que por ello nadie se rasgue las vestiduras. ¿Acaso no recuerdan a los sofistas muchas de las sesiones de nuestro parlamento, con esos matices lingüísticos de los que, por otro lado, más de una vez hemos hablado aquí?
Pero no conviene mirar sólo para fuera, y acusar de sofistas a políticos y periodistas. Es necesario también hacer autocrítica: ¿Acaso no pueden los sofistas ser los profesores? No olvidemos que los sofistas se caracterizaban por cobrar a cambio de sus enseñanzas, y que eran “profesionales de la enseñanza”. Cualquier profesor es sofista en este sentido, y también los hay (espero que sean los menos) que simplemente están ahí para ganarse la vida, sin disfrutar de lo que enseñan o preocuparse por los alumnos que tienen delante: ¿no es ésta también una forma de sofistería? Y si queremos darle una vuelta más de tuerca al debate, y enfocarlo desde las nuevas tecnologías, podríamos mirarnos un poco más el ombligo, y revisar de un modo crítico nuestras propias bitácoras, y el mundo bitacoril en general: ¿Existen bitacoras “sofistas”? ¿Puede que el formato mismo sea ya una forma de “aparente sabiduría”, tal y como criticaba Platón desde hace ya unos cuantos siglos? Periodistas, políticos, profesores, bitácoras… Hagan sus apuestas.
Estupendo artículo, Miguel. Supongo que los sofistas son a los grandes filósofos como los árbitros a los deportistas y los críticos de arte a los artistas. Se dice que los primeros no pueden llegar a la categoría de los segundos, y por eso se dedican a juzgarlos, casi siempre mal (sobre todo los árbitros). También se dice que los profesores somos tales porque no hemos podido llegar a ser como los artistas o los deportistas de nuestro ámbito. Yo, sin embargo, creo que la época de los grandes filósofos se ha acabado porque ya nadie cree en grandes filosofías: todos somos un poco escépticos. Los sofistas nos recuerdan que todo es relativo, que la Verdad absoluta no existe, que para pensar no hay que elevarse por encima de las cosas humanas y cotidianas, y que la humildad es la única actitud realista. Hay sofistas para todos los gustos, buenos y malos, como los deportistas y los artistas, pero su enseñanza principal es que todo es según el color del cristal con que se mira la realidad. Este relativismo puede engendrar monstruos, pero también puede liberarnos de los absolutos y mostrarnos como lo que somos: simples seres humanos, débiles pero dignos.
§1 | Alejandro Valero | 19/10/2005 | 17:10
No creo que la época de los grandes filósofos haya acabado. Esto dependerá de la visión o interpretación de unos u otros “grandes” filósofos. Filósofos grandes y “no grandes” (según para cual) han debido ser sofistas de alguna manera. Platón también pudo ser un “imitador de sabios” (¿Sócrates, quizás?) y un “ilusionista de discursos”. “El maestro griego que enseña los sentidos de las palabras” puede ser de infinitos grises entre bueno y malo, manipulador o no; hay profesores buenos que disfrutan enseñando, críticos que iluminan éste u otro punto de vista, y profesores que enseñan mal o críticos que nada iluminan. Quizá el mejor crítico, filósofo y profesor diría humildemente, como Borges: “que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído”. La humildad es un buen medidor de la verdad, de lo que somos.
El otro sofismo, el negativo, está de pleno en el ámbito político, y de una forma concreta, como ejemplo de la definición “el que se vale de sofismas” (sofismas: razones o argumentos aparentes con que se quiere defender o persuadir lo que es falso), en la política exterior estadounidense. Pero en fin, en desgraciadamente demasiadas actuaciones políticas internacionales, nacionales o provinciales.
considero que cada persona defiende su postura y que debe estar conciente que sera criticada e incluso contradecida es asi que he tenido la oportunidad de leer respecto a este tema y me parece muy interesante portar parte de ello, talvez mi comentario sea el mas acertado para algunas personas pero desde mi particular punto de vista. con respecto a los sofistas siempre nos haremos la interrogante si existe aun sofistas, cabe mencionar que los estos fueron personajes que trascendieron que dejaron huella;buscaron en la ewducacion un medio en donde los hombres reflexionaran, fueran criticos aunque tambien hubo imposiciones por otrs personajes a estas ideas se pensaba que no eran capaces puesto que su diferencia de clases marcarian la division de ideas asi hasta en este momeno en la actualidad se sigue viendo la discriminacion. sofistas razones o argumentos aparentes con que se quiere defender o persuadir lo que es falso),
SÓCRATES Y LOS SOFISTAS.
La Atenas del s.V a.C. era una democracia radical, restringida pero directa. Los ciudadanos adultos y varones -excluidos los niños, mujeres y esclavos- no sólo tenían el derecho a hablar en la asamblea, sino que era para ellos un deber: discutir, escuchar y decidir. Incluso,
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