Colombia una nacion a pesar de si misma..
Enviado por Mario Diaz • 26 de Septiembre de 2016 • Documentos de Investigación • 4.112 Palabras (17 Páginas) • 331 Visitas
CAPITULO CUARTO
LA NUEVA GRANADA INDEPENDIENTE: UN ESTADO NACIONAL, NO UNA NACIÓN (1830-1849)
La República de la Nueva Granada se equipó con una constitución formal y una serie de instituciones políticas liberales pero adolecía de una débil unidad política y un subdesarrollo social y económico una pobreza extrema y el estancamiento.
Prolongación de la economía colonial
Los obstáculos para la integración y el desarrollo de la Nueva Granada eran las dificultades y los costos del transporte de una provincia a otra. La Nueva Granada tenía malas vías y un sistema de transporte fluvial primitivo. Las carreteras que permitían el paso de carretas solo existían en Bogotá y otras ciudades. Las cargas eran trasladadas a lomo de mula y cuando los artículos eran de gran tamaño eran transportados por equipos de cargueros humanos. En relación con otras naciones andinas, la Nueva Granada contaba con un mejor sistema fluvial para viajes internos. La navegación que unía el rio Magdalena con el Caribe en Cartagena era inutilizable y la desembocadura del rio era peligrosa, el rio era navegable hasta Honda. El rio Cauca era también navegable a lo largo de buena parte de su curso, el transporte fluvial no era fácil porque el caudal variaba según la época del año, las riveras eran lasañas, inhóspitas y muy poco pobladas. La mayor parte de la carga y los pasajeros se movilizaban en embarcaciones de remo. El comercio exterior fue bajo porque debido al costo del transporte había pocas ganancias. Hubo algunas exportaciones de oro, cacao y tabaco. Lo mismo sucedió con la importación (traer productos de otras partes). Venezuela mantenía un nivel mas alto de comercio exterior, basado en las ventas de productos agrícolas.El socio principal tanto para las exportaciones como para las importaciones de la Nueva Granada en las Indias Occidentales Británicas porque era el centro de almacenamiento y distribución del comercio británico y en menor grado del resto de Europa. Gran Bretaña fue la fuente de las importaciones, comprador de las exportaciones y del oro de la Nueva Granada. A pesar del contrabando, los derechos de aduana eran la fuente más lucrativa para el gobierno. La Gran Colombia, fracasó cuando trató de instituir el impuesto sobre la propiedad. La alcabala fue abolida en 1835 porque era un obstáculo para el libre intercambio de bienes. Las únicas fuentes de ingreso del gobierno eran los monopolios del trabajo y de la sal y los impuestos menores sobre el consumo. La agricultura era la ocupación de la gran mayoría. La tenencia de la tierra presentaba diferentes patrones. Los mejores suelos formaban parte de grandes haciendas y junto a ellas se asentaban pequeñas parcelas campesinas. Existan las comunidades indígenas con sus resguardos.En las propiedades de grandes extensiones la fuerza de trabajo estaba constituida por aparceros, arrendatarios, jornaleros y con tratados por periodos mayores o menores bajos diversas condiciones. En Popayán y Pasto existía una sociedad rural parecida pero había un mayor número de resguardos indígenas. En el valle del cauca se cultivaba la caña de azúcar. La provincia de Antioquia tenia fincas familiares pequeñas y medianas dedicadas a la producción de alimentos. Debido al rápido crecimiento de la población y la subdivisión de fincas a través de de las herencias la tierra cultivable comenzaba a escasear en algunas zonas de Antioquia se presentó un proceso de migración hacia las laderas de la cordillera central y en menor escala hacia la cordillera occidental. Este movimiento fue un fenómeno notable después de la Independencia, que se manifestó tanto bajo la forma de asentamientos individuales como de grupos organizados. Ambos tipos de colonos fueron protegidos cuando reclamaron la propiedad de tierras baldías, las exenciones de impuestos y otros privilegios con la ley de 1834. Una vez iniciada la colonización, individuos poderosos quisieron quitarles las tierras con documentos falsos, aun así la colonización antioqueña avanzó. Antioquia también expandió su participación en la minería del oro a expensas de las llanuras de la costa pacífica. Los inversionistas y técnicos extranjeros desempeñaron un pale importante en éste desarrollo asociándose con empresarios locales. Las ganancias provenientes del oro aseguraron para Antioquia cierto grado de prosperidad. En el aspecto social, Socorro y Pamplona tenían una alta proporción de propietarios campesinos, como en Antioquia, era una región con pobreza y estancamiento. Las industrias manufactureras (sombreros de paja, tejidos burdos de algodòn9 no generaban riquezas como las minas de oro antioqueñas. La costa del Caribe, estaba estancada social y económicamente, debido a la disminución de mano de obra esclava, la agricultura de plantación se afectó y los puertos de Cartagena y Santa Marta tenían poca actividad comercial en el extranjero.
