Cultura Tiahuanaco

Una cultura que ha destacado en la zona marginal es la cultura Tiahuanaco (o Tiwanaku). Se desarrolló durante los años 1500 a.C y 1200 d.C. pero su apogeo cultural se limita a la época clásica (500-1000 d.C). Se considera por los historiadores como la ´´Cultura madre de las civilizaciones de América del Sur´´.

Se ubica geográficamente a la meseta del Collao, hasta la costa del oceáno Pacífico por el oeste y el Chapare por el este. Surgió a las orillas del lago Titicaca y a una altura de más de 3000 metros. Por su carácter expansivo Tiahuanaco abarcó territorios de Perú, Chile y Bolivia.

En lo que concierna el origen de Tiahuanaco ha sido a la creación del mundo o Mito de Wiracocha; Dios que gobierna el universo. Tiahuanaco fue un estado expansivo basado en una economía agrícola. El grupo dominante estaba compuesto por guerreros, quienes manejaban los asuntos políticos y religiosos. Además, había artesanos, agricultores, pescadores y pastores. La religión Tiahuanaco era impuesta desde el estado y su idioma era el Uro.

Se distinquen tres periodos en la cultura Tiahuanaco. El período Aldeano (Épocas I y II) a los años 1500 a.C.-45 d.C. Su economía se basaba en el cultivo de papa y a la domesticación de la llama, lo que permitió el pastoreo. Así formaban caravanas que sirvieron para el intercambio de productos. El segundo período es el Urbano (Épocas III y IV) a los años 45 d.C.-700 d.C. En el siglo II, Tiwanako se convirtió en una gran urbe ceremonial que tiene dos centros dominantes, el conjunto de Akapana y el Puma-Punko. El último período es el Expansivo (Época V) a los años 700 d.C.-1200 d.C. En el siglo VIII, Tiwanako expande su poderío tanto en la costa como en los valles interandinos. Esta expansión fue posible gracias al dominio del bronce que le permitió una gran superioridad militar. En el siglo XII el colapso es inevitable debido a las invasiones aimaras (reinos collas).

Tiahuanaco alcanzó su importancia gracias a su ubicación estratégica en la cuenca lacustre, donde convergían un sinnúmero de rutas caravaneras. Esta posición privilegiada permitió a controlar el flujo de bienes importantes como la coca, el maíz o el ají. De este modo crearon una vasta red de intercambios de bienes y servicios, que iban en su directo beneficio. Para afrontar el impacto del clima sobre la agricultura, construyeron campos de cultivo elevados, conocidos como “camellones” que evitaban las inundaciones y, a la vez, acumulaban humedad, moderando los bruscos cambios de temperatura y brindando abundantes cosechas.

Su arquitectura tenía motivo religioso. Realizaron trabajados en piedra de dimensiones considerables. Usaron capas de cobre para unir bloques de piedra. Destacan entre sí el Palacio de Kalasasaya, el Akapana (fortaleza) y la Portada del Sol, el más importante templo ceremonial. En la escultura, construyeron monolitos de gran tamaño con representación

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