Trabajo Unidad II. El ámbito tradicional de la filosofía de la historia

Filosofía de la Historia I

Patricia A. Flores León

Trabajo Unidad II. El ámbito tradicional de la filosofía de la historia

Idea I. 

Con respecto al séptimo principio de Kant, presenta la conclusión de que no se puede pensar en una sociedad civil sin pensar en su relación, como conjunto, con otras sociedades, las cuales poseen el nombre de estados. De esto modo, el séptimo principio sugiere la necesidad de resolver, primeramente, la relación que tienen los estados entre sí y su sistema de legalidad, para después resolver la problemática de la institución individual.

Kant plantea la idea de un estado civil cosmopolita, a través de la consideración de la creación de una ley común a los estados que determina a su vez la necesidad de la especie por desarrollarse, existe así un antagonismo (cuarto principio) al igual que entre individuos, entre los estados y, por ello mismo, debe de considerarse la creación de una ley que regule las libertades de los individuos que muchas de las veces consiguen contradecirse. Kant menciona que hay ciertas doctrinas y competiciones entre las naciones tales como el expansionismo y las carreras armamentistas, respectivamente, que van en contra de una voluntad unida de naciones y leyes comunes entre ellas.

Los Estados expansionistas no muestran interés en el adoctrinamiento de una razón colectiva de los individuos al interior de estos para destruir a estados menos poderes. Kant menciona que debemos buscar en las libertades de los estados una ley de equilibrio que ha de poseer “principio de igualdad de sus recíprocas acciones y reacciones, para que no se destrocen mutuamente.”

Kant, Emmanuel, (1985). Séptimo Principio en Filosofía de la historia, México, (pp. 52-57.) Fondo de Cultura Económica.

Idea II. 

Kant nos dice que la cobardía y la pereza son las encargadas de mantenernos en la minoría de edad. Como individuos nosotros preferimos mantenernos al entendimiento de otros que someternos y asumir al trabajo de pensar, ya que labor de pensar conlleva consigo no logros de descubrir la realidad en la que nos encontramos sino grandes decepciones que estas apreciaciones derivan, tendiendo que abandonar ciertas creencias establecidas que nos mantienen en la comodidad. Aquellos a quienes hemos sometido nuestro entendimiento no tienen interés en que nos liberemos; desean conservar el dominio que conlleva la sumisión en la cual nos encontramos, favoreciéndose de nuestra ignorancia, privándonos de la libertad.

El uso de la libertad llevará a la ilustración de los hombres, Kant menciona la libertad de hacer “uso público de la razón”, lo cual debe ser permitido para todos, dicha libertad de usar la razón conlleva la libertad de discutir.

Existe una clara distinción entre el arreglo del uso publico y el uso privado de la razón, haciendo uso del ejemplo de Kant con respecto al desempeño de las funciones de un clérigo el cual se encuentra obligado a enseñar la doctrina impuesta por la Iglesia pues, con dicha condición, fue aceptado en su institución. Sin embargo, no posee la libertad de comunicar al público sus ideas y las deficiencias que encuentra en los dogmas de la religión a la cual sirve, el hace uso privado de la razón, no goza de libertad para expresar lo que el desea sino que enseña según el mandato de otros; si el clérigo hablara con su propio discurso y cuestionará las ideas que le fueron impuestas y después acepto, estaría haciendo uso público de la razón disfrutando de una libertad ilimitada.

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