EL PERÍODO INCAICO EN EL ECUADOR

A mediados del siglo XV los habitantes de los territorios que hoy conocemos como Ecuador tuvieron que enfrentarse contra ejércitos foráneos venidos de los Andes Centrales, que se hacían llamar “Incas” y que denominaban a su imperio como el “Tahuantinsuyo”. Es difícil querer definir su sistema administrativo desde la mirada actual, sin embargo, según sus propias palabras, su líder, el Inca, era hijo del Sol y por ende, su misión, y la de sus descendientes, era llevar la civilización a todo el territorio encontrado y es dentro de ese afán expansionista que se encuentran con los Caranquis, Cochasquíes, Otavalos, Cayambes y otros señoríos de la región, librando una guerra de aproximadamente 17 años para poder anexar estos territorios a su imperio.

La totalidad de la Sierra ecuatoriana llegó a formar parte del Tahuantinsuyo, y tal fue su importancia, que en Tomebamba (actual Cuenca) se erigió una especie de segunda capital del Imperio, mas no sucede lo mismo con la zona de la costa, donde solo la Isla Puná y sus perifería fueron anexadas, mientras que al norte, en Manabí por ejemplo solo ejercían influencia indirecta, o casos como Esmeraldas o la Amazonía que nunca formaron parte del territorio incaico.

La conquista y ocupación incaica tenían, como consecuencia, cambios fundamentales en la composición étnica y en la repartición demográfica, pero también en la organización sociopolítica; la estructura sociopolítica de los señoríos preincaicos no sufre mayor transformación, sino mas bien una especie de adaptación a las exigencias del nuevo estado, lo que significaba que a más del Cacique se ubique también a una especie de gobernador nombrado por el Inca en cada territorio, en al área económica, se da un gran auge de los textiles de lana y del comercio a larga distancia; y, en el intento de formar un estado culturalmente uniforme, se establecieron dos medidas principales: la introducción del Quechua como lengua de administración y comunicación general y del culto al Sol como religión del estado.

La “incaización” de la Sierra se encontraba aún en proceso cuando fue interrumpida de repente por la llegada y posterior colonización de los españoles, mismos que lograron su objetivo en un lapso muy corto, debido a los resentimientos de muchas etnias que veían al Imperio Español como posibles libertadores, lo que termina con el establecimiento de la Real Audiencia de Quito.

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