America Latina
Enviado por diegoblade_23 • 25 de Enero de 2012 • 681 Palabras (3 Páginas) • 618 Visitas
Conclusión |
El tránsito modernizador ocurrido en Latino América durante la segunda mitad del siglo XIX, inaugurado primeramente por una incipiente modernización borbónica y luego como proyecto a consolidar durante y después de las guerras independentistas. Se presentó en su discurso (por parte de las elites dirigentes y destacados personajes de la literatura y la política como Sarmiento), como la opción más viable y conveniente para seguir las sendas del progreso, el seguir avanzando a mejores modos de estancia en la vida terrenal, invitando a dejar atrás el “oscurantismo” y la barbarie del tradicionalismo latinoamericano, para formar parte de una verdadera nación, una civilización , donde se pregonan las igualdades y fraternidades entre los ciudadanos, propio de la revolución francesa, donde el poder recayera en la soberanía popular; por otro lado se enfatizaba a la evolución de las urbes incipientes a ser verdaderas ciudades y puertos , a la activación de la economía, apertura a los mercados, modernizar las instancias productivas y relaciones de trabajo para obtener un mayor beneficio, a la acumulación de capitales propiamente tal, de forma poder lograr el anhelado progreso liberal, crecimiento y desarrollo de los Estado – Nación.
Este progreso se tradujo en el crecimiento principalmente en lo económico donde los datos son innegables como lo fue el crecimiento económico argentino a través del desarrollo de la empresa de lana donde las ventas y las exportaciones crecieron desde 1,6 millones de kilos a 211 toneladas entre los años 1840 a 1889. Como también fue el caso de Perú y su gran crecimiento por las exportaciones de guano como fertilizante. Casos que pueden deducirse claramente la promesa del progreso donde ante este desarrollo hay una explosión demográfica en todo latino américa. Pero eh aquí la salvedad de la ilusión del concepto de progreso, porque ante este gran crecimiento económico financiero en términos cuantitativos no se traduce en el propio desarrollo, en promesa llena de sueños y anhelos propios de la modernidad, que se venían difundiendo desde las guerras de independencia a la segunda mitad del siglo XIX, ya que la modernidad provoca crecimiento ( exportaciones, capital, tecnologías, ferrocarril, comunicación etc.) pero no desarrollo humano en todos sus sentidos, ya que se transforma la las relaciones de trabajo, el antiguo campesino, trabajador pasa a ser, como diría Charles Chaplin, aun engrane más de la maquinaria productiva, donde ya la igualdad antes tenida y luego prometida, se jerarquiza en las divisiones de trabajo y sometimiento a horarios de trabajo y salarios solo para la subsistencia precaria, enajenado de su propio producto, Además de un represivo “disciplinamiento del trabajador” para que se adaptará a la fuerza a aquellos nuevos parámetros impuestos por el proyecto de elite modernizadora. Por lo que la misma modernización provoca rechazos
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