Buscando Un Inca

En el Perú al igual que en México, la población nativa que descendió, pero a diferencia de México en el Perú la conquista trajo consigo la permanencia de grupos nativos que en zonas inaccesibles continúan su vida, al tener santuarios y centros de población enclavados en los andes lo que genero los primeros intentos de unificación panandina.

Los grupos étnicos de los andes eran huancas, chocorvos, lupacas, chancas, cada uno de ellos con lengua y costumbres diferentes.

Es importante señalar que en México el porcentaje de mestizos es mayor, que en Perú, lo que genero en el primero hayan intervenido directamente en los movimientos de independencia y de la revolución, y en el caso del segundo los mestizos fueron menospreciados tanto por los nativos como por los españoles, se iniciaron múltiples revueltas y rebeliones, como rasgo curioso señala el autor que jamás esos grupos han entrado a la capital y solo en el caso de Túpac Amaru en 1780 se posesionaron por unos días del palacio de gobierno.

El libro hace una narración sucinta de la historia verbal que hoy en día tiene los habitantes del Perú, de los hechos acontecidos en el colonia y de dos grandes hombres, Túpac Amaru y Juan Santos Atahualpa; por otra parte se señala claramente que el imperio incaico fue una sociedad equitativa, en la que no existía hambre, ni justicia y que constituye por lo tanto un paradigma para el mundo actual.

Se narra el ciclo mítico de Inkarri y la forma en que actualmente se encuentra vigente en la población a través de manifestaciones de la cultura popular andina, así como la teología cristiana se incrustó también en esa cultura y hoy en día los relatos, bailes, fiestas se encuentran rasgos de esa amalgama.

Indica el autor que la historia de la utopía andina es una historia conflictiva, enrevesada y múltiple como la sociedad que la ha producido, resultado de un contrapunto entre la cultura popular y la cultura de la elite, la escritura y los relatos orales, las esperanzas y los temores las pasiones y las prácticas que le han acompañado. La utopía en los andes alterna periodos álgidos, donde confluye con grandes movimientos de masas, seguidos por otros de postergación y olvido se trata de varios: la imagen del inca y del tahuantinsuyo depende de los grupos o clases que lo elaboren.

Señala el autor que en la historia de la conquista andina existe un acontecimiento central y detonante de múltiples manifestaciones, que fue la muerte del inca Atahualpa, quien era el rey andino, que fue capturado en noviembre de 1532, condenado al garrote en julio de 1533, que fue condenado y masacrado obviamente por los españoles que no tenían la condición ni cargo él si detentaba.

A partir de entonces Perú se quedo sin rey, la situación estaba en ese entonces así existían mas de cuatro mil españoles, de los cuales casi quinientos eran encomenderos y pretendían constituir una nobleza militar todo poderosa.

Sin embargo tales aspiraciones generaron luchas entre los conquistadores y los administradores.

En el Perú también se suscitaron hechos sin precedentes, tales como que en 1548 Gonzalo Pizarro, organizo a sus hombres para enfrentar a la corona, razón por la que entra a Cusco, y empieza a correr la voz de que el inca.

En 1559, Lope de Aguirre, también decide desafiar al rey español, lo cual hace mediante una carta en la que anuncia que emprende una guerra permanente contra la monarquía española, razón por la que inicia un sangriento recorrido por el Amazonas, para después bordear el Atlántico, hasta llegar a lo que hoy conforma Venezuela.

Al morir los primeros conquistadores, se presentan una serie de hechos inusitados, tales como que ellos se muestran arrepentidos ante lo acontecido, razón por la que piden devolver los bienes obtenidos a los indios.

Los españoles señalan por s parte que tiene la obligación de dominar las almas de los vencidos y con ello calificaran sus antiguas costumbres y tradiciones de pecados.

En efecto, el movimiento de Atahualpa fue uno de los más reconocidos por el Perú, el cual obviamente fue una sola llamarada de petate debido a que sus seguidores tenían la calidad de súbditos, por carecer de armas de fuego y la estructura de un ejército como tal contra el poder español que tenia soldados que podían desempeñarse libremente en el campo de batalla, especializados en artillería, trompeta, caballería, entre otros.

Se habla de la forma en que la mentalidad andina prehispánica hace referencia directa

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