ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Aspectos Sociales De La Mineria

Necesidad23 de Julio de 2013

3.932 Palabras (16 Páginas)602 Visitas

Página 1 de 16

ASPECTOS SOCIALES RELACIONADOS CON LA MINERIA

Los impactos de la minería

La minería es una actividad que rara vez se asocia al tema de la deforestación y la degradación de los bosques. Tampoco es común que se la asocie a guerras, dictaduras y violación de derechos humanos y menos aún al agravamiento de la pobreza y la inequidad social. Por el contrario, la minería es presentada como paradigma de la riqueza (en particular cuando de oro y diamantes se trata), en tanto que en su" marketing" se esconden pudorosamente sus terribles consecuencias sociales y ambientales .Sin embargo, la minería es responsable de los impactos arriba mencionados y de muchos otros, que la hacen una de las actividades más depredadoras del mundo. La actividad minera no sólo es insustentable en cuanto a que explota recursos no renovables, sino que a demás va dejando a su paso un ambiente y una sociedad destruidos, en la mayoría de los casos en forma irreversible.

Minería. Impactos Sociales y Ambientales

Las canteras son minas de superficie muy semejantes a las minas a cielo abierto, pues el resultado final de su explotación es también un paisaje desolado de profundas zanjas entre anchos escalones. La agresión al medio ambiente que por sí misma genera este tipo de minería se agrava por su proximidad a las zonas urbanas, pues se busca reducir los gastos de transporte para lograr mayor rentabilidad. Esa proximidad produce nuevos problemas ambientales, pues las excavaciones realizadas, que ya carecen de cubierta vegetal, termisuperficiales y subterráneas próximas a la explotación. En la minería por lixiviación se utilizan productos químicos (por ejemplo ácido sulfúrico en el caso del cobre o una solución de cianuro y sodio en el caso del oro) para disolver (lixiviar) los metales en cuestión del mineral que los contiene, obteniendo una muy alta tasa de recuperación. Puede darse en la variante de lixiviación in situ (se perfora con taladros la roca intacta y se agrega el solvente) o la muy frecuente lixiviación de cúmulos de mineral triturado. Las soluciones químicas utilizadas no sólo liberan los metales deseados sino que también movilizan otros metales pesados (como el cadmio), por lo que las aguas superficiales y subterráneas suelen contaminarse. Aún cuando los impactos ambientales de la minería varían según el tipo de mineral y de mina, se trata de una actividad intrínsecamente insustentable, pues implica la explotación de un recurso no renovable mediante procedimientos destructivos o contaminantes, como la trituración, la molienda, el lavado y clasificación de los minerales, la refinación y la fundición. En la actualidad resulta doblemente destructiva por su gran escala y por la tecnología que ha acrecentado su capacidad productiva.

Actualmente existe evidencia irrefutable de que la minería limita grave-mente la capacidad de una nación de sustentar el crecimiento económico. Esto resulta un descubrimiento “sorprendente” para quienes piensan que las “riquezas” contenidas en el suelo se traducen infaliblemente en dinero en el banco. Pero para quienes adoptan un análisis anticolonialista de la acumulación de capital, la razón fundamental para la discrepancia no es difícil de descubrir. Porque son países ricos en abundancia de minerales explotables y empobrecen poco a poco debido a que esos recursos se agotan y con ello aparecen graves consecuencias sociales y ambientales.

Se puede argumentar que la minería es necesaria para suministrar diversos bienes a los seres humanos, pero lo que por cierto no se puede argumentar es que sea sustentable, siendo como es una actividad basada en la extracción de recursos no renovables.

El conflicto socioambiental

Es una situación social en la cual un mínimo de dos partes pugnan al mismo tiempo por obtener el mismo conjunto de recursos escasos. Para que para que el conflicto social exista se “requieren, por lo menos, dos partes o dos unidades o entidades analíticamente distintas (es decir, actor, organismos, grupo o colectividad). Dentro de esta totalidad, dos variables están en juego: las necesidades y los intereses.

Estos intereses y necesidades pueden ser sociales (colectivos, comunales, étnicos), o parciales (individuales, grupales) en forma, y operacional, ideológico o normativo en el contenido. Estas necesidades e intereses expresan conceptos y valores que hacen referencia al mundo ideológico y cultural. Las necesidades e intereses pueden o no, reflejarse en el nivel normativo, pero tienen su espacio en el nivel operacional, en términos de acceso, uso y manejo de la naturaleza.

