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Ensayo- América Latina contemporánea 1880-1990


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2016  •  Ensayo  •  2.400 Palabras (10 Páginas)  •  491 Visitas

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TRABAJO FINAL

                         Ensayo sobre “La transformación de

               América Latina contemporánea 1880-1990

PROFESOR: LIC. CASTANETTO SERGIO ROBERTO

ALUMNAS: CISNEROS CARLA MARISOL

                     ROMERO VALERIA SOLEDAD

                     TARIFA SILVIA SOLEDAD

                     RAMIREZ IVANA

                     MENDIETA FLAVIA

AÑO: 2016[pic 2]

TRANSFORMACIÓN DE AMÉRICA LATINA CONTEMPORÁNEA 1880-1990

El presente trabajo pretende dar a conocer los cambios y transformaciones  en lo económico, social y político en América Latina en el periodo de 1880 hasta 1990, en el cual las economías  nacionales se habían integrado al sistema global centrado en Europa y Estados Unidos. Esta integración llevó a que las ciudades florezcan ya que surgieron agrupamientos, reformas, trastornos y estancamientos.

Para comprender estos sucesos hay que situar a América Latina en el contexto de expansión económica global, comenzando con la conquista del siglo XVl, ya que los cambios que se comienzan a dar en este periodo, produjeron más cambios en el futuro. Los  principales países que han sufrido estas variaciones son Argentina, Chile, Brasil, México, Cuba, el Caribe y Centroamérica.

En la siguiente parte del trabajo se tendrán en cuenta algunos lineamientos acerca del crecimiento, su expansión basada en la exportación-importación; como así también expresaremos temas de la industrialización por sustitución de importación, crisis, deuda y democracia.

A finales del siglo XlX la industrialización comenzó a ocasionar demanda de productos alimenticios y materias primas, lo que llevó a los gobiernos e inversores Europeos a buscar fuera, especialmente en América Latina.

Los países latinoamericanos se convirtieron en productores: Argentina de lana, trigo y carne; Chile de cobre; Brasil de café; Cuba de café, azúcar y tabaco; México  de agave, azúcar, cobre y zinc; Centroamérica de café y plátanos; Perú de azúcar y plata.

El desarrollo de estas exportaciones fue acompañado de la importación de manufacturas, casi siempre de Europa. Especialmente Inglaterra que invirtió en la construcción de ferrocarriles, en Argentina, México, Perú y Brasil. Los inversores británicos, franceses y estadounidenses también pusieron capital en empresas mineras sobre todo en México, Chile y Perú, tomando Latinoamérica  un camino comercial de crecimiento económico dependiente que fue acompañado de una justificación intelectual “el liberalismo”, que al igual que las mayorías de las ideologías, fue importado.

Las elites tenían el poder y la riqueza para controlar las decisiones políticas y económicas del país, logrando una rápida modernización. Aceptaban las teorías racistas al propugnar  fuertes inmigraciones europeas como solución a su falta de mano de obra calificada, buscando eficiencia y éxito comercial, así surgieron profesionales para desempeñar funciones económicas “comerciantes”. Los abogados ayudaron a determinar el marco institucional de la nueva era, los terratenientes se interesaron por la política nacional y junto a otras elites económicas  tomaron el control del gobierno en forma directa, como ser Argentina y Chile, quienes querían construir regímenes fuertes y selectivos con apoyo militar,  proclamando su legitimidad mediante la adhesión a  constituciones parecidas a modelos europeos y estadounidenses. La rivalidad era restringida y la votación solía ser una farsa “democracia oligárquica”.

Otro modelo para adquirir el poder eran las dictaduras fuertes, con cargos militares para asegurar la ley y el orden en beneficio a los terratenientes. Un ejemplo fue Porfirio Díaz en México, en 1876, centralizando el poder y creando estados-nación poderosos y dominantes  dentro de círculos restringidos.

En Argentina triunfó el centralismo, estableciendo la ciudad de Buenos Aires como distrito federal en 1880; en Brasil el gobierno imperial de don Pedro ll avanzó hacia  un estado-nación efectivo.

El éxito de esta política se hizo evidente a finales del siglo XlX comienzos del XX y las economías latinoamericanas orientadas a la exportación iniciaron periodos de prosperidad, ya que, todo impacto producía efectos rápidos en los sectores mercantilizados. El crecimiento importación-exportación impulsó dos cambios, uno la aparición y el aumento de los estratos sociales medios “comerciantes, tenderos y empresarios pequeños” que se beneficiaban de esa economía, pero no ocupaban cargos de poder o liderazgo. El segundo tuvo que ver con la clase trabajadora. Para sustentar la expansión de la exportación, las elites importaron fuerza de trabajo externa, excepto México que tenía una gran población campesina India, esto llevó a nuevas organizaciones “sindicatos”, que se ordenaban por oficios. Toda parada laboral suponía una amenaza para el país y para su capacidad de importar. El Estado primitivo de industrialización mantenía a los empleados en firmas pequeñas, la excepción eran los trabajadores de ferrocarriles, minas y muelles.

De 1914 a 1927 se empezó a reflexionar sobre el surgimiento de la movilización obrera, cuando las capitales de toda nación en América Latina se vieron perjudicadas por huelgas generales.

Desde 1900 a 1930 se combinaron la importación del trabajo y la migración campesina para producir el crecimiento a gran escala de las ciudades, la expansión de las economías de exportación-importación ocasionó la urbanización de la sociedad latinoamericana. Debido al origen nacional o étnico, las clases trabajadoras no consiguieron poder político a comienzos del S. XX. Los inmigrantes de Argentina y Brasil no tenían derecho a votar si no eran naturalizados. En México los trabajadores de origen campesino tenían  pocas posibilidades de influir en la dictadura de Porfirio Díaz y en Cuba la esclavitud había dejado su doloroso legado.

Luego las elites de varios países realizaron una reforma política que permitió a los sectores medios acercarse al poder, en Argentina (1912) se abrió el sufragio a la población con el partido Radical quien consiguió la presidencia en 1916. En Chile los cambios comenzaron en 1890 con un gobierno parlamentario, Brasil en 1989 (política electoral limitada), Cuba tras conseguir la independencia de España en 1898 y en México estalla una revolución en 1910, el objetivo era conseguir el acceso al sistema político de la clase media excluida. La fórmula reformista funcionó bastante bien para las elites ya que condujo a una prosperidad continuada y sostenida basada en la exportación-importación y provechosa para la integración de América Latina  en el sistema de capitalismo.

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