Historia Meztiza
alex_pazs16 de Noviembre de 2012
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HISTORIA DE LA DANZA MESTIZA
Surgen después que, a partir de la Conquista, se fusionaron dos grupos étnicos: los mexicas y los españoles. En estos bailes se percibe la influencia indígena y los rasgos de los colonizadores. Los bailes mestizos han evolucionado gradualmente, con características propias en las diversas regiones de la República Mexicana, e tal modo que quizá puedan tener los mismos orígenes y rasgos parecidos, pero no se ejecutan completamente igual en todas partes, sino que cada lugar y cultura le imprime su propio estilo.
Los bailes mestizos incluyen una gran variedad, y van desde las danzas estilizadas de origen indígena pero con fuertes influencias extranjeras, tanto en los movimientos como en el vestuario, (Parachicos de Chiapas, Chinelos de Morelos); hasta aquellos bailes que muestran no sólo la influencia de elmentos dancísticos españoles como los jarabes (Ciudad de México, Jalisco, Michoacán, Oaxaca),
Fandangos (Veracruz, Yucatán), Jaranas (Yucatán); sino también de regiones tan distantes como Francia con las cuadrillas (Zacatecas); Polonia con la mazurca, que es su danza nacional; la antigua Checoslovaquia con la polca y la redova (Coahuila, Nuevo León, Durango); Alemania con el Shotis (Norte de México); Chile con sus chilenas y cuecas (Guerrero) Cuba y el Caribe con sus sones y ritmos afrocaribeños (Veracruz, Michoacán). (Reveles, s.f.; Núñez, Reyes y de Anda, 2001)
Este tipo de danzas son aún practicadas en muchas comunidades del mundo y se han conservado durante siglos o un periodo de tiempo considerable, junto con sus elementos originales: pasos, ritmos. Trazos coreográficos, rutinas de montaje e interpretación, desplazamientos auxiliares, escenografía, tratamiento de pasos, etcétera; este tipo de danzas debido a sus características son representadas o ejecutadas por descendientes de las antiguas culturas o civilizaciones como: hindúes, chinos, japoneses mexicanos, árabes, africanos polinesios, etcétera. Estas danzas son la que le han dado la base a otro tipo de tales como las danzas populares y teatrales, y también forman parte del acervo cultural de un pueblo. A estas danzas autóctonas también se les ha denominado como danzas tradicionales, y por este nombre también se les ha menospreciado un poco, pensando que son sencillas y que cualquiera las pude ejecutar si ningún problema, sin tomar en cuenta que tienen una gran complejidad y no son cualquier pieza de tipo convencional. Para dar un ejemplo podemos tomar como ejemplo a muchas de las danzas indígenas de México, las cuales poseen un grado alto de complejidad ritual, con un gran número de formas abstractas, de significado y símbolos, en las cuales se conjuga un gran dominio en relaciones estéticas y teológicas.
Se componen de sones y marcada influencia indígena, tanto en la música como en la ejecución de sus pasos al interpretarlos. Los sones son en su mayoría anónimos y producto de una auténtica expresión popular.
La colección de sones expuestos con la asesoria de Don Arnulfo Andrade q.e.p.d., quien con su grupo de músicos agruparon una serie de sones de los que recordaban se ejecutaban años atrás surgiendo así la Majagua y El Ardillo (de Don Ramón García),
El Galllito y el Buey (de Juan Ríos), mestizo Huichol del la Sierra de Picachos de donde son estos sones. Pero existe otra versión del Son del Buey en la zona del Valle de Tepic; estos sones Mestizos, han ido surgiendo desde hace pocos años; actualmente sólo personas de edad recuerdan aún cómo eran las fiestas, las ferias y las bodas, medios por lo cual se ha logrado conseguir la información necesaria para armar en cuadros costumbristas la forma interpretativa de las festividades características de la región.
• Son de La Majagua que se baila con marcada influencia jalisciense, ya que corresponde a la región sureña.
• El Buey (versión de la Sierra), cuya ejecución en los pasos se advierte el sabor indígena en el segundo y tercer movimiento, sobre todo en el hombre, ya que la mujer baila más alegre y, moviendose cuando trabaja el abanico de palma, y su falda, al ritmo de sus pies.
• El Ardillo (son de equibrio y zapateado). Cualquier son con las características musicales del Ardillo servia cuando la fiesta estaba en su climax, pues al calor del tequila, o cualquier botella que encontrara, le servía para demostrar su habilidad en el zapateado, colocándola sobre su cabeza a manera de equilibrio, y si alguna polla se lanzaba a acompanar albailador, se colocaba también sobre la cabeza, un vaso grueso lleno de vino.
