Ética para la modernidad según Kant
Enviado por anabelendc36 • 6 de Julio de 2021 • Tarea • 1.516 Palabras (7 Páginas) • 291 Visitas
Ética para la modernidad según Kant
En aquel final de página de la Critica de la razón pura, en el año 1781, Immanuel Kant está entusiasmado por las nuevas épocas.
Nuestra época es, de modo especial, la de la crítica. Todo ha de someterse a ella. Pero la religión y la legislación pretenden de ordinario escapar a la misma. La primera a causa de su santidad y la segunda a causa de su majestad. Sin embargo, al hacerlo, despiertan contra sí mismas sospechas justificadas y no pueden exigir un respeto sincero, respeto que la razón sólo concede a lo que es capaz de resistir un examen público y libre. (Nota de Kant).
Aquellas palabras demuestran el espíritu que conforta a los intelectuales de la ilustración. Immanuel Kant siente vivir en un ambiente en el que los prejuicios, los dogmas, la superstición, los saberes supuestos y las respuestas ligeras, pasarían a ser del pasado. Dicha lectura que nos habla de su tiempo histórico halla que la crítica, el pensamiento riguroso y la incertidumbre, son cifras confortadoras de la progresiva insaturación de la razón en este mundo. El deseo de que un conocimiento pueda guiar a la humanidad a lograr la paz, justicia y la libertad en el sueño de la ilustración.
Después de 200 años de la muerte de Immanuel Kant, no hacemos la pregunta ¿Qué pasó con el sueño de la ilustración? Debido a que la ilustración representa el momento de mayor apogeo de la modernidad, tan pronto como nos referimos a las dificultades de la modernidad ambicionamos decir dificultades del legado cultural de la ilustración, la pregunta se basa en el eje presente de la discusión entre posmodernos y modernos.
Pero no es este el problema de que preocuparse. En lo que nos basaremos en el ensayo es centralizar en la dificultad que se traza la modernidad y que Immanuel Kant se ah propuesto resolver; edificar una moral ilustrada, para personas que disponen acatar las órdenes de su oportuna razón.
Pienso que la filosofía práctica de Immanuel Kant aún tiene demasiado por decir con respecto a la comprensión de lo que somos y deseamos ser. Ya que volver a Immanuel Kant no posee solo un beneficio histórico, más aún en la etapa de desconcierto y crisis moral en el que nos encontramos.
Reflexionemos acerca de las cuatro preguntas que plantea Immanuel Kant encerrando el interés de la razón en su uso teórico y práctico: ¿Qué debo hacer?, ¿Qué puedo saber?, ¿Qué puedo esperar? ¿Qué es el hombre? Sin embargo, me concentraré en la pregunta, ¿Qué debo hacer? La intención es dar a conocer un núcleo inevitable en la ética de Immanuel Kant, que reconoce de forma digna a los prototipos de la modernidad: igualdad, imparcialidad, dignidad y autonomía. Podemos crear distintas observaciones en su origen apriorística.
El problema que trae construir ética para ciudadanos
La ética kantiana procura reconocer a dos distintas dificultades históricas estrechamente vinculados, que se les muestra al pensamiento moral y político. En primer lugar, la pérdida de la fuerza consecuente de la moral religiosa y en segundo lugar la convivencia de distintas comunidades con sus ejemplares de vida buena.
El primer problema se da por el desarrollo mismo de la ilustración. Ciertamente a la ilustración se debe una de la contribuciones más reveladoras y definitivas para la cultura de Occidente, se trata del hallazgo de que las reglas morales que sitúan el buen actuar y la vida recta, no poseen sus fuentes y pruebas en una disposición natural de las cosas o en disposición divina, sino que son la consecuencia de la voluntad de los hombres. Pero ¿cómo fundamentar la moral sin recurrir a algo trascendente?
El segundo problema, consecuencia de innovaciones históricas y sociales, está relacionado con la convivencia de diversidad de comunidades culturalmente diferentes e irreducibles. Si las comunidades poseen concepciones distintas de felicidad y vida nueva ¿Cómo establecer una moral válida para todos?
Ha sido el intento de demostrar una moral que no tenga que apelar a una autoridad divina y que tenga eficacia propia, la tarea que se le traza al pensamiento moderno. En la filosofía de Locke, Spinoza o Mill, sólo citando algunos, es clara la instancia en elementos como “autonomía” “tolerancia” o “libertad de pensamiento” todas ellas propensos a superar la particularidad de las creencias religiosas y por tratar de establecer en la razón o en la naturaleza una idea universal de moral.
Kant se traza problema bajo la fórmula ¿Qué debo hacer? pregunta que quiere decir ¿Qué debe hacer un ser humano que piensa por cuenta propia ante una decisión moral? ¿A qué leyes debe obedecer, si ya no puede recurrir a algo trascendente? ¿Qué debe hacer para que lo que decida subjetivamente tenga también validez intersubjetiva? ¿Cómo se justifica para mi y para otros el deber que se expresa en las exigencias morales? Sin duda el programa de fundamentación kantiana de la moral constituye el extraordinario intento de encontrar una base sólida universal al deber que se expresa en las obligaciones morales.
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