El Modelo Proteccionista Y La Industrialización De México

En los años cuarenta, México pensó que debía industrializarse para acelerarse para entrar en los países “Desarrollados”, ese proceso requería del fortalecimiento de una industria intermedia que llevara poco a poco a fabricar en México todo lo que hasta ese momento se tenía que exportar. Ese es el comienzo del proceso conocido como “Sustitución de importaciones”.

En el gobierno de Lázaro Cárdenas había sentado bases solidas para el arranque del proyecto, la nacionalización de los ferrocarriles y del petróleo garantizaban a los nuevos industriales el transporte para el comercio. También surgió una nueva generación de empresarios jóvenes con poco capital, los cuales iniciaron pequeños negocios pero con potencial de crecimiento enorme.

La segunda Guerra Mundial ayudó bastante a México, ya que los países aliados se dedicaron a la producción bélica, así México empezó a producir bienes necesarios tanto en el país como en E.U.A.

Para echar a andar el proyecto industrializador, los gobiernos de Ávila Camacho (1940-1946) y Miguel Alemán (1946-1952) implantaron unas series de medidas, primero a fortalecer la industria en el periodo bélico, protegerla al final del mismo, cuando se vio que E.U.A nuevamente pudo dedicarse a la producción de bienes manufacturados que amenazaban con competir con los mexicanos. Un primer paso fue la Ley de industrias de transformación, en 1941, la cual beneficiaba con amplias exenciones de impuestos a los empresarios mexicanos demostrando que su empresa era “nueva” o “necesaria”. Así también las funciones de la Institución Financiera, creada en 1934 para canalizar recursos oficiales hacia diversas obras públicas, se reorientaron hacia el financiamiento de la industria y la creación de infraestructura para el desarrollo de la misma.

A aquellas empresas consideradas como “nuevas y necesarias” recibieron, a través de la Nacional Financiera, se les concedieron créditos y condiciones ventajosas, de acuerdo con su importancia para el desarrollo de país.

Esas empresas recibieron grandes ventajas como exenciones de impuestos de hasta 10 años, permisos para importar maquinaria entre otros beneficios.

La medida más importante fue la de cerrar las fronteras del país a todos los productos que no estuvieran hechos en México y que pudieran elaborarse localmente, de esa manera el mercado interno estaría asegurado, así también, la restricción a la instalación de empresas con capital extranjero ayudaron a reducir la competencia y favorecieron el crecimiento de la industria nacional. El modelo proteccionista funciono satisfactoriamente durante varias décadas, numerosas empresas de fundaron y crecieron a lo largo del periodo, el PIB del país empezó a aumentar hasta llegar a un crecimiento del 6% anual mientras que la población crecía a un ritmo menos (3.5%)

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