Formas De Gobernar Y Un Estado
Enviado por lupppayne • 17 de Noviembre de 2013 • 2.148 Palabras (9 Páginas) • 387 Visitas
Impunidad de la Ley
Una estratega es un dirigente y a estos se les encomienda un proyecto para destrabar una situación crítica y a ellos se recurre para levantarse en una contienda cerrada. Los dirigentes de los últimos años tanto panistas como priistas y estos han aplicado estas estrategias para asegurar a un grupo en el poder. El pensamiento de los estrategas de uno y otro bando ha sido claro y preciso: el poder se conserva gracias a la impunidad y el poder sin claro y preciso: el poder se conserva gracias a la impunidad y el poder sin contrapeso hace doblemente fuertes a los fuertes.
En los hechos y en la realidad, ¿Cómo hacer de la impunidad un baluarte? Los estrategas saben de eso, imaginan una fortaleza un búnker en su interior y allí viven y batallan los hombres más fieles, con el abrigo de sus dirigentes y piensan que están por encima de la ley. Para los estrategas no solo se trata de alargar el tiempo y hacer política en función de sus diarias contradicciones, sino de ”mandar” con los ojos puestos en sexenios anteriores. Me había dado cuenta de la impunidad que existe en el país y que ha existido desde principios del siglo pasado, pero no lo había percibido desde este punto de vista, ahora comprendo mejor el origen del cáncer que tiene México.
Impunidad
El autor comienza con citar una obra “El sentido común” de Thomas Payne, esta fue una de las bases intelectuales más importantes que impulsaron la independencia de Estados Unidos. Payne sostiene que la sociedad es una bendición en sí, en tanto que el gobierno, en el mejor de los casos, es sólo un mal necesario y, en el peor de los ejemplos, un mal intolerante. Agrega que la desgracia que la desgracia pues ser aún peor si las víctimas no proporcionan las defensas necesarias para abatir la injusticia en que viven. Las ideas de Payne dejan en claro que no existe mayor calamidad que vivir bajo un gobierno ajeno al sentido común; el gobierno que mal nos gobierna, tiene la obligación primaria de hacer cumplir la ley, pero la ha incumplido y nos aleja de la vida como la deseamos todos.
Cuando se supone que el Estado está para salvaguardar sus propios intereses y los de los ciudadanos, puesto que los ciudadanos pactan con el Estado para que, a través de una serie de normas, éste determine los derechos y obligaciones a los que todos, personas e instituciones, debemos ajustarnos. El sistema normativo (Estado de Derecho) se erige, de esta manera, como garantía para que los convenios sociales sean cumplidos. No hay Estado de Derecho sin la ley y no existe la seguridad jurídica sin la sanción. Nosotros como ciudadanos nos tenemos que ajustar a lo que el Estado disponga, lo hacemos por obligación confiados que el Estado actuara como tiene que actuar y para lo que está diseñado. Pero al contrario de esto, el Estado usa las normas a favor de lo dirigentes y las personas que están en el poder para proteger sus intereses políticos , mientras que los ciudadanos tienen que cumplir a cabalidad las normas pues ellos no son impunes y ellos si sufren una sanción.
El estado tiene la atribución exclusiva de castigar y la obligación de prevenir la imposición arbitraria de la ley. Sin Estado de derecho no hay ley y sin sanción no hay Estado. El autor cita también a Stella Maris Ageitos y para ella “Impunidad significa dejar sin juicio ni castigo a los culpables”. La impunidad alude no sólo a la falta de sanción para el transgresor de la ley por parte de los órganos encargados de la salud del país, llevada ésta a la presencia luminosa de la justicia. La impunidad discurre por una doble variante, la del sujeto que transgrede la ley sin el castigo correspondiente, y la de la ley que abre las compuertas a la corrupción.
La impunidad no es sólo la del sujeto que incumple una norma sin ser sancionado sino, también la de que la ley permite la entrada de la corrupción.
Entonces nos corresponde a nosotros como ciudadanos abrir espacio a las instituciones y generar las políticas que contrarresten la impunidad. Siempre es buen momento para crear leyes que obliguen a nuestros gobiernos a velar por la salud y la moral de la República, y una de las maneras que existen para enfrentar la impunidad y combatirla con éxito no es otra que la constate exigencia ciudadana para que la autoridad cumpla con su deber. La “justificación” de la impunidad
¿Aventaja la gravedad del delito al de la impunidad, o la impunidad supera el daño que el delito provoca? Pensamos que se corresponden, tan lesivo uno como la otra; Y la corrupción es lo que los respalda.
El Fuero
En nuestro sistema, dos son los presupuestos legales que propician un ambiente jurídico de impunidad: el llamado fuero y el presidencialismo. Hay ya muchas discusiones sobre el llamado “fuero constitucional”, ese presupuesto procesal que es necesario agotar antes de proceder, política y penalmente, en contra de un alto funcionario público. La “inmunidad procesal” es una figura constitucional que se estableció con el objetivo de proteger a servidores públicos de alto nivel de ataques temerarios, represalias por inevitables conflictos de intereses o acusaciones con fines perversos. En nuestro sistema constitucional se establece que, como acto previo a la apertura penal contra un servidor público, se requiere la anuencia, en algunos supuestos, de la Cámara de Diputados, y en otros, del propio Congreso.
De aquí se desprende la propia Constitución deberían precisarse los casos en que pueda procederse penalmente en contra de funcionarios públicos de alto nivel.
Estos fueros lamentablemente son una barrera jurídica que defiende a nuestros altos funcionarios pero es aún más lamentable saber que entre ellos tienen convenios no escritos de apoyarse y protegerse entre sí. Además de que cuando un fuero pudiera perder vigencia cuando un funcionario deje de estar en el cargo, el ahora exfuncionario buscaría con ayuda de sus conocidos en el ambiente político haciendo uso del llamado “compadrazgo” para adquirir de nuevo la calidad de funcionario público, evitando así su responsabilidad legal y evadiendo la posible sanción.
El presidencialismo
El autor afirma que: Presidencialista es la forma de
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