Gesta Heroica De Sandino
Enviado por seyfran125 • 21 de Julio de 2014 • 2.222 Palabras (9 Páginas) • 1.094 Visitas
Ministerio de Educación (MINED)
Ensayo
Instituto Salomón Bravo Herrera.
Tema: Gesta Heroica de Sandino.
Seudónimo: Amo de la Libertad.
Grado: Undécimo.
El hombre que de su patria no exige un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no sólo ser oído sino también creído. (Augusto César Sandino).
Augusto Nicolás Calderón Sandino nació el 18 de mayo de 1895 en la ciudad de Niquinohomo (Departamento de Masaya, Nicaragua), hijo natural pero no legítimo de Gregorio Sandino (un adinerado cultivador de café), y Margarita Calderón, una indígena sirvienta de la plantación de su padre. En 1904, a la edad de 9 años, es abandonado por su madre y enviado a vivir con su abuela materna. Más tarde es enviado a vivir con la familia de su padre, donde debe trabajar para ganar su hospedaje.
En julio de 1912, a los 17 años, presenció la primera intervención de las tropas estadounidenses en Nicaragua, frente a una sublevación en contra del presidente Adolfo Díaz, quien tenía apoyo de Estados Unidos. El general liberal Benjamín Zeledón murió en combate el 4 de octubre al ser desalojadas sus fuerzas de la fortaleza de El Coyotepe luego de feroces combates en La Barranca, ambos sitios estratégicamente ubicados en la entrada de la ciudad de Masaya. El joven Sandino quedó impresionado con la imagen del patriota, cuyo cadáver era llevado en una carreta por los Marines para ser sepultado en el pueblo de Catarina.
En 1921 hirió de bala a Dagoberto Rivas, hijo de un destacado conservador del pueblo, a causa de unos comentarios que Rivas hizo sobre su madre. Huyendo de la ley y de una posible venganza de la familia de Rivas, Sandino viajó a la costa Caribe de Nicaragua y después a Honduras, donde trabajó como empleado en un ingenio de azúcar. En 1923 emprendió viaje nuevamente, esta vez hacia Guatemala, donde trabajó en las plantaciones de la United Fruit Company, y finalmente a Cerro Azul en Veracruz (México) donde fue empleado por empresas petroleras.
Durante su estadía en México comenzó a tomar parte en diversos grupos: francmasones, anti-imperialistas, anarquistas, y comunistas revolucionarios. Aunque recibió una fuerte influencia del anarcosindicalismo mexicano, Sandino se convirtió en un ferviente defensor del nacionalismo y sobre todo del antiimperialismo, en particular en la resistencia contra la ocupación estadounidense de Nicaragua.
Luego de retirarse las tropas estadounidenses de Nicaragua en agosto de 1925 y tras el vencimiento de su pena en 1926, Sandino regresó a Nicaragua el 10 de junio de ese mismo año. Se dirigió primero hacia su pueblo natal, Niquinohomo, con la intención de iniciar un negocio, pero su proyecto es frustrado por Dagoberto Rivas, entonces devenido en alcalde del pueblo. Sandino se ve forzado a abandonar nuevamente su pueblo natal, dirigiéndose hacia el Norte, a los departamentos de Nueva Segovia, Madriz y Estelí, llamados comúnmente «Las Segovias».
En ese contexto el caudillo conservador Emiliano Chamorro dio un golpe de estado al presidente Carlos José Solórzano (del Partido Conservador), quien entrega el poder a su vicepresidente constitucional, Juan Bautista Sacasa (quien era del Partido Liberal). Chamorro obliga a renunciar a Sacasa y asume el poder. A su vez EE. UU. No lo reconoce y lo obliga a renunciar, sustituyéndole por Adolfo Díaz. Los liberales no aceptan la violación flagrante de la Constitución por parte de los conservadores y los estadounidenses, y emprenden una nueva guerra civil fratricida,5 conocida como Guerra Constitucionalista (1926-1927),6 reclamando el regreso de Juan Bautista Sacasa al poder, usando como base de operaciones la ciudad de Puerto Cabezas (Bilwi) en el departamento de Zelaya.
En medio de esta situación, Sandino procuró incorporarse al Ejército Liberal Constitucionalista. En un primer momento acude donde José María Moncada, general en jefe del Ejército Liberal del Atlántico, pero éste, receloso de Sandino, le negó las armas. Entonces Sandino y sus hombres, ayudados por las prostitutas de Puerto Cabezas, recogieron del agua un buen lote de armas y municiones que habían sido quitadas a Sacasa (los marines no las habían destruido, sino que se habían limitado a arrojarlas al mar). Hecho esto, emprenden el viaje a Las Segovias (su zona de operaciones) viajando en pipante por las aguas del río Coco.
Sandino organiza su grupo de hombres que llegó a ser conocido como Los Montañeses, con el cual ataca el cuartel conservador en el poblado de El Jícaro el 2 de noviembre de 1926. Después de un exitoso bautismo de fuego, Sandino es reconocido en filas del Ejército Liberal Constitucionalista por los jefes militares liberales, designado general en jefe del Ejército Liberal de Las Segovias, convierte a Las Segovias en base de su zona de operaciones hasta llegar a controlar Jinotega.
Alcanzó varias victorias sobre las tropas conservadoras, lo que a su vez atrajo efectivos a su columna, la llamada Columna Segoviana, que en su momento llegó a contar con 800 hombres de caballería. En parte gracias a los triunfos de Sandino, los liberales tomaron la iniciativa en la guerra y empezaron el avance general hacia el Pacífico.
Tanto así que a mediados de enero de 1927, el Ejército Liberal de Occidente, bajo el mando de su general en jefe Francisco Parajón, entabla combate con las tropas constabularias del general Alfredo Noguera Gómez en la zona de León y Chinandega, en un claro intento de desgastarlas y desarticular la mayor concentración de tropas gubernamentales en el Occidente del país, lo cual logran tras encarnizadas batallas. Poco después, en un exitoso operativo de despliegue, los liberales toman el poblado de El Maniadero, y comprometen las posiciones gubernamentales en la ciudad de Chinandega.
Finalmente, el 6 de febrero, los liberales tienden un cerco alrededor de Chinandega con el objetivo de sitiarla. Durante la maniobra, las tropas gubernamentales son puestas en fuga luego de cruentos combates. Poco después, los liberales estrechan el cerco sobre Chinandega hasta romper sus defensas y tomarla, no sin antes librar una encarnizada batalla cuadra por cuadra, que deja innumerables muertos y heridos en ambos bandos. Ese mismo día, el presidente Nicaragüense autoriza al Mayor James J. Meade para que sus marines releven a las tropas Constabularias en la defensa de Managua, ya que con la caída de Chinandega, la capital quedaba seriamente amenazada.
Chinandega fue recuperada por los Constabularios luego de varios días de cruentos combates, y la destrucción casi total de la ciudad. El
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