Suma teologica Tomas de Aquino

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Suma Teológica

Nombre: Ignacio Lavandero

Profesor: Cristian Rettig

Tomas de Aquino nació el año 1224 en Roccasecca y fue un importante miembro e historiador perteneciente a la Iglesia Católica. Se caracterizó fuertemente por utilizar la filosofía dentro del marco religioso, siendo también influenciado por el pensamiento aristotélico, es por esto que existen algunas similitudes en las teorías planteadas por cada uno.

En este ensayo, estableceré un nexo claro entre la teoría de Santo Tomas de Aquino y la teoría de Aristóteles, tal como mencione anteriormente. Existen grandes relaciones entre ambos ya que lo que trata de hacer Tomas de Aquino es poder convertir el pensamiento de Aristóteles en un pensamiento cristiano que tenga como centro de todo a Dios. Para esto me basare en los estudios de cada uno, específicamente en “La Suma teológica” (Tomas de Aquino) y en la “Ética a Nicómaco”, dos textos que estamos analizando actualmente en clases.

Una de las primeras similitudes que puedo notar entre ambos pensamientos en el texto es en cuanto al fin último. Por un lado, Aristóteles planteaba que todas las acciones conducen a un fin último, el cual era la felicidad. Por otra parte, lo que plantea Tomas de Aquino es que “el fin último del hombre es un bien extrínseco, es decir, Dios” (Tomas de Aquino, pág.64). Aristóteles se centraba mayoritariamente en las acciones prácticas, mientras que Aquino creía que alcanzando la bienaventuranza, y la contemplación de nuestra vida se podría alcanzar a Dios (fin último).

Ahora bien, enfocándome en los inicios de la vida, Aristóteles. propone que existe un primer motor el cual es el encargado de mover e iniciar todo lo que existe. Aquino lo que hace es modificar un poco ese “primer motor”, diciendo que el único capaz de  generar eso es Dios.

Otro nexo importante entre ambas teorías es el tema de la virtud. Aristóteles proponía que “adquirimos las virtudes mediante el ejercicio previo, como en el caso de las demás artes: pues lo que hay que hacer después de haber aprendido, lo aprendemos haciéndolo” (Aristóteles, pág. 19, Ética a Nicómaco), mientras que Tomas de Aquino dice: “Mas las potencias racionales, que son propias del hombre, no están determinadas a un solo acto, sino más bien indeterminadas respecto de muchos; pues se determinan a los actos por los hábitos, según consta por lo dicho anteriormente. Por tanto, las virtudes humanas son hábitos.” (Tomas de Aquino, pág. 422) En otras palabras, ambos filósofos proponen que las virtudes, las cuales son de suma importancia en el camino hacia el fin último, se deben trabajar ya que más que algo natural del hombre son hábitos que se van construyendo y mejorando a lo largo de la vida para alcanzar la plenitud.

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