En 1840 se inició la fiebre del oro en California siendo Panamá la ruta de extranjeros buscadores de oro, esto creo en la región estímulos económicos pero también tensiones sociales y culturales que empeoraron con la construcción del ferrocarril (de Panamá) creando tensiones en las relaciones económicas entre el Istmo y los países extranjeros y agudizó la falta de entendimiento que ya existía con el resto de la Nueva Granada. La población rural de la Nueva Granada que constituía un 90% según los observadores foráneos vivía en condiciones infrahumanas. Los productos básicos de la alimentación para los habitantes de clima medio y frio eran la papa, el maíz y el plátano que eran abundantes y baratos, las viviendas eran sencillas y los utensilios y muebles eran rudimentarios, hechos de madera y barro. Las casas eran de barro y guadua y ofrecían pocas comodidades. En territorio los oficinistas, pequeños comerciantes y artesanos independientes (sectores medios) y personas ricas o de sectores altos vivían en las mismas condiciones con la diferencia que la clase alta era totalmente urbana y prefería vivir en las ciudades a pesar de poseer grandes propiedades en el campo. Según el censo de 1843 Bogotá tenía más de 40.000 habitantes, disponía de calles pavimentadas que funcionaban como desagües destapados. Tenía dependencias de la Iglesia y el estado, una plaza central que servía de sitio de encuentro de ejecuciones y mercado semanal, de un teatro y un museo. Solamente las casas de los ricos tenían más de un piso, pero no todas tenían vidrios en las ventanas ni alfombras en lugar de esteras para cubrir los pisos. El presidente poseía un carruaje. En Bogotá un ingreso anual de 10.000 dólares (de la época) era un principesco. En comparación con la capital, en Popayán hubo más aristocracia y Cartagena contaba con mejores instalaciones para alojar a los extranjeros. Ninguna de las otras ciudades del país tenía más de 10.000 habitantes, casi todas eran pueblos grandes. Por falta de estímulos comerciales apreciables, la población urbana posterior a la época de la independencia crecía lentamente.
Primeros pasos hacia la formación de la nación
Durante algún tiempo las autoridades de Bogotá continuaron usando el nombre de Colombia y gobernaban en teoría, según lo dispuesto en la Constitución de 1830, en la práctica para la época en que dicha carta fue promulgada, Venezuela ya se había perdido, Ecuador siguió su ejemplo y el gobierno del Presidente Joaquín Mosquera y asumido el poder luego del retiro de Bolívar, era un asunto exclusivamente neogranadino. Pero la disolución de la unión no era todavía un hecho oficial. En agosto de 1830 un levantamiento militar depuso a Mosquera y lo remplazó por el General Rafael Urdaneta. El golpe contaba con el apoyo de grupos civiles, de sectores del bajo clero que desconfiaban de la administración Mosquera – Caicedo por su alianza con los liberales seguidores del exiliado Santander. Una Asamblea de notables llamó al libertador para que salvara a Colombia, cediendo a Urdaneta poderes dictatoriales mientras asumía el poder. Bolivia no aceptó la invitación. La provincia de Casanare (Llanos orientales) proclama la separación, lo mismo Pasto y el Norte de Popayán, pero no se dio. Casanare no se anexa a Venezuela ni Pasto y Norte de Popayán al Ecuador. Fue depuesto el gobierno de Urdaneta en 1831, se convocó una convención constituyente la cual adoptó medidas tales como la restauración del nombre de Nueva Granada y la elección, en usencia de Santander como Presidente. La convención redactó la primera Constitución de la Nueva Granada, que entró en vigencia en 1832. Este documento era similar a la Constitución de la Gran Colombia, era claramente liberal y republicana, poco democrática, restringió el derecho al voto, admitió que los progresos en la enseñanza eran muy escasos y se amplió hasta 1850 el plazo para el requisito del alfabetismo que en 1821 se había fijado para 1840, moderó el extremado centralismo. Las asambleas elegidas a nivel provincial adquirieron el derecho de tomar decisiones relativas a escuelas, caminos y otros asuntos de interés local. Las medidas podían ser anuladas por el gobierno nacional y los gobernadores de las provincias volvieron a ser agentes del poder ejecutivo nacional pero