La necesidad de las compras

Desde tiempos remotos el hombre ha tenido la necesidad de adquirir productos para satisfacer sus diferentes necesidades. Al principio se reunían en pequeño grupos de personas para cuidarse y juntos cazaban y recolectaban alimentos para cubrir sus principales necesidades fisiológicas; peor con el paso del tiempo estos pequeños grupo se hacían mas grandes hasta formar aldeas y así las necesidades que antes eran pocas se volvían mas demandantes debido al crecimiento de las poblaciones y con esto también la necesidad de crear una forma de intercambiar productos por otros para sobrevivir y poco a poco se iba formando un “mercado de divisas”.En un principio el mercado de divisas era muy sencillo ya que para adquirir un producto se intercambiaba por otro de igual o mayor valor, lo que es comúnmente conocido como “trueque”.Pero con el paso del tiempo el intercambio de productos se volvió mas complejo ya que cada día más gente participaba en el mercado y la necesidad de crear un documento valido para realizar transacciones, o bien un medio de pago respaldo por cierta institución para realzar compras, intercambiar productos, pagar deudas, etc. Así con el paso del tiempo conocemos el concepto de divisas, pero el concepto de divisas ha ido evolucionando cada vez mas y ahora se trata de algo complejo que es importante entender ya que el mundo empresarial, el mercado y todos lo productos que circulan son intercambiados por medio de divisas.Ahora, como ya dijimos, la liquidación de la operaciones internacionales (compraventa de bienes, intercambio de servicios, etc.) necesitan la realización de pagos en algún tipo de documento que liquide la deuda o el monto a pagar y que sea aceptable por la partes intervinientes (vendedor y comprador).Estos documentos pueden consistir en lo que se denomina papel moneda (billetes) o en efectos comerciales (cheques, pagares, letras de cambio, etc.). Los documentos empleados en el ámbito internacional pueden cifrarse en la moneda del país que deba efectuar el pago, o en la de quien vaya a recibir el cobro, o bien en otra moneda distinta pero que sea aceptada por ambas partes.

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