El Espíritu Norteamericano
Enviado por alis_pink71 • 28 de Mayo de 2014 • 1.234 Palabras (5 Páginas) • 276 Visitas
EL ESPIRITU NORTEAMERICANO
Samuel Eliot Morison
LA EDAD SOBREDORADA
Las energías intelectuales que el Sur pudo reunir se dedicaron especialmente a la celebración elegiaca, de la Causa Perdida. El sueño del viejo Sur fue una fantasmagoría de las extensas plantaciones y las casas de pilares blanco, de las familias siempre antiguas y distinguidas, de pilares blancos, de las familias siempre antiguas y distinguidas, de coroneles aristócratas y grandes damas y muchachas. El Viejo Sur era como la humanidad antes de la Caída, pero una humanidad sureña. Mientras tanto un robusto y arrogante Norte, con su riqueza aumentada por la guerra, avanzaba hacia un poder aún mayor.
LAS CORRIENTES LITERARIAS
Los informes literarios de la guerra fueron variados y ricos. Ningún hombre público del siglo XIX escribió mas elocuentemente que Lincoln, y un puñado de sus documentos públicos puede considerarse como literatura mundial.
“Toda la moderna literatura norteamericana viene de Huckleberry Finn”, dijo Ernest Hemingway, pues es la primera novela inconfundiblemente norteamericana por su tema, su medio, sus personajes, su idioma y su estilo, y no podía haber sido escrita en ninguna otra parte. Mark Twain, Henry James y Melville, estos tres novelistas surgieron a la madurez literaria durante el periodo de la controversia darwiniana, pero sus escritos no reflejan la nueva filosofía, que tubo mucho mayor influencia sobre hombres de letras más jóvenes, nacidos después de la guerra civil.
FILOSOFIA Y RELIGION
El año de 1859, cuando Darwin pública el origen de las especies, inicio una revolución del pensamiento, tanto como de la ciencia. Esta doctrina de la evolución fue básicamente responsable del abandono del transcendentalismo que celebraba muchas cosas caras a los románticos: la naturaleza, el individualismo, la espontaneidad, la imaginación. Se basaba en intuiciones básicas que no podían someterse a prueba, tales como la benevolencia de Dios y de la naturaleza.
El efecto de semejante actitud sobre la política, el derecho, la economía, las instrucciones sociales, la educación, el arte, y la moral fue casi revolucionario. Los profesores progresistas abandonaron la idea de que la educación consistía en adquirir un cuerpo de información, y trataron de hacer que fuese una función de la sociedad. Los científicos políticos hablaron menos de las abstracciones como la “soberanía” y más de procesos políticos. El que más sufrió por la nueva filosofía fue el fundamentalista protestante. Los teólogos aplicaron a la Biblia las normas criticas aceptadas desde hacía tiempo en otros campos de la sabiduría, sometiendo las escrituras ala prueba de la historia, la filosofía, la geología, la arqueología y otras ciencias; pero las iglesias protestantes tenían mas miedo al darwinismo que a la “alta critica”, y en varios estados del Sur se aprobaron leyes que prohibían la enseñanza del evolucionismo. Quizás, a la larga, el desarrollo religioso más importante de aquellos años fue el aumento del catolicismo. En 1890, la Iglesia Católica Romana contaba con cerca de nueve millones de fieles en los Estados Unidos. Treinta años después, el número se había duplicado, y una de cada seis personas y uno e cada treinta miembros de una iglesia era católica. Este desarrollo resulto, en gran parte, del flujo de inmigrantes que llego al nuevo mundo.
EL PENSAMIENTO SOCIAL Y JURÍDICO
Aun cuando el Darvinismo afecto profundamente el pensamiento social y jurídico, no pocos teóricos desafiaran la opinión de que el progreso solo podía llegar como resultado de la supervivencia de “los mas aptos” al terminar la lucha que requería varios miles de años. Las mismas fuerzas que moldearon la sociología sacudieron asta sus cimientos el estudio de la economía. Los economistas, como los sociólogos, habían admitido pasivamente una serie de “leyes de hierro” que, según se decía, dominaban la economía. Evolución y pragmatismo afectaron profundamente la interpretación de la política y la historia. Hubo una revuelta
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