se había logrado una mayor autonomía local. La convención también restauro algunas de las medidas reformistas de la Gran Colombia que Bolívar había rechazado o suspendido durante su dictadura. Se reafirmó la suspensión de los conventos menores exceptuados los de Pasto, para que no se anexaran a Ecuador los pastusos, eliminaron el fuero militar, privilegio especial que excluía a los miembros de las fuerzas armadas de la jurisdicción ordinaria. La reforma no se hizo extensiva al fuero que gozaba el clero. El gobierno provisional llevó a cabo una purga general de los oficiales que habían servido a Urdaneta, disminuyendo el tamaño de la institución militar, sembrando descontento entre las víctimas de la purga quienes causarían serios conflictos en los años siguientes. Al tiempo que se tomaba estas medidas se logró eliminar cualquier amenaza de separación en las regiones. En Panamá los militares que simpatizaban con la Nueva Granada llegaron al poder con sus propios medios y restituyeron la obediencia a Bogotá. En el suroeste, el deseo de unir la región al Ecuador se vio reforzada por la presencia de tropas de éste país, pero la diplomacia política y unas maniobras militares terminó con la reincorporación pacifica de Pasto, en septiembre de 1832. En septiembre (1832) se posesionó Santander como Presidente en Bogotá provisionalmente y en 1833 comenzó un periodo regular de 4 años, para el cual fue elegido por mayoría, bajo las normas de la Constitución de 1832 como Presidente de la Nueva Granada, Santander conservaba el interés por los detalles administrativos. Los militares que no estaban de acuerdo con él conspiraban en su contra pero Santander detenía los conflictos relevando a los militares. Tuvo que enfrentar una gran crisis, por la conspiración comandada por el general de origen catalán José Sardá, con una red de conspiradores extendida a varias regiones del país, Sardá había preparado una rebelión que debía estallar a mediados de 1833. Fueron descubiertos. Sardá fue hecho prisionero, juzgado y condenado a muerte pero escapó y se refugió en la capital, fue rastreado por agentes encubiertos quienes lo asesinaron. Otro de los conspiradores Manuela Sáenz fue enviada al exilio. Santander recibió la Nueva Granada empobrecida con un presupuesto bajo, pero Santander tuvo solvencia durante toda su administración. Redujo el gasto militar que fluctuaba entre el 46% y 51% de los gastos totales, idea compartida por el Congreso. Aunque no existían muchos desacuerdos con el Congreso, pero siempre concordaban en otros asuntos financieros; por ejemplo cuando el Congreso abolió la Alcabala, lo hizo por encima del veto de Santander, quien creía que el tesoro de la nación no estaba todavía en condiciones de prescindir (renunciar- omitir) de él. El Congreso pretenda eliminar el monopolio estatal del tabaco, Santander combatió ésta idea con éxito, lo mismo sucedió frente a la política de aranceles, cuyo propósito básico era generar recursos para el tesoro. Para la década de 1830, Santander permitió que los productores locales alzaran los aranceles. También aprobó privilegios especiales para empresarios bogotanos que buscaban establecer fábricas de vidrio, loza, papel y textiles de algodón. Ni los incrementos arancelarios, ni los privilegios especiales tuvieron efectos notables en el fomento de la industria doméstica. Aflojó las restricciones presupuestales a favor de la inversión estatal en la educación. El número de niños que asistía a las escuelas primarias durante su gobierno pasó de 17.000 a más de 20.000. Con los escolares de las escuelas privadas, el porcentaje total de niños que recibían educación primaria llegaba apenas al 15% de la población en edad escolar, aunque el porcentaje no era alto superaba lo correspondiente a Venezuela. Santander también abrió escuela secundaria e insistió en instaurar (establecer) el Plan de Estudios de la Gran Colombia retomando al pensum Jeremy Bentham y otros escritores cuestionados que molestaban a muchos clérigos. El clérigo y el presidente llevaban buenas relaciones, su gobierno fue el primero de Hispanoamérica en entablar relaciones diplomáticas con el Vaticano. En 1837, se eligió el sucesor de Santander, su candidato era José María Obando, pero perdió su derrota, fue aceptada pacíficamente (Obando era el principal sospechoso de la muerte de Antonio José de Sucre por eso no apoyaron su candidatura). Al triunfador José Ignacio de Márquez se opuso Santander porque creía que la Nueva Granada no estaba todavía preparada para tener un mandatario civil, sino que tuviera rango militar como el general José María Obando, recibió el apoyo de la facción(bando o partido) bolivariana y de todos los opositores de Santander. Inicialmente Márquez representó un cambio más de estilo que de sustancia Buscó promover una atmosfera de conciliación nacional y buena voluntad al llamar a participar en su gobierno a los enemigos de Santander(los bolivarianos), conservó algunas personas que trabajaban durante el gobierno de Santander, no sacó del pensum a Bentham, ni a los demás actores que no estaban de acuerdo con el dogma católico (heterodoxia). En la primera mitad de su gobierno, continuó buscando el equilibrio presupuestal y redujo el volumen de las fuerzas armadas. Se encargó de que se ratificara formalmente el acuerdo que Santander había negociado con Venezuela y el Ecuador según el cual las tres naciones se distribuían el pago de la deuda externa de la Gran Colombia. Estableció relaciones diplomáticas con España. La Nueva Granada fue una de las primeras repúblicas hispanoamericanas en intercambiar embajadores con España.
La guerra de los supremos y el surgimiento de los partidos
En la mitad de su periodo presidencial Márquez tuvo que enfrentar una insurrección revolucionaria, que tuvo importantes repercusiones en el país. Ésta se inició debido a la decisión tomada por el Congreso en 1839, de suprimir los conventos menores de Pasto. Los pastusos se revelaron pero fueron derrotados. A mediados de 1840, José María Obando los apoyó y revivió el movimiento porque Pasto era una de sus bases de apoyo personal. Obando se declaró “Supremo director de la guerra en Pasto general en jefe del ejercito restaurado y protector de la religión católica”. Proclamó la reorganización del país a partir de lineamientos federalistas. Diferentes jefes militares del resto del país comenzaron a levantarse contra la administración de Márquez como lo había hecho Obando en Pasto, proclamando todos que el federalismo (Corporaciones entre pueblos) era su objetivo. El movimiento se llamó Guerra de los Supremos por la tendencia de los comandantes locales de llamarse “Jefes supremos” de todo. No hubo un liderazgo a nivel nacional de este movimiento. La costa Atlántica fue la región donde los funcionarios alcanzaron mayor fortaleza. A comienzos de 1842, las fuerzas del gobierno lograron dominar a los revoltosos. Los antagonismos entre el Presidente y sus críticos se habían disparado. Para suprimir la revolución Márquez reforzó sus lazos con los bolivarianos, en particular con los jefes militares claves como Tomás Cipriano de Mosquera y Pedro Alcántara Herrán quien en medio del conflicto ganó la presidencia como sucesor de Márquez, lo cual completó el acercamiento entre liberales moderados del corte de Márquez y antiguos seguidores de Bolívar. Como estos ocuparon cargos públicos, tanto civiles como militares, se les llamó ministeriales o partido ministerial, el cual en 1848 adoptó el nombre de Partido Conservador. Sus oponentes abandonaron el nombre de progresistas y pasaron a llamarse liberales, naciendo así los dos partidos tradicionales de Colombia. Como organizaciones formales, los partidos evolucionaron únicamente a partir de la segunda mitad del siglo XIX y solo en nuestro siglo se establecieron de manera permanente. En la guerra Civil de 1839 -1842 los bandos se alinearon sólidamente según patrones que serian duraderos. Las diferencias sociales y económicas entre los dos grupos no eran claras. Los liberales representaban los intereses comerciales y profesionales y los conservadores los intereses de los grandes terratenientes, según algunos autores que trataban de explicar estas diferencias. Según Frank Safford los conservadores fueron más fuertes en las áreas que eran importantes, política y económicamente cómo: Bogotá, Popayán y Cartagena, especialmente mientras que los liberales dominaban en las áreas periféricas, como en las provincias orientales que luego serian Santander y Norte de Santander. El análisis de Safford apunta hacia diferencias en