LA Maquina Que Cambio Al Mundo
Enviado por Cabano • 5 de Noviembre de 2013 • 1.858 Palabras (8 Páginas) • 787 Visitas
LA MAQUINA QUE CAMBIO AL MUNDO
La preocupación que está despertando la industria del automóvil en los últimos tiempos, tanto en España como en el resto de Europa, aquí se que ofrece una magnífica comparación entre la industria automovilística occidental y la japonesa. El propio proceso de realización del proyecto es sumamente aleccionador, ya que supuso un esfuerzo innovador de cooperación internacional entre universidad, gobiernos y empresas relacionadas con la industria que, además de financiar la investigación, abrieron sus instalaciones y prestaron a sus directivos para discutir los hallazgos del estudio.
No es éste un libro académico en el sentido convencional del término, por explícita decisión de los autores; pero cumple muchos de los requisitos que se exigen para serlo. El trabajo combina el rigor con la riqueza y el desorden del mundo real; ejemplifica con casos concretos las características más destacadas de los sistemas que estudia; pero también está bien provisto de datos que permiten compararlos y justificar las afirmaciones que se hacen, algo poco común en libros divulgativos de gestión, donde las afirmaciones se convierten poco menos que en artículos de fe.
Tampoco es un libro más sobre el Japón y las técnicas japonesas de gestión, sino que en él se explican las características de un nuevo sistema de producción (no tan nuevo si pensamos que se inició en los años 50), capaz de combinar eficiencia con flexibilidad, y alta calidad, utilizable en cualquier lugar del mundo, sin que su aplicabilidad dependa de aspectos socio-culturales como a veces se quiere hacer creer para justificar el éxito no replicable del Japón.
La industria del automóvil, a la que hace casi cincuenta años Drucker definió como “la industria de las industrias”, sigue siendo la mayor actividad manufacturera del mundo de la que dependen miles de familias. Más aún, ha trastocado por dos veces en este siglo las técnicas de producción vigentes. Primero fue la producción en masa ideada por Ford y extendida después al resto de industrias; ahora es el sistema Toyota o de producción ajustada.
Ahora bien, ¿Qué es la producción ajustada? De nuevo nos encontramos aquí con un problema típico de la dirección de empresas, la carencia de una terminología standard y entendida por todos, como consecuencia de la juventud de la disciplina y de la participación masiva de consultores y directivos de éxito cuyo negocio consiste, en muchos casos, en limitarse a reetiquetar conceptos antiguos bajo nuevas denominaciones. Uno de los ejemplos más típicos lo proporciona, precisamente, el concepto de producción ajustada, similar, a nuestro entender a otros más divulgados, como sistema Toyota, Kaizen, gestión de la calidad total, gestión del tiempo o just in time (JIT, justo a tiempo). Todos ellos utilizan los mismos principios y el nombre sólo hace referencia a aquel más destacado por unos u otros o, en el caso de Toyota, a la empresa pionera en implantarlo. Bien es cierto que esta afirmación no es compartida ni por los autores del libro que consideran al just in time como una parte del sistema global, pero cuando se revisan muchos de los libros dedicados al tema (y en los últimos años han crecido exponencialmente) se puede apreciar cómo en ellos se define como Kuizen’ o JIT lo que aquí Womack y sus compañeros denominan como producción ajustada2.
Esta se caracteriza porque “utiliza menos de todo en comparación con la producción en masa -la mitad del esfuerzo humano en la factoría, la mitad del espacio en fabricación, la mitad de inversión en herramientas, la mitad de horas de trabajo en ingeniería para desarrollar un producto nuevo en la mitad de tiempo. También requiere mantener mucho menos de la mitad de existencias, fabrica con muchos menos defectos y produce una variedad de productos mayor y creciente”.
La base del sistema radica en la mejora continua y la eliminación del despilfarro: hay que desterrar todo lo que no añada valor al producto final, como revisiones y rectificaciones, mala distribución en planta, existencias, largos periodos de preparación de las máquinas y de fabricación, entre otros. Probablemente, una de las principales aportaciones del modelo japonés no tenga tanto que ver con técnicas concretas como con el redescubrimiento de la función de producción como ventaja competitiva; una función de producción no aislada en el corazón de la empresa, en manos de ingenieros, sino en contacto con el mercado, conocida y entendida por los altos directivos de la empresa. Hoy, que se ha reconocido el papel de la tecnología como fuente de competencias básicas para la empresa, debemos recordar que tan importante como la tecnología de producto es la de proceso, donde se engloban tanto los nuevos sistemas de organización de la producción, como los de producción ajustada.
El libro está dividido en tres partes, donde se estudian, respectivamente, los orígenes, elementos y difusión de la producción ajustada. La primera está dedicada a describir el proceso de transformación de los sistemas productivos, es decir, cómo la producción en masa resolvió algunos de los problemas de la arcaica producción artesanal, provocados por los cambios tecnológicos y medio ambientales, y cómo, más adelante, la producción ajustada aborda los problemas que la producción masiva ha ido generando. El planteamiento es descriptivo, pero muy aleccionador sobre cómo funciona una planta de ensamblaje, lo cual es particular- mente útil para un economista, acostumbrado a identificar a la empresa con una función de producción -que ya es simplificar-, sin entender en qué consiste, ni cuáles son sus fundamentos. Esto es probablemente lo que le ha llevado a relegar la producción a un segundo plano, de la que sólo se consideran los aspectos técnicos y optimizables, para centrarse
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