Tao Te King
Enviado por sebastian1032 • 12 de Febrero de 2013 • 201 Palabras (1 Páginas) • 740 Visitas
Del Tao se puede hablar, pero no del Tao eterno.
Pueden nombrarse los nombres, pero no el Nombre eterno.
Como origen de cielo-y-tierra, no tiene nombre, pero como "la Madre" de todas las
cosas, se le puede nombrar.
Así pues, oculto desde siempre, hemos de contemplar su esencia interna.
Pero manifestándose continuamente, hemos de contemplar sus aspectos externos.
Los dos fluyen de la misma fuente, aunque tengan nombres diferentes; y a ambos se
les llama misterios.
El Misterio de los misterios de la Puerta de toda esencia.
Cuando todo el mundo reconoce lo bello como bello, esto en sí mismo es fealdad.
Cuando todo el mundo reconoce lo bueno como bueno, esto en sí mismo es malo.
Ciertamente, lo oculto y lo manifiesto se generan el uno al otro.
Dificultad y facilidad se complementan entre sí.
Lo largo y lo corto ponen de manifiesto a su contrario.
Alto y bajo establecen la medida mutua.
La voz y el sonido entre sí se armonizan.
El atrás y el delante se suceden mutuamente.
Por ello, el Sabio maneja sus asuntos sin actuar, y difunde sus enseñanzas sin hablar.
No niega nada a las innumerables cosas.
Las construye sin atribuirse nada.
Hace su trabajo sin acumular nada por él.
Cumple su tarea sin vanagloriarse de ella, y, precisamente por no vanagloriarse, nadie
se la puede quitar.
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