términos de prestigio social y conexiones familiares entre los dirigentes de ambos partidos y también hacia diferencias regionales. No sugiere ninguna diferencia clara en lo referente a ocupación económica, tampoco excluye la posibilidad de que los comerciantes y terratenientes conservadores pudieran haber sido más poderosos que los liberales. Ambos partidos eran multiclasistas y cubrían todo el territorio nacional; a pesar de todas las diferencias era una de las pocas fuerzas unificadoras en una nación fragmentada geográfica y culturalmente. Los partidos estaban destinados a promover la colaboración más allá de las fronteras de clase, servían como mecanismos de control social mediante los cuales los dirigentes de las clases altas manipulaban a sus seguidores de las clases inferiores. Cuando los partidos empezaron a formarse, la mayoría de los ciudadanos hombres y mujeres estaban excluidos legalmente de la participación activa en la política electora, entonces los jefes políticos buscaban el apoyo de los que no podían votar , para organizar manifestaciones, intimidar a sus adversarios(contrarios) y combatir en las guerras civiles. Entre los sectores urbanos que no pertenecían a las élites, los artesanos eran los que participaban conscientemente en la política partidista con programas propios que defendían sus intereses. La protección arancelaria para sus productos era el punto clave de su plataforma de lucha, también les interesaba la capacitación en artes industriales y una serie de mejoras únicas. Como los artesanos podían ofrecer votos y habilidades, los políticos se esforzaron por conseguir su apoyo prometiéndoles trabajar en pro de sus peticiones, que las olvidaban al ser elegidos. Los campesinos terminaban afiliados a un jefe político local o cacique, que era el principal terrateniente de la región. Tanto en lo urbano como en lo rural, los sacerdotes actuaban como organizadores políticos, casi siempre del lado conservador (ministerial). La ventaja táctica de contar con el clero como apoyo político no se olvidó luego de las primeras etapas del Partido Conservador y durante el resto del siglo la gran diferencia entre ambas colectividades tuvo que ver con la situación legal de la iglesia. Debido al estado incierto del orden público, los conservadores veían en la religión católica un soporte esencial de la estabilidad tanto política como social. La experiencia del país en la guerra de los supremos (liberales) era otra razón para fortalecer la posición de la iglesia y los valores asociados a ella. En 1843 los vencedores de aquella guerra civil redactaron una nueva Constitución y pusieron como encabezamiento en el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. La administración de Herrán invitó a regresar a la Nueva Granada a los jesuitas expulsándose en 1867 para que sirvieran como educadores y retomaron el trabajo en las misiones de frontera. Los jesuitas tuvieron muy pocas oportunidades, establecieron escuelas secundarias para los jóvenes de las clases altas, antes de ser expulsados nuevamente en 1850. El secretario del Interior del presidente Herrán, Mariano Ospina Rodríguez, lanzó una contrarreforma educativa general, retirando del currículo a Bentham y a otros autores con el fin de reducir la importancia de los estudios teóricos, a favor de conocimiento más útiles, como las ciencias naturales, esperando que estas alejarían a los jóvenes de la vana y peligrosa especulación filosófica y los llevarían hacia cosas prácticas. Cuando Herrán dejó la presidencia y pasó a ser ministro ante los Estados Unidos, los estudiantes neogranadinos recibieron estímulos para entrenarse técnicamente en el extranjero, pero el estado de subdesarrollo del país brindaba pocas oportunidades para ingenieros profesionales se quedó corto frente a tantas expectativas. En el Plano político, los principales cambios de la Constitución de 1843 sirvieron para fortalecer el ejecutivo en relación con el Congreso y las asambleas provinciales. El pensamiento político del partido conservador debía más a Santander que a Bolívar, rechazaba las tendencias federalistas que se imponían entre los liberales, pero ni siquiera Santander como presidente, había sido federalista. Existía consenso en cuanto a los fundamentos de la estructura política