Coemntarios Isabel Allende

Aquel hombre desafortunado y marginado, vivía solitario  en un gran castillo de piedra del siglo XVI el cual tenía varias torres en la parte superior y grandes ventanas adheridas a su fuerte y majestuosa estructura. Tenía una gran puerta de madera cual chocolate más fino ^[a]en todo el centro y unos alrededores lleno de hojas secas y con árboles frondosos e inmensos que impedían que la estructura recibiera sol, sin mencionar lo casi abandonada que estaba su interior, lleno de cadáveres de origen desconocido, suciedad, telarañas, roedores y un olor insoportable producido por la putrefacción de los ^[b]cuerpos sin vida. Habían ^[c]pasillos tan largos que parecían no tener fin, lleno en donde la presencia infinita de murciélagos era lo que más predominaba en toda esa maldita oscuridad^[d] haciendo chillidos tan desesperantes como el llanto incontrolable de un infante durante las veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días del año. En una de las habitaciones principales del castillo había una gran biblioteca^[e] lleno de una enorme cantidad de libros escritos a mano de generaciones antiguas que vivieron en la fortificación, cada ^[f]uno llenos de ^[g]información espeluznante y grotesca acerca del castillo, la humanidad, el universo y del origen de las cosas. Subiendo las escaleras de madera de abedul, manchadas con sustancias irreconocibles y talladas con diseños sumamente bien elaborados, hay^[h] un pequeño cuarto a la izquierda avanzando unos pocos metros. Dentro de este se puede encontrar un pequeño destello de luz, probablemente la única fuente de luz en el edifico, el cuál ^[i]resultan ser un par de antorchas colgadas en las frías paredes manchadas de tinta junto a cuadros hábilmente pintados. ^[j]

De espaldas se encuentra^[k] un joven individuo sentado y con su apariencia sumamente descuidada. Al parecer es alto y un poco encorvado, de brazos y piernas largas, de^[l] piel blanca, y^[m] de ropa sucia y rasgada por todos lados escribiendo sobre un pequeño texto, el cual aparenta mostrar estrategias de escape. Mientras lentamente camina por la habitación, él afirma que no sabe cómo llegó ahí, ni sabe la cantidad de años que ha vivido allí y que aspira a ver por primera vez un cielo estrellado. Lo único que sabe es que su tiempo se agota y que en cualquier momento, en su interior se puede desatar una ira capaz de provocarle la muerte, salvo que el plan que ha estado planeando los dos últimos años funcione. El cual elaboró usando pedazos de madera que obtuvo en el ático una noche mientras iba en busca de comida. ^[n]Él manifiesta que entretiene a su mente escribiendo sobre las paredes y haciendo cuadros de arte con materiales del lugar, pero que suele haber momentos en que le invade una profunda depresión, la cual incluso que le ocasiona graves daños físicos. Dice que durante las noches le cuesta dormir, a pesar que tenga la puerta cerrada, ya que declara que la bulla proveniente del primer piso es tan horrible que lo siente como cuchilladas en todo su cuerpo. Según él, mentalmente se encuentra estable, pero al parecer es ^[o]todo lo contario.

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