TEOLOGÍA CUÁNTICA. Comparación de los misterios de la religión con los de la ciencia.

TEOLOGÍA CUÁNTICA. Comparación de los misterios de la religión con los de la ciencia.

Primer Día: la creación ex nihilo y las fluctuaciones cuánticas del vacío.

Teodicio (teólogo) se enfrenta con una duda que no lo deja dormir; ¿Cómo pudo el Creador crear el universo si antes, como piensan nuestros sabios, nada había aún?

Leibniz en su Principio de la naturaleza y la gracia, invocó el "principio de razón suficiente", el cual señala "nada puede existir sin que haya una razón para que así sea y no de otra forma". De lo anterior dedujo que la razón última e irreductible de todo es Dios, que es el ser que contiene en sí la razón de su propia existencia. Él, en su infinita bondad y sabiduría, pensó que era mejor que hubiera algo.

La cuestión no es si Dios creó el Universo o por qué decidió hacerlo, el físico cuántico se planteó la siguiente pregunta, ¿Existía ya la materia y Dios hizo el mundo a partir de ella, o la tuvo que crear Él mismo?

Para los griegos la materia debía ser eterna. Para Hesíodo, Dios sería como el alfarero que fabrica una vasija a partir de la arcilla informe. Platón describe cómo el Demiurgo construyó la tierra y los cielos y colocó a los dioses como intermediarios entre Él y los hombres.                                            Los judíos, según lectura del Génesis, Dios creó el mundo a partir de la nada. Escrito está: "Dios creó el cielo y la tierra. Al principio la tierra era informe y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas...".

Aparte del Génesis, sólo hay dos menciones de la creación del mundo en la Biblia, y las dos se contradicen entre sí. Una se encuentra en el segundo libreto de los Macabeos, cuando una madre le habla a su hijo de la gran bondad y sabiduría de Dios, quien "hizo el mundo de la nada". Por otro lado, en el libro de la Sabiduría está escrito que Dios hizo el mundo a partir de la materia informe, y que la materia existía desde toda la eternidad.

Ex nihilo nihil fit: de la nada, nada se hace.

El vacío como tal no puede existir en el mundo de los átomos porque, por mucho que quitemos materia, siempre quedará "fluctuaciones cuánticas del vacío".

Se puede crear materia de la nada, pero a condición de que esta materia desaparezca en un tiempo, tan corto, que sea imposible observarla. Esto es posible gracias al principio de incertidumbre propuesto por el físico Werner Heisenberg.

Esto genera una pregunta, ¿Puede la materia crearse de la nada y no desaparecer casi instantáneamente?, esto es posible, para entenderlo es necesario retomar un concepto fundamental: la energía.

Todos tenemos una idea intuitiva de lo que es la energía; algo que permite mover las cosas. El descubrimiento crucial fue la conservación de la energía: puede cambiar de forma, pero la cantidad total de energía siempre se conserva. Unas energías se transforman en otras, manteniendo siempre la misma cantidad total.

Dios pudo crear el Universo de la nada ya que es posible que la energía total del Universo sea cero. Esto puede llegar a considerarse gracias a que la energía puede ser tanto positiva como negativa, y la suma total puede llegar a ser cero. La energía en forma de masa es positiva y la energía gravitacional es negativa.

La energía total del Universo podría llegar a ser cero bajo la siguiente explicación; por una parte, está la energía gravitacional de todas las galaxias que se atraen mutuamente y que es negativa y, por otra, la energía en forma de masa de toda la materia en el Universo, que es positiva. Es posible que una cancele a la otra y de este modo la energía total del Universo sea exactamente cero.

De acuerdo con los modelos matemáticos que los cosmólogos han desarrollado, un Universo con energía total igual a cero tendría que expandirse indefinidamente.

Así que el universo es eterno.

Tercer Día: Los milagros divinos y la entropía.

¿Es correcto llamar milagro a algo que sucede de acuerdo a las leyes naturales? o ¿Deberíamos llamar milagro sólo a aquello que sucede en contra de esas leyes?

Antiguamente se pensaba que los milagros eran manifestaciones del poder de Dios, quien podía cambiar a su antojo las leyes naturales que Él mismo había determinado.

Santo Tomás acepta la existencia de milagros y llegó a clasificarlos en tres grados; los que sólo el poder divino es capaz de realizar, los que terminan en situaciones naturales pero fuera de lo común y los que podrían ocurrir en forma natural.

Baruch Spinoza argumentó en contra, si Dios impuso leyes a la naturaleza, ¿Qué necesidad tendría de violarlas Él mismo si las puede aprovechar a su conveniencia?

David Hume tampoco veía motivos para creer en los milagros. Para él, todo conocimiento tenía que estar basado en la experiencia empírica. Si la experiencia nos dice que una enfermedad es incurable, y un enfermo llega a ser curado, es más probable que el diagnóstico haya sido erróneo a que se trate de una curación milagrosa, según la experiencia.

¿Cómo explica Spinoza los milagros narrados en el Nuevo testamento como la transformación del agua en vino en las bodas de Caná, la caminata de Cristo sobre las aguas, su resurrección...?

Se puede encontrar una explicación de todos esos milagros sin tener que suponer que se violen las leyes bien establecidas de la física.

Tomando la transformación del agua en vino, en una fiesta en la que los invitados bebieron vino, las moléculas de este son procesadas en el aparato digestivo, disociadas, expulsadas, y los átomos que las formaban, dispersados por todas partes. Suponiendo que fuera posible filmar la historia de todos esos átomos y luego se proyectada la película al revés. Se vería que los átomos se juntarían y regresarían a las copas. ¿Podría suceder algo así en el mundo real?

...