• El Gallito (son de tarima). Ejecutado generalmente por una pareja sobre una tarima chica; este baile presenta el clásico rodeo del gallo a la gallina. La mujer graciosa y coqueta con su companero, zapatea con su companero mientras el hombre se encarga de enamorarla en la ejecución de un zapateado redoblado, de pisadas fuertes y alternadas, el canto de júbilo que lanza el gallo cuando se siente correspondido; es ejecutado por el violín enmarcado con dos golpes fuertes de sombrero en el suelo
CULTURA
La cristianización de los indígenas fue una de las consecuencias más importantes de la conquista de México. Con la intención de enseñar la nueva religión, los frailes trataron de aprender todo lo que les fue posible sobre las creencias y costumbres de los pueblos conquistados. Los frailes organizaban obras de teatro en lenguas indígenas y permitían a los indios seguir danzando, aunque ahora en honor del nuevo dios.
Así, junto a las iglesias se abrieron escuelas donde los indígenas aprendieron latín, música, pintura, oficios y modos de ser europeos.
Poco a poco se fueron abriendo nuevos colegios, con el paso del tiempo y el crecimiento de la población se vio en la necesidad de abrir una universidad en la Nueva España.
Treinta años después de la caída de Tenochtitlan se ordenó la fundación de un centro de estudio donde "los naturales y los hijos de españoles fuesen industriados en las cosas de la fe católica y en las demás facultades…"
De este modo se fundó la Real y Pontificia Universidad de México, primera institución de esta importancia creada en América. La universidad se convirtió pronto en el centro cultural más importante. En sus salones se podía aprender teología, artes, gramática, medicina, náhuatl y otomí, entre otras cosas; así empezaron a surgir los primeros científicos novohispanos.
A partir de la conquista fueron llegando a la Nueva España algunos científicos españoles que, junto con la creación de colegios y universidades, dieron origen a las comunidades científicas locales.
Los conocimientos científicos de los antiguos mexicanos despertaron un gran interés entre los europeos. En especial, la gran sabiduría indígena sobre medicina y propiedades curativas de las plantas. Había aspectos en que se mostraban más avanzados que los europeos.
Entre los aztecas, la práctica de la medicina estaba dividida por especialidades con la finalidad de llegar a conocer a fondo cada uno de sus campos. Había médicos, cirujanos, sangradores, boticarios y parteras.
Fray Bernardino de Sahagún logró reunir importante información acerca de la medicina prehispánica, y los indígenas Martín de la Cruz y Juan Badiano escribieron el Herbario De la Cruz-Badiano, que fue el primer libro escrito en la Nueva España referente a este tema.
Por otra parte, el doctor español Nicolás Monardes recopiló toda la información que le fue posible sobre medicina indígena y elaboró un tratado de remedios y medicamentos indígenas que difundió en Europa, donde tuvo gran aceptación y reconocimiento.
Una imprenta sirve para fijar en papel letras o dibujos por medio de presión. Su importancia es muy grande ya que antes de su invención se hacían los libros a mano, uno por uno, y esto hacía su producción lenta y difícil. La imprenta hizo posible imprimir rápidamente un número indefinido de obras.
Gracias a la imprenta, los libros se hicieron más baratos y así fue posible que llegaran a un mayor número de personas.
La imprenta se hizo llegar a la Nueva España en 1539 para contribuir a la cristianización de los indígenas y a la difusión de la cultura española. Por esta razón la mayor parte de los primeros libros que se imprimieron fueron sobre religión, arte, gramática y diccionarios de las lenguas indígenas.
Se dice que el primer impresor de la Nueva España fue el italiano Juan Pablos, quien imprimió el primer libro de América en español y en náhuatl, el cual trataba sobre religión católica y la "salvación de las ánimas" de los indios.
TRADICIONES
Con la Conquista cambió el modo de vida de los mexicanos, pues se mezclaron las tradiciones y costumbres de los antiguos mexicanos con las de los españoles. No sólo en la religión se dejó sentir el cambio, sino también en la alimentación, el vestido y la habitación. Las fiestas religiosas católicas conservaron el espíritu festivo de los prehispánicos. Los alimentos indígenas enriquecieron los platillos europeos con el sabor de algunas especias regionales, como el chile, y de algunas carnes, como la del guajolote. Las artes y el conocimiento de los españoles también aumentaron con las enseñanzas de los naturales de América.
Aunque los niños ricos de la época colonial debían vestirse con estorbosos y pesados
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