Teorias Eticas
Enviado por 1422786 • 30 de Septiembre de 2014 • 2.251 Palabras (10 Páginas) • 312 Visitas
TEORIAS ETICAS
¿QUE ES UNA TEORIA ETICA?
La moral es un hecho. Un hecho ciertamente llamativo si tenemos en cuenta que parece tener que darse doquiera que se encuentre una porción de humanidad. No existe ni parece que haya existido nunca una sociedad en la que no se haya dado alguna suerte de moral. No es concebible siquiera una sociedad humana en la que las acciones valgan moralmente todas lo mismo, en la que sea indiferente, desde el punto de vista moral, que sea lo que se haga.
A lo largo de la historia, los seres humanos han reflexionado de diferentes formas sobre éste y otros rasgos de la moral, tratando de encontrar un mayor entendimiento de la misma. Y las llamadas "teorías éticas" son justamente el resultado de esta reflexión.
En esta unidad didáctica vamos a ofrecer una síntesis de algunas de las teorías éticas más célebres de la Antigüedad: el "intelectualismo moral" de Sócrates, el "relativismo moral" de los sofistas, el "eudemonismo" de Aristóteles, el estoicismo y el "hedonismo" de las escuelas cirenaica y epicúrea. Otras teorías éticas de la Antigüedad -también importantes, pero que aquí no podremos estudiar- son las propias del cinismo, del escepticismo y del neoplatonismo.
Fernández, P. (2011). Teorías éticas clásicas. Septiembre 26, 2014, de Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Sitio web: http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esoetica/quincena3/index_quincena3.htm
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Principales teorías éticas.
• Intelectualismo Moral
• Eudemonismo
• Hedonismo
• Estoicismo
• Iusnaturalismo ético
• Formalismo
• Emotivismo
• Utilitarismo
• Ética discursiva
Anónimo. (2013). Principales teorías éticas. Septiembre 25, 2014, de Filosofia.net Sitio web: http://www.filosofia.nt/materiales/sofiafilia/eec/eec_26.htm
NADIE ESL MALO. INTELECTUALISMO MORAL
Una de las teorías éticas más interesante (y minoritaria) es el intelectualismo moral (asociado tradicionalmente a filósofos antiguos como Sócrates y Platón). Su tesis principal es que para ser bueno lo único que hace falta es ser sabio. Solo el que sabe qué es lo bueno, puede hacer el bien; y basta con saber qué es lo bueno para quererlo y hacerlo. Esta tesis implica supuestos y consecuencias muy polémicas. Veamos.
LA MORAL ES UNA CIENCIA, Y ES CUESTIÓN DE EXPERTOS.
Según el intelectualismo moral, lo bueno es lo que determina la razón (no el instinto, ni la emoción, ni la simple voluntad). Es posible, pues, un saber racional de lo bueno y lo malo. Las "verdades morales" son universales y válidas para todos, tal como las verdades científicas. Además, dado que la ética es una ciencia, no todo el mundo está capacitado para entender y resolver problemas morales (ni siquiera aquellos problemas que afectan a uno mismo). Son los expertos los que deben decidir sobre la bondad o conveniencia de las acciones. Del mismo modo, los asuntos de la política (qué leyes, qué forma de gobierno, etc., son justas) deben resolverlos los expertos o sabios, y no, por ejemplo, a través de los votos.
LA DISCIPLINA Y EL ESFUERZO SON INNECESARIOS.
Si la razón nos dice que algo es bueno, querremos hacerlo, y lo haremos sin esfuerzo (o sin darnos cuenta de que nos esforzamos, como cuando hacemos algo que nos interesa mucho). Si, por ejemplo, la razón nos dice que estudiar idiomas o hacer deporte son buenos para nosotros, lo deberíamos hacer sin mayor esfuerzo. Si hace falta disciplina o “fuerza de voluntad” esto es señal
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inequívoca de que no tenemos claro que lo que hacemos sea realmente bueno para nosotros.
NADIE HACE EL MAL INTENCIONADAMENTE. LOS “MALOS” NO SON MALOS, SINO IGNORANTES.
Todo el mundo actúa siempre bajo la creencia de que lo que hace es lo mejor que puede hacer, dadas las circunstancias. Nadie hace el mal a sabiendas. Incluso el que roba, mata o perjudica a los demás es porque cree que eso es lo mejor que puede hacer (que lo "bueno" es lo que conviene a sus intereses, aunque eso signifique fastidiar a los otros). Nadie es, pues, culpable de nada. Todos creen comportarse lo mejor posible (hasta Hitler creía estar haciendo un bien a sí mismo, a Alemania, a la humanidad entera). Otra cosa es que se sea ignorante y se esté equivocado, y que lo que uno cree que es un bien no lo sea. Pero entonces lo "malos" no son malos, sino solo ignorantes. Y lo que hay que hacer con ellos es convencerles de que están equivocados, es decir, EDUCARLES, no CASTIGARLE o vengarse de ellos. Así, no hacen falta policías ni cárceles, sino profesores (que no parezcan policías) y centros educativos (que no parezcan cárceles). El ser humano es un ser racional, no un animal irracional al que se pueda "educar" con premios y castigos (en lugar de con razones).
SÓLO EL SABIO ES DE VERDAD FELIZ.
La felicidad no es cosa de tontos o inconscientes, como se cree a veces. Sólo el que ejercita su razón buscando el conocimiento (es decir: se dedica a la filosofía) estará en condiciones de conocerse y conocer lo que realmente le conviene. Y solo este podrá adoptar las decisiones más acertadas para encaminarse a la felicidad y "triunfar" en la vida.
ES MEJOR SUFRIR UN MAL A COMETERLO.
Si por ejemplo consideramos que matar es malo, es mejor que te maten a que tengas tú que matar. Si abandonar a un ser querido es malo, es mejor que te abandonen a que seas tú el que abandones a alguien. Si insultar es malo... (etc.). La razón es que si te matan, abandonan, insultan, etc., solo sufre tu cuerpo, solo te sientes mal (sufres emotivamente). Pero si eres tú el que matas, abandonas, insultas, etc., tu acción implica a TODA TU ALMA, sobre todo a tu voluntad y tu razón, que son la parte más importante de ti.
Bermúdez, V. (2013). Nadie es malo... El intelectualismo moral. . Septiembre 25, 2014, de Filosofía y ciudadanía Sitio web: http://filosofiayciudadaniaparacavernicolas.blogspot.mx/2013/06/nadie-es-malo-el-intelectualismo-moral_17.html
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EUDEMONISMO
Muchas veces habrás preguntado para qué sirve tal o cual cosa, pero, en ocasiones, esta pregunta es absurda. Así, si preguntamos para qué sirve la felicidad, la respuesta sería que para nada, pues no es algo que se busque como medio para otra cosa, sino que se basta a sí misma, es un fin. Las éticas que consideran la felicidad (eudaimonía) el fin de la vida humana y el máximo bien al que se puede aspirar son eudemonistas. Ahora bien, decir que el ser humano anhela la felicidad es como no decir nada, pues cada uno entiende la felicidad
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