Sofistas
Enviado por shii_pe • 29 de Mayo de 2015 • Informe • 982 Palabras (4 Páginas) • 263 Visitas
Los sofistas
Con el avance del siglo V toman mayor relieve las cuestiones referentes al hombre, a su conducta y al Estado: así se habla de un período antropológico que abarca la segunda mitad del siglo V y cuyas figuras principales son los sofistas y Sócrates.
La participación de los ciudadanos en el gobierno llega en esta época a su máximo desarrollo; cada vez interviene mayor número de gente en las asambleas y tribunales, tarea que hasta entonces habían estado reservadas a la aristocracia. Éstos recién llegados a la política buscan información que los capacite para enfrentarse con los problemas de que ahora tendrán que ocuparse, una especie de “Educación Superior”. Necesitan también un instrumento con el que persuadir a quienes los escuchen, un arte que les permita expresarse con elegancia, y discutir, convencer y ganar en las controversias: el arte de la retórica u oratoria. Los encargados de satisfacer estos requerimientos son unos personajes que se conocen con el nombre de sofistas.
Eran maestros ambulantes que iban de ciudad en ciudad enseñando y cobraban por sus lecciones. En general no fueron más que meros profesionales de la educación (Hipias, por ejemplo, se hizo famoso por enseñar la mnemotecnia, el arte de la memoria).
Hoy en día el termino “sofistas” tiene sentido negativo, se llama sofista a un discutidor que trata de hacer valer malas razones y no buenas, y que intenta convencer mediante argumentaciones engañosas.
Si queremos traducir “sofista” por un término correspondiente a nuestros días sería por “profesor” o “conferencista”.
Hubo algunos de estos personajes, que alcanzaron verdadera jerarquía de filósofos: sobre todo Protágoras y Gorgias.
De los escritos de Protágoras (480 – 410 a.C) sólo quedan fragmentos, entre ellos el pasaje que cita platón: “el hombre es la medida de todas las cosas”.
Con este principio llamado (“homomensura”, “el hombre como media”), quedaba eliminada toda validez objetiva, sea en la esfera del conocimiento, sea en la de la conducta; todo es relativo al sujeto: una cosa será verdadera, justa, buena o bella para quien le parezca serlo, y será falsa, injusta, mala o fea para quien no le parezca.
Protágoras enseñaba el arte de discutir con habilidad tanto a favor como en contra de cualquier tesis, pues respecto de todas las cuestiones hay siempre dos discursos, uno a favor y otro en contra, y él enseñaba como podía lograrse que el mas débil resultase el más fuerte, es decir, que lo venciese independientemente de su verdad o falsedad, verdad o maldad.
Al separar el poder y la técnica, por un lado, de los valores de la formación ciudadana y la política, por el otro; y en seguida ordenarlos de modo de hacer primar a la educación, Protágoras está planteando la discusión en su punto esencial. Los hombres pueden alimentarse y construir habitaciones mediante recursos eficientes, pero esos mismos recursos no sirven para enfrentar los problemas más fundamentales de la convivencia. Resuelta una cosa no queda automáticamente resuelta la otra. Esta
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