Vivimos en una era marcada por los cambios y las transformaciones en todas las áreas de la vida humana

Vivimos en una era marcada por los cambios y las transformaciones en todas las áreas de la vida humana, en la cultura, la economía, el pensamiento, la política, la sociedad, la tecnología. Una era donde información y comunicación tienden confundirse. Para nadie es un secreto que ya no queda prácticamente institución (administrativa, económica, militar, cultural, social, etc.) que no disponga de un servicio de comunicación, de relaciones públicas y no emita, sobre sí misma y sus actividades, un discurso exultante y elogioso. Por esta razón el mundo se ha convertido en un sistema astuto e inteligente, totalmente capaz de manipular sagazmente a los medios de comunicación y resistir sabiamente esta curiosidad.                                          

El existencialismo plantea que “el ser humano existe desde que es capaz de generar cualquier tipo de pensamiento. El pensamiento hace que la persona sea libre: sin libertad, no hay existencia.” Actualmente muchos ciudadanos consideran que sentados en el sofá de su sala y viendo en su gran pantalla un sensacional conjunto de acontecimientos a base de imágenes fuertes, agresivas y fantásticas, pueden informarse. Este es un error agonizante, por dos razones: primero, porque el supuesto canal de información, estructurado como una ficción, no está hecho para informar si no para distraer y segundo porque la progresión rápida de acontecimientos breves y fragmentados (unos veinte por cada noticiario) produce un doble efecto negativo de sobreinformación y desinformación). Asimismo, los medios de comunicación han olvidado realmente cuál es su fin han perdido su sentido propio, su libertad y ya no son capaces de revelar, de sacar a la luz lo que estaba escondido, de analizar lo que estaba oculto, de explicar lo que no es visible. La confrontación con la televisión es entonces prioritaria a riesgo de hacer revelaciones todos los días, a toda costa; a riesgo de olvidar la ética profesional “traicionando así doblemente a los ciudadanos lectores, tomados como rehenes en esta guerra de medios de comunicación, en la que todos los golpes están permitidos incluso los más bajos”. Para Kierkegaard (padre del existencialismo) la libertad lleva consigo a la existencia propia de una persona es aquello que define su esencia, aquello que constituye su ser y lo distingue del mundo.

En conclusión, el hombre no puede existir en un mundo sin libertad y, por lo tanto, debe buscar un sentido a su existencia, nuestra mayor responsabilidad radica en vivir la vida de forma pasional y sincera sin importar los obstáculos que puedan presentarse, radica en  dejar de vivir condenados a este sistema absurdo al cual nos enfrentamos y evitar a toda costa que este pueda reprimirnos porque solo de esta manera lograremos alcanzar la verdadera felicidad, recuerden que en el momento en el que somos realmente responsables con nuestros actos logramos convertirnos en verdaderos hombres con completa libertad.

...