aunque no en lo relacionado con el líder o facción que estaría a cargo con el manejo del sistema. Los sectores dominantes de la sociedad querían un gobierno con poderes limitados, con participación popular limitada, como disponían las constituciones de 1832 y 1843. Los grupos dominantes no tenían ninguna razón para temer a los sectores populares; no tenían necesidad de mantener un ejército fuerte. El uso de la fuerza o del fraude para conseguir más poder se dio en el siglo XIX. El monopolio del poder por cualquiera de los grupos no seria tolerado por mucho tiempo, en términos generales, existía un nivel alto de cortesía y respeto entre los adversarios políticos. Los actores de ambos bandos e conocían entre sí y tenían intereses comunes, esto hace que sea particularmente difícil establecer diferencias entre ambos partidos en lo relacionado a las cuestiones económicas. La política fiscal del gobierno daba paso a desacuerdos y debates. Poco antes de la mitad del siglo se desencadenó una batalla por el proteccionismo arancelario, ésta batalla no se dio entre liberales y conservadores, sino que por el contrario dividió a los partidos. En lo relacionado a la esclavitud tanto los liberales como los conservadores estaban de acuerdo con la abolición gradual, mediante la libertad de vientre(los hijos de esclava debían servir al patrón de la madre hasta los 18 años, luego quedaban libres), tal como el Congreso de Cúcuta lo había dispuesto en 1821. Pero los más prominentes dueños de esclavos del Valle del Cauca, Popayán y el suroeste, en su mayoría conservadores encontraban reparos a la ley, veían la necesidad de controlar más a los negros y sus propuestas dieron frutos en 1842, cuando una ley autorizó la extensión del servicio obligatorio hasta los 25 años, mas importante fue la ley aprobada en 1843 que permitía la exportación de esclavos a los países vecinos. Varios dueños de esclavos se libraron de esclavos agitadores y problemáticos vendiéndolos en el Perú. La trata de esclavos produjo protestas diplomáticas por parte de los británicos, quienes hicieron que se acelerara el proceso de extinción de la esclavitud. Tomas Cipriano de Mosquera, sucedió a Herrán en 1845, fue el iniciador del periodo de innovación en todos los aspectos que marcaria a la Nueva Granada de mitad del siglo. El activismo desplegado por Mosquera se demostró en obras públicas y progresos técnicos. Aumentó la inversión en carreteras y comenzó la construcción del actual edificio del Capitolio. El gobierno de Mosquera, introdujo el sistema métrico de pesos y medidas, técnicas moderadas de contabilidad, sacó de circulación las monedas depreciadas (sin precio), se estableció la navegación de vapor por el rio Magdalena de manera permanente. Negoció el tratado Mallarino –Bidlack de 1846, por el cual los Estados Unidos garantizaban la protección de la soberanía de la Nueva Granada, lo mismo que la seguridad del tránsito por el Istmo de Panamá. El tratado llevó a la suscripción de un contrato con inversionistas de Estados Unidos para la construcción del primer ferrocarril nacional que atravesaría el istmo aunque la aprobación del contrato y la iniciación de las obras se realizaron después de terminar el periodo de Mosquera. El tratado y el ferrocarril de Panamá indicaban la intención de buscar relaciones económicas con el Atlántico Norte. El más impactante de los aspectos del gobierno de Mosquera fue sentar las bases para una estrategia de desarrollo orientada hacia afuera. El cambio de política fue obra de Florentino González, quien era Secretario de Hacienda de Mosquera. Tomó medidas que llevaron a la abolición definitiva del monopolio estatal del tabaco en 1850. Realizó una reforma arancelaria de 1847, que introdujo una rebaja del 25% en las tarifas provocando el pánico entre los artesanos. Hubo una baja de ánimos en el partido de Mosquera (conservador) porque estas reformas eran producto de la colaboración con el adversario liberal. Esta división persistió hasta las elecciones para su sucesor en 1849, en la que el partido entró con dos candidatos importantes. El resultado fue la victoria del liberal José Hilario López quien tomó las riendas del proceso iniciado por Mosquera, llevándolo a mayores extremos.
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