Sócrates en el juicio
Enviado por luisito939393 • 16 de Abril de 2015 • 1.028 Palabras (5 Páginas) • 215 Visitas
Sócrates en el juicio al que es llevado acusado de no creer en ningún dios, de convertir el argumento más débil en el más fuerte, de ser un orador habilidoso y de corromper a la juventud. Sócrates comienza su defensa dirigiéndose al jurado y a todos los atenienses, asegurando ignorar la impresión, que lo dicho por sus acusadores, haya dejado en lo presentes y pidió que le fuera permitido demostrar que nada de lo dicho se ajustaba a la realidad. Sócrates dejó en claro que no utilizaría palabras rebuscadas, ni hermosos discursos para lograr convencerlos de que lo absolvieran, defendiendo ante todo la verdad y la justicia.
Sócrates se defendió desmintiendo con fundamentos y pruebas las acusaciones de las que lo culpaban Melito, Licón y Anito. Melito lo hacía en representación de los poetas, Licón en representación de los oradores y Anito por los políticos y artistas; cada cual representando a un sector de la sociedad. Ellos consideraban a Sócrates peligroso para la sociedad ateniense porque él era un hombre que pensaba y que se cuestionaba. La apología muy interesante puesto que es una reflexión acerca de muchos temas en los que Sócrates estaba interesado, además de que lo hacía y lo decía para defenderse; lleva varias fases y habla de temas diversos de los cuales se le acusaba; todos estos temas los abordó de manera muy inteligente; puesto que su objetivo principal era persuadir a los jueces a que le dieran votos a favor y lo absolvieran.
El oráculo de Delfos sin preámbulos, respondió que el hombre más sabio, sin duda alguna era Sócrates, esto lo llevo a un auto examen y decidido a comprobar si esto era cierto, puso a prueba a los políticos, artesanos y poetas, y concluyo que estos eran ignorantes, pues se vanagloriaban de ser los más sabios sin serlo, y a diferencia de Sócrates, el reconocía no ser sabio lo cual lo hacía más sabio que todos. Esto puso en evidencia sus más grandes difamadores, Meletos, Anitos, y Lincón, los cuales se pusieron en complicidad con políticos, poetas y artesanos; para poder llevar ante un tribunal a Sócrates y poder lograr una sentencia a pena de muerte.
cuando se le condena menciona que no tiene miedo de la muerte, porque no se puede temer algo que se desconoce, y se cree que la muerte es un mal; por lo tanto, él dice que no sabe quién será más dichoso si él al morir o la gente en seguir viviendo, puesto que cómo él se imagina la muerte es que se encontrará con todos los personajes griegos inmortales e importantes, como Homero, Hesíodo; con los cuales podría conversar, así dice que si la muerte es así “el moriría gustoso mil veces”. De esta manera así concluye solamente pidiendo una cosa: que si sus hijos en algún momento se creían algo que no eran, los hostiguen y hagan lo mismo que él hizo con los ciudadanos.
Sócrates se condenó a sí mismo a la multa por obedecer a la ley aunque después los jueces al dar el veredicto lo acusaron
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