Terapia Sistematica
Enviado por peragutierrez • 20 de Abril de 2012 • 2.377 Palabras (10 Páginas) • 486 Visitas
¿Qué es la Terapia Sistémica?
El paradigma sistémico surge como exponente de la transformación del pensamiento científico durante el siglo XX, fundamentalmente alrededor de la segunda mitad del mismo. Dicha transformación, producto también del permanente cambio en la concepción del universo, apareció como un fuerte giro en la forma de mirar el objeto de las “ciencias de la conducta”, más precisamente de la Psicología.
Hasta ese momento, las miradas preocupadas por desentrañar los complejos mecanismos subyacentes en los fenómenos humanos, se basaban en la observación e hipotetización sobre lo que puede llamarse “vida intrapsíquica” o “mundo interno”. Dicha postura dio a las ciencias, la posibilidad de construir importantes modelos que reposicionaron el lugar del hombre en el cosmos. Tal mirada intrasubjetiva ya introducía una concepción estructurante de la “historia” en el sujeto humano, precisamente definiéndolo como determinado por aquella, construida a través de sus “otros significativos”.
Del individuo a la relación:
Hasta este momento, la formación de un problema, síntoma o una estructura psicopatológica, radicaba en la “incorporación”, en la aceptación o el rechazo de ideas o representaciones. Por tal motivo, la relación con el “otro” tomaba significado en la historicidad más que en el presente.
En el nuevo paradigma - el sistémico- el foco de atención está puesto en la modificación del sujeto a partir de la interacción con “los otros”. O sea que el foco resulta ser relacional. De ahí la base en la noción de “sistema”, que proviene de la biología y hace referencia a un grupo de elementos interconectados a través de sus propiedades y atributos, que organizan un funcionamiento determinado por reglas.
Sistemas y sus propiedades:
Los sistemas tienen descriptas algunas propiedades que originan consecuencias muy interesantes.
Una de estas propiedades es la de totalidad, que implica la idea de que el todo es más que la suma de las partes. O sea: que la visión o el estudio de cada uno de los miembros de cualquier sistema, NO da cuenta -o es sustancialmente diferente- del estudio del sistema como tal.
La conducta final no es la sumatoria de las conductas de cada integrante, sino algo organizado por la mutua influencia de unos con otros.
Y esta idea entonces da pie a pensar otra propiedad: la causalidad circular, estrechamente ligada con la equifinalidad.Se hace casi imposible hablar de una sin traer a las otras. Trataré de dar cierta cuenta de cada una de ellas.
La causalidad circular se puede entender mejor por diferencia con la lineal, en la que “una” causa origina “un” efecto y la causa siempre es causa y el efecto es siempre efecto.
CAUSA EFECTO
Ejemplo: “El bacilo de Koch produce la TBC”. Como vemos, el tradicional modelo médico biológico- positivista: recortado y descontextualizado.
En la visión circular, nada es causa ni efecto en forma permanente sino que cada elemento del sistema es causa y efecto al mismo tiempo, en tanto que recibe y emite permanentemente.
Un esquema:
A B
Desde esta idea vamos a la tercera propiedad: “equifinalidad”. No interesan las condiciones de origen, sino la forma en que se produce la organización de los sistemas. Por lo tanto: diferentes circunstancias pueden organizar una misma situación y, por el contrario, diferentes situaciones pueden ser producidas por una misma circunstancia de partida.
Otra idea es la de que todo sistema pertenece a un “contexto”, entendiendo este último como el medio que le otorga sentido a los intercambios. Dicho de otra forma: el contexto define cómo debe ser entendida cualquier conducta o mensaje. O sea que las conductas no tienen el mismo significado en todos los contextos (obvio, ¿no?).
La terapia sistémica siempre tiene presente el contexto en que aparecen los problemas; por eso es una mirada relacional y contextualizada.
Aportes comunicacionales:
Lo que la sistémica realza en esta mirada son los intercambios comunicacionales, por lo cual otra de las fuentes de la construcción de este enfoque es la “teoría de la Comunicación Humana”.
Esta teoría aporta ideas tan interesantes como la de pensar que “siempre” hay intercambio comunicacional y dichos intercambios tienen siempre un nivel de contenido y otro de relación, tal que éste último califica al primero. Esta idea es particularmente revolucionaria porque siempre se había puesto el énfasis en el contenido de los mensajes y ahora también se apunta a la “definición” o el acuerdo en la relación. O sea: si dos personas no están de acuerdo en tener la posición que cada una se otorga y le otorga la otra en la relación (-quien quiero ser yo para vos y quien querés vos que sea-), posiblemente los desacuerdos estén presentes en todos los intercambios, se trate del tema que se trate.
Otra idea revolucionaria de este enfoque que fue aportada también por el estudio comunicacional, es la de pensar que todas las personas puntúan desde determinado ángulo, que traduce SU propia y particular manera de ver el mundo, verse a sí mismo y- lo que es fundamental- ver al otro con quien está manteniendo el intercambio. “Lo que pasa es que...”, suele dejar ver la particular forma en que alguien puntúa la realidad.
Lo más grave es que solemos pensar que la forma es que pensamos algo o vemos el mundo, “ES” la forma correcta y la única en que debería ser visto y pensado.
Esto lleva a terribles escaladas por imponer una visión sobre otra que origina NO pocas situaciones de consulta frecuente (además de otras más graves consecuencias para la paz mundial).
Cibernética:
Otra propiedad descripta para los sistemas, dice que éstos siempre tienden a restablecer un nivel de equilibrio que garantizaría la permanencia del sistema como tal. Pero esta propiedad luego fue cuestionada. Y este cuestionamiento tiene que ver con un cambio en la Cibernética. Por lo tanto, aquí tenemos otra fuente teórica de la terapia sistémica.
La Cibernética suele definirse como “el estudio de una particular complementariedad recursiva que atañe a la interrelación de estabilidad y “cambio”.
Dijo Gregory Bateson -uno de los “padres” de la Terapia Sistémica-: “todo cambio admite ser entendido como empeño en mantener cierta constancia, y toda constancia, como mantenida por el cambio”.
En un primer momento histórico, la Terapia Sistémica se movía tendiendo
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