LA ETNIA WARAO
Enviado por mariangelica63 • 24 de Junio de 2011 • 4.010 Palabras (17 Páginas) • 2.983 Visitas
INTRODUCCION
La Etnia Warao, según tradición oral de los indios Warao, llegaron al Delta como refugiados de otras tribus más guerreras que los obligaron a internarse en estos desiertos acuáticos. Los Warao continúan siendo parte importante de los habitantes de este Estado, inmersos en su propia cultura y adoptando del continuo cambio ambiental aquello que le reporte mayor utilidad a su economía.
Originalmente fueron pescadores, cazadores y recolectores, posteriormente pasaron a ser agricultores con la introducción del ocumo chino desde la isla de Trinidad y de Guyana.
Desde tiempos muy antiguos se introdujeron en el Bajo Orinoco grupos humanos provenientes de la vertiente oriental de los Andes Peruanos, conocidos como la tradición Kotoch o Chavin; quienes aportaron a los primeros pobladores conocimientos de alfarería. Las comunidades que pertenecieron a esta cultura, alcanzaron un importante desarrollo económico y social a partir de los excedentes agrícolas producidos por el cultivo vegetativo de la yuca amarga.
Luego siguieron llegando agricultores y comerciantes procedentes en su mayoría de la isla de Margarita y de los estados Sucre y Monagas.
Este recorrido se ampliara suficientemente durante el desarrollo del este trabajo.
Localización, Costumbres y Poblacion.
Warao quiere decir hombre de canoa u hombre de agua. Toda la vida del Warao se desarrolla a orillas del Río Orinoco. Construyen sus casas (Janokos) con techos de hojas de palma de temiche sostenido por troncos y pisos de palos de manacas.
El Warao es nómada por naturaleza. Se transportan en curias (canoas) a través del río para pescar y llegar a tierra firme, donde puede sembrar y cazar el alimento de cada día. Desde muy pequeños los niños y las niñas Warao aprenden las actividades típicas de su género. Es común verlos solos en sus curiaras en el río, a los niños pescando, a las niñas cuidando a sus hermanos menores, tratando de asar algo en el fogón para comer y a todos jugando en el lodo. El pueblo Warao vive a orillas de los caños o brazos que forman el Delta del Orinoco, en las islas construidas con los sedimentos arrastrados por este caudaloso río, al depositarse debido al freno que ejercen las corrientes y las mareas sobre las aguas fluviales.
El topónimo más antiguo del río Orinoco sería Wirinoko o Uorinoko, que significa "el lugar donde se rema", de "wiri", que significa "donde remamos" y "noko", lugar, casa o sitio de estar o residencia. Sobre este grupo indígena, "Pocos pueblos tienen una historia tan ligada a un hábitat fluvial como el pueblo warao". En sus tradiciones se habla de que ya estaban allí; cuando la isla de Trinidad estaba unida a tierra firme, es decir, hace aproximadamente entre 8.500 y 9.000 años (recordemos que durante el último período glacial, por la acumulación de grandes cantidades de hielo en los territorios continentales del Hemisferio Norte, el nivel del mar había descendido unos 100 metros y la profundidad de la [Boca de la Serpiente] e inclusive, la del Golfo de Paria, es mucho menor de esa cifra)). Y el gentilicio de los waraos se traduce como "habitantes del agua", de waha (ribera baja, zona anegadiza) y arao (gente, habitantes), y también "hombres de las embarcaciones, de "wa" (canoa) y "arao" (gente). La sorprendente y larga adaptación de los waraos a este hábitat fluvial se explica fácilmente cuando tomamos en cuenta la extraordinaria estabilidad de un ecosistema como el deltaico en la desembocadura del Orinoco: ni el clima, ni la hidrografía, ni la extraordinaria exuberancia de la vegetación, ni el comportamiento de las corrientes (fluviales y marinas) ni las mareas, ni la abundancia de especies piscícolas, tanto fluviales como marinas, han variado en mucho tiempo. El mecanismo de las mareas y de la penetración de las aguas marinas en los caños del Delta durante la pleamar produce el fenómeno conocido como Macareo que trae mucha variedad de peces desde el mar, enriqueciendo así la diversidad en las tareas de pesca de los waraos. En el Censo Nacional 2001 se registraron como indígenas Warao declarados 36.027 individuos; de éstos, expresaron ser Warao hablantes 28.066, mientras que 3.189 dijeron hablar sólo castellano y 872 no declararon. Este idioma también es hablado por muchos criollos de Venezuela y Guyana en esa zona, así como por indígenas Lokono
Organización Familiar de los Waraos:
Los warao se agrupan en subtribus de carácter endogámico. Estos pequeños pueblos están dirigidos por un anciano, el "gobernador", acompañado de un "capitán" y de un "fiscal" (denominaciones heredadas de los criollos) cuyos papeles principales son la organización tanto del trabajo comunal como de los eventos culturales y tradicionales. Estos títulos se asignan esencialmente a los hombres mientras que dentro del hogar, la autoridad y la organización es matriarcal.
El núcleo familiar sigue siendo la unidad socioeconómica y gira en torno a la mujer más vieja de la casa. Generalmente es la mujer, en la pareja, quien administra la economía del hogar apropiándose y redistribuyendo la caza y la cosecha de su marido y yernos, los cuales viven y trabajan para la familia de su esposa hasta formar su propio hogar.
La educación se hace de una manera sutil y natural, sin obligaciones ni reprimendas. Los más jóvenes aprenden observando e imitando a los adultos según el sexo en sus diferentes tareas diarias, y asimilan las reglas morales y sociales escuchando los relatos y los mitos de los más ancianos, cuyas sanciones son la vergüenza y el rechazo de la comunidad.
Los warao son también un pueblo en peligro, cuya ética y tradiciones se encuentran amenazadas por la explotación masiva, los políticos, la corrupción administrativa y una serie de funcionarios incompetentes. La utilización de los warao como mano de obra trabajadora, la introducción de salarios y principios criollos causan una suerte de desintegración cultural en su funcionamiento y organización tanto social como laboral.
La norma de residencia uxorimatrilocal de los Warao obliga a los hijos a residir en la casa de la suegra (Dabais) ésta, junto con el suegro (Arahi,) establecen con sus yernos (Dada), que conforman la mano de obra masculina subordinada (Neburatu), una relación jerárquica esencial para la producción y distribución del producto social. El hombre al casarse adquiere obligaciones no sólo con su esposa, a quien obviamente tendrá que mantener, sino también tendrá el deber de construir la vivienda de los suegros y en buscar los alimentos necesarios (caza, pesca y agricultura)
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