Los conflictos socio ambientales contienen en su origen, en general, dos visiones distintas de la naturaleza. La primera la ve como un recurso, por el cual alguien se puede enriquecer. Esta visión objetiva la naturaleza, viéndola como una “cosa” que puede ser dominada. La otra visión, la ve como “espacio de vida”, donde convive el hombre con la naturaleza como parte de ella. La concepción de la naturaleza como recurso “desagrega el todo en un conjunto de cosas: tierra, agua, minerales, árboles, petróleo etc. y se acerca a ella con ánimo extractivo y explotador.

La naturaleza se convierte en un enemigo que debe ser vencido por la fuerza de la tecnología y sus instrumentos de explotación Esta concepción produce un discurso del desarrollo, el cual se traduce en prácticas extractivistas.” Mientras tanto la concepción de la naturaleza como espacio de vida “diseña una concepción de ‘medio ambiente’ aunque en los términos culturales de las comunidades tradicionales, que son las que lo portan…...El hombre es parte del espacio, no es foráneo y ajeno.” En general, cuando se encuentran estas dos visiones observamos una historia de dominación del uno por el otro, con manifestaciones de estas dos visiones en los espacios normativos y operacionales, se causa la conflictividad socioambiental.

Obviamente hay más complejidades, y conflictos al interior de estas dos visiones, “pero en el fondo de lo que se trata es de entender estas fricciones como desencuentros de dos mundos que perciben y actúan sobre la naturaleza de manera diferente. Dos visiones del desarrollo surgen de estos dos puntos de vista de la naturaleza, un desarrollo extractivista y un desarrollo sostenible.

Estas dos visiones normalmente están en juego en un contexto económico y político muy complejo, donde ya existen varias agrupaciones sociales, sean étnicas, religiosas o de clase. Según Homer-Dixon es la escasez de recursos naturales en este contexto lo que “contribuye a la violencia civil, incluidas las insurgencias y conflictos étnicos”. Homer-Dixon define esta escasez ambiental como causada por “la degradación y agotamiento de los recursos renovables, la mayor demanda de estos recursos, y/o su distribución desigual.”9 Sin embargo, los casos que voy a examinar en el capítulo dos, son proyectos de minas que aún no han entrado en la fase de producción y han causado muy pocas mudanzas ambientales. Es la percepción de una posible escasez ambiental, lo que ha motivado protesta, y, en varias ocasiones, varios niveles de violencia. El efecto de esta percepción de escasez es magnificado dentro de contextos donde las economías locales dependen de estos recursos para producción agrícola y económica y se podrían causar dificultades económicas para el pueblo local ya marginalizado. Sin embargo, el rol causal de la percepción de escasez ambiental “nunca se puede separar de estos factores contextuales, que son a menudo, únicos de la sociedad en cuestión, puesto que la escasez ambiental “también fortalece las identidades basadas en afiliaciones étnicas, de clase o religiosas, en un proceso denominado segmentación social, donde las identidades fortalecidas intensifican la competencia entre los grupos, reduciendo la confianza social y la interacción útil entre grupos.

Es importante aquí mencionar el rol del Estado en los conflictos socioambientales. El Estado es posiblemente el espacio más importante donde desarrollar el debate a nivel ideológico, y también influye mayormente en el nivel formativo y en el nivel operacional. Orellana dice que “hoy en día, y a partir de los procesos de ajuste estructural, el Estado es básicamente un actor político insoslayable.

La posición que asuma en los conflictos… dependerá de los grados de presión e influencia que los actores nacionales e internacionales tengan sobre él” El Estado tiene presiones desde adentro, por grupos económicos nacionales (madereros, petroleros, ganaderos) y grupos sociales (campesinos, indígenas), y desde afuera (ONGs, visiones de la naturaleza globalizadas, transnacionales). También es el Estado el que está obligado a tomar posición frente al medioambiente en términos de desarrollo y de conservación influenciado por la globalización. Además tiene que enfrentar los conflictos socioambientales en su territorio. Lo que nos interesa aquí en este ensayo es si “los Estados Nación son demasiados lentos e ineficaces para enfrentar los conflictos en torno a los recursos naturales, e implementar estrategias eficientes de negociación particularmente en lo que tiene que ver con los intereses de las corporaciones transnacionales y organismos financieros internacionales.”

¿Cómo mirar los movimientos sociales?

En América Latina la política no ha logrado muchos requisitos de la misma democracia ya que hay altos niveles de violencia, pobreza, discriminación y exclusión. En este contexto “el rol de los nuevos movimientos sociales es buscar “posibles planes democráticos alternativos” y “definir los parámetros de la democracia” en un tiempo en que

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (25 Kb)
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com