ÉTICA Y MORAL
Enviado por karen12348 • 10 de Abril de 2015 • 1.189 Palabras (5 Páginas) • 155 Visitas
ÉTICA Y MORAL
El objetivo principal de este trabajo es establecer la diferencia entre
ética y moral, ya que en esta época resulta pertinente presentar argumentos
en pro de la primera. La diferencia entre un concepto y otro
va mucho más allá del mero prurito académico por el uso preciso del
lenguaje. Cuando diferenciamos la moral de la ética ponemos en juego
toda una concepción del bien y del mal, así como toda una forma
de habitar el mundo y de valorar las capacidades propiamente humanas,
tales como el pensamiento crítico y la libertad.
Conviene partir de algo que todos compartimos: el lenguaje cotidiano.
En el habla diaria suele decirse, de manera incorrecta, que cierta
persona “no tiene ética”, para indicar que es inmoral. De la misma
manera, las personas se refieren a ciertas conductas como “actos éticos”
cuando en realidad deberían decir que son “moralmente buenos”.
Se califica, en resumen, un acto o a una persona, indistintamente,
como “ético” o como “moral”, o bien como “no ético” o
“inmoral”. Por si fuera poco, con frecuencia se habla de sociedades
desmoralizadas o de individuos que se sienten “con la moral alta” o
“con la moral baja”; en fin, se usan de manera tan laxa ambos con-
...bueno es volverse a esos hombres que sólo
retienen de los descubrimientos, de los
métodos y de los progresos técnicos, aquello
que pueden aplicar al alivio y a la salud de
sus semejantes.
PAUL VALÉRY,
Discurso a los cirujanos
Dra. Paulina Rivero Weber
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ceptos, que se ha generado una confusión en torno a todo lo que se
relaciona con la ética y la moral.
Quizá lo anterior no tenga tanta trascendencia en el lenguaje cotidiano,
pues, según el contexto, las personas finalmente logran darse
a entender. El problema comienza cuando se intenta aplicar esa
misma laxitud en el lenguaje académico, ya sea científico o filosófico.
Surgen entonces escritos, disertaciones e incluso libros sobre moral,
que ostentan de manera abierta el título de ética, lo cual resulta muy
grave, porque una cosa es pensar y enseñar a pensar, y otra muy diferente,
adoctrinar. Pero es mejor ir por partes.
En estas cuestiones –como en todas– se ha de acudir preferentemente
a quienes saben del tema, porque, aunque todos tenemos derecho
a opinar, una cosa es expresar lo que pensamos, y otra muy
distinta poseer un conocimiento bien fundamentado.1 Los filósofos,
que han dedicado sus vidas a pensar y escribir sobre estos conceptos,
han establecido una diferencia radical entre ética y moral. Tal vez el
problema para comprenderlos cabalmente consista en que sus reflexiones
se encuentran inmersas en sistemas de pensamiento muy
complejos, que sólo están al alcance de los especialistas y no del público
en general. A lo anterior debe agregarse que cada filósofo usa
una terminología propia, y que las traducciones que por 2 500 años
se han hecho de sus ideas a nuestro idioma –casi siempre del griego,
latín, alemán o francés– por lo regular no coinciden. Pero no vale la
pena hacer de este problema algo más complicado de lo que ya es, así
que trataremos de presentar este tema tan complejo de la manera
más sencilla posible.
Como punto de partida en nuestra búsqueda, resulta conveniente
acudir a la etimología de las palabras, no con la intención de guiarnos
por medio de los conceptos de una lengua “muerta”, sino precisamente
de descubrir lo “vivo” que aún perdura en esos vocablos
originales; es decir, lo que todavía conservamos de su significado primordial
en nuestro lenguaje y, por ende, en nosotros mismos. Dichos
términos nos comunican algo desde Platón y Aristóteles hasta
Heidegger. Podemos advertir que las palabras nos hablan de su acepÉTICA
EN EL EJERCICIO DE LA MEDICINA
1 En éste, como en muchos otros temas, la filosofía de Occidente sigue a la originaria
filosofía griega. Los helenos, sabiamente, distinguían la doxa (la mera opinión)
de la episthmh (el conocimiento fundamentado). Pensemos en un ejemplo médico:
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