Xavier Zubiri

Xavier Zubiri

Su filosofía, situada en la senda abierta por Husserl y por Heidegger, desemboca, más allá de la conciencia y de la existencia, en la aprehensión primordial de realidad. Es la raíz de una nueva filosofía. Zubiri ha podido abordar prácticamente todos los grandes temas de la filosofía clásica.

Es importante el encuentro con José Ortega y Gasset, a comienzos del año 1919. Ortega introduce a Zubiri en las principales corrientes del pensamiento europeo, y especialmente en la fenomenología de Husserl. Ortega había señalado que con Husserl se iniciaba en la historia de la filosofía una tercera metáfora, la idea moderna de la conciencia como continente del mundo entero. El análisis husserliano de la conciencia muestra la referencia del sujeto al objeto.

“Más allá del ser está la realidad aprehendida en el contacto inmediato con las cosas.”

La idea misma de materia se transforma al aparecer la nueva mecánica cuántica. y Zubiri no permanece ajeno a estos cambios, sino que pretende integrarlos en su pensamiento. Zubiri pensaba que estos cambios en el mundo científico necesitan un instrumental filosófico completamente nuevo, el cual solamente podrá alcanzarse si los descubrimientos de Husserl son llevados a un nuevo nivel filosófico.

Zubiri llama a su filosofía la impresión de realidad. Esta impresión de realidad, que expresa la radicalización zubiriana de la “comprensión del ser” de Heidegger, le sirve a Zubiri para ir delineando su alternativa a los grandes conceptos filosóficos clásicos. La filosofía clásica, piensa Zubiri, ha “sustantivado” y “entificado” la realidad, al tiempo que consecuentemente “logificaba” la intelección. Ahora Zubiri propone, frente allógos antiguo y moderno, la inteligencia sentiente; frente a la sustancia antigua y el sujeto moderno, una nueva idea de la realidad como estructura sustantiva, de la que surge una nueva visión no subjetual de la persona humana.

La realidad es la formalidad de las cosas en la aprehensión, y no una zona de cosas “allende” la misma. Desde este punto de vista, Zubiri puede afirmar, contra toda la filosofía moderna, que los colores son perfectamente reales, porque se actualizan en nuestra aprehensión visual como algo que es “de suyo” independiente de nuestra aprehensión. Ahora bien, esto no decide nada sobre lo que los colores sean allende la aprehensión. Esto es precisamente lo que la razón tiene que investigar. Y es que la formalidad de realidad constituye el punto de partida de la pregunta por la realidad profunda de las cosas.

“Aunque no es exacto lo que decía Kant: No se aprende filosofía, sólo se aprende a filosofar, resulta absolutamente cierto que sólo se aprende filosofía poniéndose a filosofar.”

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